-Gracias, gracias, graciaaaaas- repetí nosecuántas veces.
-De nada, PEEERO- dijo mi padre, que ya me veía con completa libertad-. Estarás en un residencia, donde compartirás habitación con otras chicas, ¿vale?
-Perfecto.
-Cuando acabemos de comer haces las maletas y de paso avisas a los chicos- dijo mi madre sonriente.
-¡Claro! Lo haré- dije sonriente y volví a sentarme en mi sitio, llevándome un bocado a la boca.
Terminamos todos de comer y ayudé a mi madre a llevar los platos. Luego, subí corriendo a mi habitación. Saqué el iPhone y escribí un mensaje en el grupo de WhatsApp.
Yo: Chicos, estáis ahí? Tengo que daros un súper notición :D
La respuesta no se hizo esperar.
Niall: Conéctate al Skype y cuéntanos ;)
Así lo hice. Abrí el ordenador, la sesión y una petición de vídeo chat por parte de Niall llegó enseguida. Acepté, y en una pestaña aparte, vi a mis cinco chicos favoritos sonrientes.
-¡¡Hola!!- saludaron.
-¡Hola, chicos!- saludé yo.
-¿Qué querías contarnos?- preguntó Harry.
-¡Eso! Me mata la curiosidad- añadió Niall.
-Vale, vale- dije-. ¡Mis padres me dejan estudiar en Londres el año que viene!
-¡¡¡Bieeeeeeeeen!!!- exclamaron los cinco a la vez.
-¿Dónde te quedarás?- preguntó Zayn quitándose el brazo de Niall de la cabeza.
-En una residencia de estudiantes, pero podré veros cuando me apetezca- respondí.
-¡Eso es genial!- dijo Louis-. Tendrás compis de habitación guapas.
-¿Pero tú no estabas...?- Harry no pudo terminar su pregunta, porque la mano de Louis acabó delante de su boca.
-¿Estabas qué?- pregunté.
-Es que creemos que a Louis le gusta la hermana del amigo de Harry- respondió Liam evitando la otra mano de Louis.
-Ohh, ¿Talia?- pregunté aguantando la risa.
-Sí, Talia- respondió Zayn-. Nos la encontramos el otro día. Ella nos saludó, y Louis se escondió detrás de los rizos de Harry.
Solté una carcajada.
-¿En serio, Louis? ¿En serio?
-Sí- respondió Niall riendo.
-¡Cambiemos de tema!- interrumpió Louis, a quien no le gustaba ese tema-. Vamos a ver, ¿con quien se quedará Marta este verano?
-Con Harold, ¿no?- respondió Niall.
-Yo también quiero que se quede conmigo- dijo Zayn haciendo pucheros.
-Pero nuestra casa es más grande que la tuya, Zayn- observó Louis.
-¡Eso es porque Harry y tú vivís juntos! Si no teníais la casa más pequeña- respondió Zayn.
-Bla bla bla- hizo burla Louis.
-¡Parad ya!- cortó Liam metiendo su cabeza entre las suyas-. Bueno, pues te quedas con Harry y Louis y con Zayn otro poco. Aunque vamos a estar casi todas las noches en casa de Larry.
-Bueno, mejor, ¿no?- observé.
-Sí. Oye, ¿y que harás mientras estemos ensayando?- preguntó Niall.
-Supongo que iré a la universidad a hacer todo lo que tenga que hacer y otros días iré haciendo turismo por Londres o ir de compras- respondí.
-¿Y a que hora decías que llegabas?- preguntó Louis.
-Sobre las cinco de la tarde- respondí-. No os retraséis, ¿eh?
-No, no, tranquila- respondió Harry sonriente.
-Bueno, chicos, tengo que hacer las maletas- comencé a despedirme-. Adióos.
-¡Adióoos!- se despidieron.
Cerré la ventana de la conversación y apagué el ordenador. Saqué la maleta de debajo de la cama y empecé a guardar mi ropa de verano en la maleta.
