martes, 10 de septiembre de 2013

Capítulo 34: Welcome to your new house

No me lo podía creer. ¡Iba a estudiar en Londres! ¡Iba a pasar el curso con los chicos! Me tiré encima de mi padre y le di un fuerte abrazo.

-Gracias, gracias, graciaaaaas- repetí nosecuántas veces.

-De nada, PEEERO- dijo mi padre, que ya me veía con completa libertad-. Estarás en un residencia, donde compartirás habitación con otras chicas, ¿vale?

-Perfecto.

-Cuando acabemos de comer haces las maletas y de paso avisas a los chicos- dijo mi madre sonriente.

-¡Claro! Lo haré- dije sonriente y volví a sentarme en mi sitio, llevándome un bocado a la boca.

Terminamos todos de comer y ayudé a mi madre a llevar los platos. Luego, subí corriendo a mi habitación. Saqué el iPhone y escribí un mensaje en el grupo de WhatsApp.

Yo: Chicos, estáis ahí? Tengo que daros un súper notición :D

La respuesta no se hizo esperar.

Niall: Conéctate al Skype y cuéntanos ;)

Así lo hice. Abrí el ordenador, la sesión y una petición de vídeo chat por parte de Niall llegó enseguida. Acepté, y en una pestaña aparte, vi a mis cinco chicos favoritos sonrientes.

-¡¡Hola!!- saludaron.

-¡Hola, chicos!- saludé yo.

-¿Qué querías contarnos?- preguntó Harry.

-¡Eso! Me mata la curiosidad- añadió Niall.

-Vale, vale- dije-. ¡Mis padres me dejan estudiar en Londres el año que viene!

-¡¡¡Bieeeeeeeeen!!!- exclamaron los cinco a la vez.

-¿Dónde te quedarás?- preguntó Zayn quitándose el brazo de Niall de la cabeza.

-En una residencia de estudiantes, pero podré veros cuando me apetezca- respondí.

-¡Eso es genial!- dijo Louis-. Tendrás compis de habitación guapas.

-¿Pero tú no estabas...?- Harry no pudo terminar su pregunta, porque la mano de Louis acabó delante de su boca.

-¿Estabas qué?- pregunté.

-Es que creemos que a Louis le gusta la hermana del amigo de Harry- respondió Liam evitando la otra mano de Louis.

-Ohh, ¿Talia?- pregunté aguantando la risa.

-Sí, Talia- respondió Zayn-. Nos la encontramos el otro día. Ella nos saludó, y Louis se escondió detrás de los rizos de Harry.

Solté una carcajada.

-¿En serio, Louis? ¿En serio?

-Sí- respondió Niall riendo.

-¡Cambiemos de tema!- interrumpió Louis, a quien no le gustaba ese tema-. Vamos a ver, ¿con quien se quedará Marta este verano?

-Con Harold, ¿no?- respondió Niall.

-Yo también quiero que se quede conmigo- dijo Zayn haciendo pucheros.

-Pero nuestra casa es más grande que la tuya, Zayn- observó Louis.

-¡Eso es porque Harry y tú vivís juntos! Si no teníais la casa más pequeña- respondió Zayn.

-Bla bla bla- hizo burla Louis.

-¡Parad ya!- cortó Liam metiendo su cabeza entre las suyas-. Bueno, pues te quedas con Harry y Louis y con Zayn otro poco. Aunque vamos a estar casi todas las noches en casa de Larry.

-Bueno, mejor, ¿no?- observé.

-Sí. Oye, ¿y que harás mientras estemos ensayando?- preguntó Niall.

-Supongo que iré a la universidad a hacer todo lo que tenga que hacer y otros días iré haciendo turismo por Londres o ir de compras- respondí.

-¿Y a que hora decías que llegabas?- preguntó Louis.

-Sobre las cinco de la tarde- respondí-. No os retraséis, ¿eh?

-No, no, tranquila- respondió Harry sonriente.

-Bueno, chicos, tengo que hacer las maletas- comencé a despedirme-. Adióos.

-¡Adióoos!- se despidieron.

Cerré la ventana de la conversación y apagué el ordenador. Saqué la maleta de debajo de la cama y empecé a guardar mi ropa de verano en la maleta.


Cinco de la tarde. El avión aterrizó suavemente sobre Londres. La azafata informó que ya nos podíamos quitar los cinturones. Así lo hicimos todos, y a continuación comenzamos a bajar del avión. Mientras bajaba busqué con la mirada a los chicos.

Cuando llegué abajo aún no los había visto. Suspiré y fui a por las maletas. Las cogí y luego saqué mi iPhone del bolsillo. Comencé a andar, y cuando estaba a punto de darle a enviar a un mensaje que les había escrito...

-¡Pst! ¡Marta!

Levanté la cabeza y no pude evitar reírme ante la escena que tenía delante.
Los cinco estaban disfrazados con bigotes, sombreros y gafas escondidos tras una pared.

-¡Ya pensábamos que no llegabas!- exclamó Zayn saliendo de su escondite.

-¡Y yo igual!- respondí, y luego Zayn y yo nos abrazamos.