Cinco de la tarde. El avión aterrizó suavemente sobre Londres. La azafata informó que ya nos podíamos quitar los cinturones. Así lo hicimos todos, y a continuación comenzamos a bajar del avión. Mientras bajaba busqué con la mirada a los chicos.
Cuando llegué abajo aún no los había visto. Suspiré y fui a por las maletas. Las cogí y luego saqué mi iPhone del bolsillo. Comencé a andar, y cuando estaba a punto de darle a enviar a un mensaje que les había escrito...
-¡Pst! ¡Marta!
Levanté la cabeza y no pude evitar reírme ante la escena que tenía delante.
Los cinco estaban disfrazados con bigotes, sombreros y gafas escondidos tras una pared.
-¡Ya pensábamos que no llegabas!- exclamó Zayn saliendo de su escondite.
-¡Y yo igual!- respondí, y luego Zayn y yo nos abrazamos.
Luego, abracé a Louis, que era el que estaba delante de Zayn.
-Oye, ¿y esos disfraces?- pregunté cuando nos separamos.
-Íbamos a salir normales, pero luego pensamos en las directioners, y pensamos que no te gustaría que aparte de nosotros también te recibieran cien fanáticas- respondió Niall riendo, y acto seguido me abrazó.
-Ah, todo muy normal.- Reí.
-Ya ves- rió también Niall.
Harry se quitó de encima de Liam, y luego se retiró el bigote y las gafas de la cara.
-Hola- dijo sonriendo y dándome un abrazo.
-Hola- respondí, devolviéndole el abrazo.
-Estoy contento, ¿sabes?- susurró-. Te voy a ver todos los días.
Sonreí.
-Yo mucho más- respondí-. No sabes cuanto.
Nos separamos, y tras una sonrisa disimulada, fui a abrazar a Liam, que se acababa de levantar del suelo.
-Muy originales los disfraces, ¿eh?- reí tras separarme de Liam.
-¿Verdad? Yo creo que nadie nos ha reconocido y...
-No sabes lo que es la ironía, ¿a que no?- interrumpí riendo.
-¿Era ironía? Es que como los disfraces molan tanto...
-Síi- ironicé de nuevo.
-¿Ves? ¡Si hasta lo reconoces!- exclamó Liam extendiendo sus manos hacia delante.
-¡Liam!- gritó Louis-. ¡Tú y las ironías no sois amigas!
-Joder, ¿otra vez?- se quejó.
-Otra vez- afirmó Niall riendo.
-Bueno, cambiamos de tema- cortó Liam un poco cabreado.
-Venga, eso mismo, vamos a comer- sugirió Niall, que echó a andar hacia la salida.
Pero nadie le siguió. El rubio seguía caminando alegremente, pensando que los demás íbamos detrás.
-¿Qué os parece Nando's?- preguntó cuando ya llevaba un par de minutos caminando. No obtuvo respuesta. Volvió a hacer la pregunta-. He dicho que podemos ir a Nando's.- Nada. Niall se giró, y cuando vio que no había nadie detrás de él puso cara de desesperado, mientras los demás nos reíamos a carcajada limpia. Niall nos localizó y volvió corriendo junto a nosotros-. ¡¿Pero vosotros sois tontos o masticáis agua?! ¡Iba yo como un retrasado por ahí y vosotros tan tranquilos aquí! ¡Ahora, para compensarme, me llevaréis a comer y pagaréis vosotros!- exclamó indignado.
-Niall, no cuela- rió Harry.
-Tenemos que acompañar a Marta a casa- añadió Louis.
-Quedaría un poco raro ir con dos maletones a comer pollo- observé.
-¿Y luego comemos?- preguntó Niall esperanzado.
-¡Luego descansamos! ¡Que tú no llevas una hora en un avión!- exclamé-. Venga, vamos.
-Guau, vas de mala leche, ¿eh?- rió Zayn.
-Es que a mi lado iba un friki que empezó a hablarme de la teoría de la relatividad- respondí soltando un bufido al final.
Los cinco rieron a carcajada limpia.
-Y luego, la señora que estaba al otro lado me contó la historia de se primer marido- añadí.
Otra carcajada.
-¿Vais a reíros de mis problemas o me vais a consolar por aguantar una hora ese tostón?- pregunté con la misma indignación de Niall.
-Tranquila, mujer, pero debes reconocer que es muy gracioso- rió Harry, pasando un brazo por encima de mis hombros.
-No, no lo es- respondí cruzándome de brazos-. Anda, vámonos antes de que os de una torta por no entender mi sufrimiento.
Harry rió. Los chicos volvieron a colocarse sus respectivas gafas, bigotes y sombreros, y Harry volvió a rodearme con el brazo. Cogí una de mis maletas, mientras Harry cogía la otra.
-¿Te traes toda la ropa?- preguntó cuando echamos a andar.
-¡Qué va! Eso es solo un cuarto.
Harry puso una mueca/cara de sorprendido/cara de Harry rara. Seguro que se imaginaba cuánta ropa tenía yo.
-Ey, una cosa- dije de repente-. Voy a ir a España una semana por la fecha de mi cumple. Mi madre dice que si queréis podéis venir.
-¿En serio?- preguntó Louis contento-. ¿No seremos molestia?
-¡Para nada!- respondí-. Es una casa en Coruña, ya que mi madre es de allí, donde hay muuuucho espacio. Y allí podemos ir a la playa, ya que en Inglaterra siempre hace frío.
-¡Yo voy encantado! Siempre quise ir a España, estoy aprendiendo español- dijo Niall.
-¿Ah, sí? Pues si necesitas ayuda, pregúntame- dije-. En mi casa hablamos todos español.
-Bueno, pues enséñame a decir: "Buenos días, me gustaría tomar un gran plato de alitas de pollo con una CocaCola fría. Que lleve un limoncito dentro, por favor"- pidió Niall.
-Carajo- murmuré en español-. Chico, ¿para que quieres saber eso?
-Está claro, para comer bien en España- aclaró Niall.
-Niall, haznos a todos un favor- pidió Zayn-. ¡¿PODRÍAS DEJAR DE HABLAR DURANTE UN DICHOSO MINUTO?!
-Vale- dijo Niall-. Ahí voy.- Selló su boca y se quedó completamente callado.
-Al fin- suspiró Zayn-. Bueno, Marta, cuéntanos qué tal la última semana de curso.
Comencé a relatar mi última semana en el instituto. Harry, Zayn, Liam y Louis me escuchaban, mientras que Niall hacía un esfuerzo para callarse. Echó un vistazo a su reloj, y cortando mi relato, exclamó a grito pelado:
-¡¡SÍ!! ¡LO CONSEGUÍ! ¡JA, ZAYN! ¡UN MINUTO SIN DECIR UNA SOLA PALABRA! ¡¿QUIEN ES AHORA EL PERDEDOR! ¡TÚ, NO YO! ¡JA, JA, JA!
Todo el aeropuerto ya se había girado a mirar en nuestra dirección. Liam y Louis se chocaron la palma contra la frente y Harry pegó un bufido. A Zayn se le hizo un tic en ojo, ese que cada vez le salía cuando estaba entre darle a alguien o echarse a llorar. Yo estaba que no sabía si reír o llorar.
-¿Zayn? ¿Zayn el de One Direction?- se escuchaba cuchichear entre algunas chicas.
-¡Chicas! ¡Son los de One Direction disfrazados!
-¡Es cierto! ¡Los rizos de Harry, son iconfundibles!
-¡Y la sonrisa de Niall!
-¡Y ese es Liam!
-¡Zayn es el que está parado ahí en medio!
-¡Y el otro es Louis! ¡Su culo es inconfundible!
Lo siguiente es un poco confuso. Una marea de chicas se abalanzaron gritando sobre nosotros. Fueron todas a por los chicos. Ellos atendían a todas las chicas que podían. Yo, por mi parte, intentaba salir de aquella manada de chicas. Agarré mis maletas y me abrí paso entre aquellas chicas que querían conocer a mis amigos. Cuando al fin estuve fuera, comencé a colocarme el pelo y la blusa que llevaba puesta.