Luego, abracé a Louis, que era el que estaba delante de Zayn.

-Oye, ¿y esos disfraces?- pregunté cuando nos separamos.

-Íbamos a salir normales, pero luego pensamos en las directioners, y pensamos que no te gustaría que aparte de nosotros también te recibieran cien fanáticas- respondió Niall riendo, y acto seguido me abrazó.

-Ah, todo muy normal.- Reí.

-Ya ves- rió también Niall.

Harry se quitó de encima de Liam, y luego se retiró el bigote y las gafas de la cara.

-Hola- dijo sonriendo y dándome un abrazo.

-Hola- respondí, devolviéndole el abrazo.

-Estoy contento, ¿sabes?- susurró-. Te voy a ver todos los días.

Sonreí.

-Yo mucho más- respondí-. No sabes cuanto.

Nos separamos, y tras una sonrisa disimulada, fui a abrazar a Liam, que se acababa de levantar del suelo.

-Muy originales los disfraces, ¿eh?- reí tras separarme de Liam.

-¿Verdad? Yo creo que nadie nos ha reconocido y...

-No sabes lo que es la ironía, ¿a que no?- interrumpí riendo.

-¿Era ironía? Es que como los disfraces molan tanto...

-Síi- ironicé de nuevo.

-¿Ves? ¡Si hasta lo reconoces!- exclamó Liam extendiendo sus manos hacia delante.

-¡Liam!- gritó Louis-. ¡Tú y las ironías no sois amigas!

-Joder, ¿otra vez?- se quejó.

-Otra vez- afirmó Niall riendo.

-Bueno, cambiamos de tema- cortó Liam un poco cabreado.

-Venga, eso mismo, vamos a comer- sugirió Niall, que echó a andar hacia la salida.

Pero nadie le siguió. El rubio seguía caminando alegremente, pensando que los demás íbamos detrás.

-¿Qué os parece Nando's?- preguntó cuando ya llevaba un par de minutos caminando. No obtuvo respuesta. Volvió a hacer la pregunta-. He dicho que podemos ir a Nando's.- Nada. Niall se giró, y cuando vio que no había nadie detrás de él puso cara de desesperado, mientras los demás nos reíamos a carcajada limpia. Niall nos localizó y volvió corriendo junto a nosotros-. ¡¿Pero vosotros sois tontos o masticáis agua?! ¡Iba yo como un retrasado por ahí y vosotros tan tranquilos aquí! ¡Ahora, para compensarme, me llevaréis a comer y pagaréis vosotros!- exclamó indignado.

-Niall, no cuela- rió Harry.

-Tenemos que acompañar a Marta a casa- añadió Louis.

-Quedaría un poco raro ir con dos maletones a comer pollo- observé.

-¿Y luego comemos?- preguntó Niall esperanzado.

-¡Luego descansamos! ¡Que tú no llevas una hora en un avión!- exclamé-. Venga, vamos.

-Guau, vas de mala leche, ¿eh?- rió Zayn.

-Es que a mi lado iba un friki que empezó a hablarme de la teoría de la relatividad- respondí soltando un bufido al final.

Los cinco rieron a carcajada limpia.

-Y luego, la señora que estaba al otro lado me contó la historia de se primer marido- añadí.

Otra carcajada.

-¿Vais a reíros de mis problemas o me vais a consolar por aguantar una hora ese tostón?- pregunté con la misma indignación de Niall.

-Tranquila, mujer, pero debes reconocer que es muy gracioso- rió Harry, pasando un brazo por encima de mis hombros.

-No, no lo es- respondí cruzándome de brazos-. Anda, vámonos antes de que os de una torta por no entender mi sufrimiento.

Harry rió. Los chicos volvieron a colocarse sus respectivas gafas, bigotes y sombreros, y Harry volvió a rodearme con el brazo. Cogí una de mis maletas, mientras Harry cogía la otra.

-¿Te traes toda la ropa?- preguntó cuando echamos a andar.

-¡Qué va! Eso es solo un cuarto.

Harry puso una mueca/cara de sorprendido/cara de Harry rara. Seguro que se imaginaba cuánta ropa tenía yo.

-Ey, una cosa- dije de repente-. Voy a ir a España una semana por la fecha de mi cumple. Mi madre dice que si queréis podéis venir.

-¿En serio?- preguntó Louis contento-. ¿No seremos molestia?

-¡Para nada!- respondí-. Es una casa en Coruña, ya que mi madre es de allí, donde hay muuuucho espacio. Y allí podemos ir a la playa, ya que en Inglaterra siempre hace frío.

-¡Yo voy encantado! Siempre quise ir a España, estoy aprendiendo español- dijo Niall.

-¿Ah, sí? Pues si necesitas ayuda, pregúntame- dije-. En mi casa hablamos todos español.

-Bueno, pues enséñame a decir: "Buenos días, me gustaría tomar un gran plato de alitas de pollo con una CocaCola fría. Que lleve un limoncito dentro, por favor"- pidió Niall.

-Carajo- murmuré en español-. Chico, ¿para que quieres saber eso?