"Sí que tienen éxito", pensé.
Estaba concentrada en colocarme todo lo que se me había descolocado entre aquellas chicas. Una de ellas, que estaba de última, se acercó a mí junto a una amiga suya, y me espetó:
-¿Y tú quién eres? ¿Y qué narices hacías con mi futuro marido?
-¿Futuro marido?- pregunté extrañada. Caí en la cuenta:-. Aaah, Harry. Son mis amigos, ¿es que acaso no puedo estar con ellos?
-¡Tú no eres su amiga! ¡Solo algo pasajero!- exclamó la segunda chica.
-Pues sí que les duran las cosas pasajeras- respondí.
Las dos pusieron caras de extrañadas.
-Ay, perdón, ¿no lo sabíais?- Me hice la tonta-. Conozco a Zayn desde los 5 años y estoy con los chicos desde hace casi un año.
Ambas pusieron una mueca de asco y se dieron media vuelta, casi a la vez, y se introdujeron de nuevo entre las chicas.
Un guardia de seguridad vino por un lateral y comenzó a abrirse paso entre las chicas mientras gritaba:
-¡Chicas! ¡Ya está! ¡Dejad a los chicos tranquilos! ¡Ya los habéis saludado! ¡Venga, echaos hacia atrás!
El hombre comenzó a echar a las chicas hacia atrás, y éstas se dejaron. Hizo una señal con la cabeza a los chicos para que fueran abandonando el sitio. Me buscaron con la mirada y me hicieron una señal para que fuera con ellos. Liam susurró al hombre algo, y éste me miró, haciéndome un sitio para dejarme pasar.
Fui con los chicos y los seis echamos a andar hacia la salida. Ya fuera, Niall dijo:
-Joba, sí que somos famosos. No me explico cómo nos han reconocido.
Los cinco restantes lo miramos con cara de "¡¿En serio, Niall, en serio?!". A Zayn le salió el tic en el ojo, lo que hizo la escena mucho más cómica.
-¿Qué pasa?- preguntó Niall, que no se enteraba de nada.
-¿No sabes cómo nos han reconocido, dices?- preguntó Zayn con su tic, acercándose poco a poco a Niall-. ¡¿No sabes cómo nos han reconocido, dices?! ¡¿NO SABES COMO NOS HAN RECONOCIDO, DICES?!
-Zayn, tío, relájate- dijo Louis cogiéndole de los hombros y echándolo hacia atrás, quedándose él delante de Niall-. ¡NIALL, TE JURO QUE YO TE AGARRO DEL CUELLO Y TE ENTIERRO VIVO EN MEDIO DE ESTIÉRCOL!
-Pero bueno, ¿ahora es culpa mía?
-Sí, Niall, es culpa tuya- rió Liam, que era el más calmado.
-Dejadlo, anda, no vamos a recibir a nuestra invitada de esta manera- se interpuso Harry.
-Eso mismo- apoyó Liam.
-Bueno, venga, llamemos a la limusina- dijo Zayn, ya relajado.
-¿Tenéis limusina?- pregunté sorprendida-. ¡No me contáis nada!
-Pues sí, la tenemos, y creo que ya conoces al conductor- respondió Louis sacándose el teléfono del bolsillo y marcando un número, para acto seguido llevarse el móvil a la oreja.
-¿Que lo conozco? No sé si lo sabéis, pero yo no suelo ir en limusina por ahí- dije.
-Fuiste una vez, ¿no?- dijo Harry.
-Sí, bueno, pero fui con vosotros a la casa de los jueces y...
-Pues eso- me interrumpió Harry.
-¿Stan? ¿Ahora es vuestro conductor personal?- pregunté.
-Se podría decir que sí- respondió Harry.
En ese momento una limusina negra (otra distinta a la de la primera vez) se paró justo delante de nosotros. La ventanilla del copiloto se bajó, y los seis vimos la cara sonriente de Stan.
-¡Todos a bordo!- exclamó.
Los seis subimos a la limusina tras guardar mis maletas en el maletero y nos dirigimos a casa de Louis y Harry. La que iba a ser mi casa durante los próximos tres meses.
-Cuando acabemos de comer haces las maletas y de paso avisas a los chicos- dijo mi madre sonriente.
-¡Claro! Lo haré- dije sonriente y volví a sentarme en mi sitio, llevándome un bocado a la boca.
Terminamos todos de comer y ayudé a mi madre a llevar los platos. Luego, subí corriendo a mi habitación. Saqué el iPhone y escribí un mensaje en el grupo de WhatsApp.
Yo: Chicos, estáis ahí? Tengo que daros un súper notición :D
La respuesta no se hizo esperar.
Niall: Conéctate al Skype y cuéntanos ;)
Así lo hice. Abrí el ordenador, la sesión y una petición de vídeo chat por parte de Niall llegó enseguida. Acepté, y en una pestaña aparte, vi a mis cinco chicos favoritos sonrientes.
-¡¡Hola!!- saludaron.
-¡Hola, chicos!- saludé yo.
-¿Qué querías contarnos?- preguntó Harry.
-¡Eso! Me mata la curiosidad- añadió Niall.
-Vale, vale- dije-. ¡Mis padres me dejan estudiar en Londres el año que viene!
-¡¡¡Bieeeeeeeeen!!!- exclamaron los cinco a la vez.
-¿Dónde te quedarás?- preguntó Zayn quitándose el brazo de Niall de la cabeza.
-En una residencia de estudiantes, pero podré veros cuando me apetezca- respondí.
-¡Eso es genial!- dijo Louis-. Tendrás compis de habitación guapas.
-¿Pero tú no estabas...?- Harry no pudo terminar su pregunta, porque la mano de Louis acabó delante de su boca.
-¿Estabas qué?- pregunté.
-Es que creemos que a Louis le gusta la hermana del amigo de Harry- respondió Liam evitando la otra mano de Louis.
-Ohh, ¿Talia?- pregunté aguantando la risa.
-Sí, Talia- respondió Zayn-. Nos la encontramos el otro día. Ella nos saludó, y Louis se escondió detrás de los rizos de Harry.
Solté una carcajada.
-¿En serio, Louis? ¿En serio?
-Sí- respondió Niall riendo.
-¡Cambiemos de tema!- interrumpió Louis, a quien no le gustaba ese tema-. Vamos a ver, ¿con quien se quedará Marta este verano?
-Con Harold, ¿no?- respondió Niall.
-Yo también quiero que se quede conmigo- dijo Zayn haciendo pucheros.
-Pero nuestra casa es más grande que la tuya, Zayn- observó Louis.
-¡Eso es porque Harry y tú vivís juntos! Si no teníais la casa más pequeña- respondió Zayn.
-Bla bla bla- hizo burla Louis.
-¡Parad ya!- cortó Liam metiendo su cabeza entre las suyas-. Bueno, pues te quedas con Harry y Louis y con Zayn otro poco. Aunque vamos a estar casi todas las noches en casa de Larry.
-Bueno, mejor, ¿no?- observé.
-Sí. Oye, ¿y que harás mientras estemos ensayando?- preguntó Niall.
-Supongo que iré a la universidad a hacer todo lo que tenga que hacer y otros días iré haciendo turismo por Londres o ir de compras- respondí.
-¿Y a que hora decías que llegabas?- preguntó Louis.
-Sobre las cinco de la tarde- respondí-. No os retraséis, ¿eh?
-No, no, tranquila- respondió Harry sonriente.
-Bueno, chicos, tengo que hacer las maletas- comencé a despedirme-. Adióos.
-¡Adióoos!- se despidieron.
Cerré la ventana de la conversación y apagué el ordenador. Saqué la maleta de debajo de la cama y empecé a guardar mi ropa de verano en la maleta.
Cinco de la tarde. El avión aterrizó suavemente sobre Londres. La azafata informó que ya nos podíamos quitar los cinturones. Así lo hicimos todos, y a continuación comenzamos a bajar del avión. Mientras bajaba busqué con la mirada a los chicos.
Cuando llegué abajo aún no los había visto. Suspiré y fui a por las maletas. Las cogí y luego saqué mi iPhone del bolsillo. Comencé a andar, y cuando estaba a punto de darle a enviar a un mensaje que les había escrito...
-¡Pst! ¡Marta!
Levanté la cabeza y no pude evitar reírme ante la escena que tenía delante.
Los cinco estaban disfrazados con bigotes, sombreros y gafas escondidos tras una pared.
-¡Ya pensábamos que no llegabas!- exclamó Zayn saliendo de su escondite.
-¡Y yo igual!- respondí, y luego Zayn y yo nos abrazamos.
Luego, abracé a Louis, que era el que estaba delante de Zayn.
-Oye, ¿y esos disfraces?- pregunté cuando nos separamos.
-Íbamos a salir normales, pero luego pensamos en las directioners, y pensamos que no te gustaría que aparte de nosotros también te recibieran cien fanáticas- respondió Niall riendo, y acto seguido me abrazó.
-Ah, todo muy normal.- Reí.
-Ya ves- rió también Niall.
Harry se quitó de encima de Liam, y luego se retiró el bigote y las gafas de la cara.
-Hola- dijo sonriendo y dándome un abrazo.
-Hola- respondí, devolviéndole el abrazo.
-Estoy contento, ¿sabes?- susurró-. Te voy a ver todos los días.
Sonreí.
-Yo mucho más- respondí-. No sabes cuanto.
Nos separamos, y tras una sonrisa disimulada, fui a abrazar a Liam, que se acababa de levantar del suelo.
-Muy originales los disfraces, ¿eh?- reí tras separarme de Liam.
-¿Verdad? Yo creo que nadie nos ha reconocido y...
-No sabes lo que es la ironía, ¿a que no?- interrumpí riendo.
-¿Era ironía? Es que como los disfraces molan tanto...
-Síi- ironicé de nuevo.
-¿Ves? ¡Si hasta lo reconoces!- exclamó Liam extendiendo sus manos hacia delante.
-¡Liam!- gritó Louis-. ¡Tú y las ironías no sois amigas!
-Joder, ¿otra vez?- se quejó.
-Otra vez- afirmó Niall riendo.
-Bueno, cambiamos de tema- cortó Liam un poco cabreado.
-Venga, eso mismo, vamos a comer- sugirió Niall, que echó a andar hacia la salida.
Pero nadie le siguió. El rubio seguía caminando alegremente, pensando que los demás íbamos detrás.
-¿Qué os parece Nando's?- preguntó cuando ya llevaba un par de minutos caminando. No obtuvo respuesta. Volvió a hacer la pregunta-. He dicho que podemos ir a Nando's.- Nada. Niall se giró, y cuando vio que no había nadie detrás de él puso cara de desesperado, mientras los demás nos reíamos a carcajada limpia. Niall nos localizó y volvió corriendo junto a nosotros-. ¡¿Pero vosotros sois tontos o masticáis agua?! ¡Iba yo como un retrasado por ahí y vosotros tan tranquilos aquí! ¡Ahora, para compensarme, me llevaréis a comer y pagaréis vosotros!- exclamó indignado.
-Niall, no cuela- rió Harry.
-Tenemos que acompañar a Marta a casa- añadió Louis.
-Quedaría un poco raro ir con dos maletones a comer pollo- observé.
-¿Y luego comemos?- preguntó Niall esperanzado.
-¡Luego descansamos! ¡Que tú no llevas una hora en un avión!- exclamé-. Venga, vamos.
-Guau, vas de mala leche, ¿eh?- rió Zayn.
-Es que a mi lado iba un friki que empezó a hablarme de la teoría de la relatividad- respondí soltando un bufido al final.
Los cinco rieron a carcajada limpia.
-Y luego, la señora que estaba al otro lado me contó la historia de se primer marido- añadí.
Otra carcajada.
-¿Vais a reíros de mis problemas o me vais a consolar por aguantar una hora ese tostón?- pregunté con la misma indignación de Niall.
-Tranquila, mujer, pero debes reconocer que es muy gracioso- rió Harry, pasando un brazo por encima de mis hombros.
-No, no lo es- respondí cruzándome de brazos-. Anda, vámonos antes de que os de una torta por no entender mi sufrimiento.
Harry rió. Los chicos volvieron a colocarse sus respectivas gafas, bigotes y sombreros, y Harry volvió a rodearme con el brazo. Cogí una de mis maletas, mientras Harry cogía la otra.
-¿Te traes toda la ropa?- preguntó cuando echamos a andar.
-¡Qué va! Eso es solo un cuarto.
Harry puso una mueca/cara de sorprendido/cara de Harry rara. Seguro que se imaginaba cuánta ropa tenía yo.
-Ey, una cosa- dije de repente-. Voy a ir a España una semana por la fecha de mi cumple. Mi madre dice que si queréis podéis venir.
-¿En serio?- preguntó Louis contento-. ¿No seremos molestia?
-¡Para nada!- respondí-. Es una casa en Coruña, ya que mi madre es de allí, donde hay muuuucho espacio. Y allí podemos ir a la playa, ya que en Inglaterra siempre hace frío.
-¡Yo voy encantado! Siempre quise ir a España, estoy aprendiendo español- dijo Niall.
-¿Ah, sí? Pues si necesitas ayuda, pregúntame- dije-. En mi casa hablamos todos español.
-Bueno, pues enséñame a decir: "Buenos días, me gustaría tomar un gran plato de alitas de pollo con una CocaCola fría. Que lleve un limoncito dentro, por favor"- pidió Niall.
-Carajo- murmuré en español-. Chico, ¿para que quieres saber eso?
-Está claro, para comer bien en España- aclaró Niall.
-Niall, haznos a todos un favor- pidió Zayn-. ¡¿PODRÍAS DEJAR DE HABLAR DURANTE UN DICHOSO MINUTO?!
-Vale- dijo Niall-. Ahí voy.- Selló su boca y se quedó completamente callado.
-Al fin- suspiró Zayn-. Bueno, Marta, cuéntanos qué tal la última semana de curso.
Comencé a relatar mi última semana en el instituto. Harry, Zayn, Liam y Louis me escuchaban, mientras que Niall hacía un esfuerzo para callarse. Echó un vistazo a su reloj, y cortando mi relato, exclamó a grito pelado:
-¡¡SÍ!! ¡LO CONSEGUÍ! ¡JA, ZAYN! ¡UN MINUTO SIN DECIR UNA SOLA PALABRA! ¡¿QUIEN ES AHORA EL PERDEDOR! ¡TÚ, NO YO! ¡JA, JA, JA!
Todo el aeropuerto ya se había girado a mirar en nuestra dirección. Liam y Louis se chocaron la palma contra la frente y Harry pegó un bufido. A Zayn se le hizo un tic en ojo, ese que cada vez le salía cuando estaba entre darle a alguien o echarse a llorar. Yo estaba que no sabía si reír o llorar.
-¿Zayn? ¿Zayn el de One Direction?- se escuchaba cuchichear entre algunas chicas.
-¡Chicas! ¡Son los de One Direction disfrazados!
-¡Es cierto! ¡Los rizos de Harry, son iconfundibles!
-¡Y la sonrisa de Niall!
-¡Y ese es Liam!
-¡Zayn es el que está parado ahí en medio!
-¡Y el otro es Louis! ¡Su culo es inconfundible!
Lo siguiente es un poco confuso. Una marea de chicas se abalanzaron gritando sobre nosotros. Fueron todas a por los chicos. Ellos atendían a todas las chicas que podían. Yo, por mi parte, intentaba salir de aquella manada de chicas. Agarré mis maletas y me abrí paso entre aquellas chicas que querían conocer a mis amigos. Cuando al fin estuve fuera, comencé a colocarme el pelo y la blusa que llevaba puesta.
"Sí que tienen éxito", pensé.
Estaba concentrada en colocarme todo lo que se me había descolocado entre aquellas chicas. Una de ellas, que estaba de última, se acercó a mí junto a una amiga suya, y me espetó:
-¿Y tú quién eres? ¿Y qué narices hacías con mi futuro marido?
-¿Futuro marido?- pregunté extrañada. Caí en la cuenta:-. Aaah, Harry. Son mis amigos, ¿es que acaso no puedo estar con ellos?
-¡Tú no eres su amiga! ¡Solo algo pasajero!- exclamó la segunda chica.
-Pues sí que les duran las cosas pasajeras- respondí.
Las dos pusieron caras de extrañadas.
-Ay, perdón, ¿no lo sabíais?- Me hice la tonta-. Conozco a Zayn desde los 5 años y estoy con los chicos desde hace casi un año.
Ambas pusieron una mueca de asco y se dieron media vuelta, casi a la vez, y se introdujeron de nuevo entre las chicas.
Un guardia de seguridad vino por un lateral y comenzó a abrirse paso entre las chicas mientras gritaba:
-¡Chicas! ¡Ya está! ¡Dejad a los chicos tranquilos! ¡Ya los habéis saludado! ¡Venga, echaos hacia atrás!
El hombre comenzó a echar a las chicas hacia atrás, y éstas se dejaron. Hizo una señal con la cabeza a los chicos para que fueran abandonando el sitio. Me buscaron con la mirada y me hicieron una señal para que fuera con ellos. Liam susurró al hombre algo, y éste me miró, haciéndome un sitio para dejarme pasar.
Fui con los chicos y los seis echamos a andar hacia la salida. Ya fuera, Niall dijo:
-Joba, sí que somos famosos. No me explico cómo nos han reconocido.
Los cinco restantes lo miramos con cara de "¡¿En serio, Niall, en serio?!". A Zayn le salió el tic en el ojo, lo que hizo la escena mucho más cómica.
-¿Qué pasa?- preguntó Niall, que no se enteraba de nada.
-¿No sabes cómo nos han reconocido, dices?- preguntó Zayn con su tic, acercándose poco a poco a Niall-. ¡¿No sabes cómo nos han reconocido, dices?! ¡¿NO SABES COMO NOS HAN RECONOCIDO, DICES?!
-Zayn, tío, relájate- dijo Louis cogiéndole de los hombros y echándolo hacia atrás, quedándose él delante de Niall-. ¡NIALL, TE JURO QUE YO TE AGARRO DEL CUELLO Y TE ENTIERRO VIVO EN MEDIO DE ESTIÉRCOL!
-Pero bueno, ¿ahora es culpa mía?
-Sí, Niall, es culpa tuya- rió Liam, que era el más calmado.
-Dejadlo, anda, no vamos a recibir a nuestra invitada de esta manera- se interpuso Harry.
-Eso mismo- apoyó Liam.
-Bueno, venga, llamemos a la limusina- dijo Zayn, ya relajado.
-¿Tenéis limusina?- pregunté sorprendida-. ¡No me contáis nada!
-Pues sí, la tenemos, y creo que ya conoces al conductor- respondió Louis sacándose el teléfono del bolsillo y marcando un número, para acto seguido llevarse el móvil a la oreja.
-¿Que lo conozco? No sé si lo sabéis, pero yo no suelo ir en limusina por ahí- dije.
-Fuiste una vez, ¿no?- dijo Harry.
-Sí, bueno, pero fui con vosotros a la casa de los jueces y...
-Pues eso- me interrumpió Harry.
-¿Stan? ¿Ahora es vuestro conductor personal?- pregunté.
-Se podría decir que sí- respondió Harry.
En ese momento una limusina negra (otra distinta a la de la primera vez) se paró justo delante de nosotros. La ventanilla del copiloto se bajó, y los seis vimos la cara sonriente de Stan.
-¡Todos a bordo!- exclamó.
Los seis subimos a la limusina tras guardar mis maletas en el maletero y nos dirigimos a casa de Louis y Harry. La que iba a ser mi casa durante los próximos tres meses.