-Está claro, para comer bien en España- aclaró Niall.

-Niall, haznos a todos un favor- pidió Zayn-. ¡¿PODRÍAS DEJAR DE HABLAR DURANTE UN DICHOSO MINUTO?!

-Vale- dijo Niall-. Ahí voy.- Selló su boca y se quedó completamente callado.

-Al fin- suspiró Zayn-. Bueno, Marta, cuéntanos qué tal la última semana de curso.

Comencé a relatar mi última semana en el instituto. Harry, Zayn, Liam y Louis me escuchaban, mientras que Niall hacía un esfuerzo para callarse. Echó un vistazo a su reloj, y cortando mi relato, exclamó a grito pelado:

-¡¡SÍ!! ¡LO CONSEGUÍ! ¡JA, ZAYN! ¡UN MINUTO SIN DECIR UNA SOLA PALABRA! ¡¿QUIEN ES AHORA EL PERDEDOR! ¡TÚ, NO YO! ¡JA, JA, JA!

Todo el aeropuerto ya se había girado a mirar en nuestra dirección. Liam y Louis se chocaron la palma contra la frente y Harry pegó un bufido. A Zayn se le hizo un tic en ojo, ese que cada vez le salía cuando estaba entre darle a alguien o echarse a llorar. Yo estaba que no sabía si reír o llorar.

-¿Zayn? ¿Zayn el de One Direction?- se escuchaba cuchichear entre algunas chicas.

-¡Chicas! ¡Son los de One Direction disfrazados!

-¡Es cierto! ¡Los rizos de Harry, son iconfundibles!

-¡Y la sonrisa de Niall!

-¡Y ese es Liam!

-¡Zayn es el que está parado ahí en medio!

-¡Y el otro es Louis! ¡Su culo es inconfundible!

Lo siguiente es un poco confuso. Una marea de chicas se abalanzaron gritando sobre nosotros. Fueron todas a por los chicos. Ellos atendían a todas las chicas que podían. Yo, por mi parte, intentaba salir de aquella manada de chicas. Agarré mis maletas y me abrí paso entre aquellas chicas que querían conocer a mis amigos. Cuando al fin estuve fuera, comencé a colocarme el pelo y la blusa que llevaba puesta.

"Sí que tienen éxito", pensé.

Estaba concentrada en colocarme todo lo que se me había descolocado entre aquellas chicas. Una de ellas, que estaba de última, se acercó a mí junto a una amiga suya, y me espetó:

-¿Y tú quién eres? ¿Y qué narices hacías con mi futuro marido?

-¿Futuro marido?- pregunté extrañada. Caí en la cuenta:-. Aaah, Harry. Son mis amigos, ¿es que acaso no puedo estar con ellos?

-¡Tú no eres su amiga! ¡Solo algo pasajero!- exclamó la segunda chica.

-Pues sí que les duran las cosas pasajeras- respondí.

Las dos pusieron caras de extrañadas.

-Ay, perdón, ¿no lo sabíais?- Me hice la tonta-. Conozco a Zayn desde los 5 años y estoy con los chicos desde hace casi un año.

Ambas pusieron una mueca de asco y se dieron media vuelta, casi a la vez, y se introdujeron de nuevo entre las chicas.

Un guardia de seguridad vino por un lateral y comenzó a abrirse paso entre las chicas mientras gritaba:

-¡Chicas! ¡Ya está! ¡Dejad a los chicos tranquilos! ¡Ya los habéis saludado! ¡Venga, echaos hacia atrás!

El hombre comenzó a echar a las chicas hacia atrás, y éstas se dejaron. Hizo una señal con la cabeza a los chicos para que fueran abandonando el sitio. Me buscaron con la mirada y me hicieron una señal para que fuera con ellos. Liam susurró al hombre algo, y éste me miró, haciéndome un sitio para dejarme pasar.

Fui con los chicos y los seis echamos a andar hacia la salida. Ya fuera, Niall dijo:

-Joba, sí que somos famosos. No me explico cómo nos han reconocido.

Los cinco restantes lo miramos con cara de "¡¿En serio, Niall, en serio?!". A Zayn le salió el tic en el ojo, lo que hizo la escena mucho más cómica.

-¿Qué pasa?- preguntó Niall, que no se enteraba de nada.

-¿No sabes cómo nos han reconocido, dices?- preguntó Zayn con su tic, acercándose poco a poco a Niall-. ¡¿No sabes cómo nos han reconocido, dices?! ¡¿NO SABES COMO NOS HAN RECONOCIDO, DICES?!

-Zayn, tío, relájate- dijo Louis cogiéndole de los hombros y echándolo hacia atrás, quedándose él delante de Niall-. ¡NIALL, TE JURO QUE YO TE AGARRO DEL CUELLO Y TE ENTIERRO VIVO EN MEDIO DE ESTIÉRCOL!

-Pero bueno, ¿ahora es culpa mía?

-Sí, Niall, es culpa tuya- rió Liam, que era el más calmado.

-Dejadlo, anda, no vamos a recibir a nuestra invitada de esta manera- se interpuso Harry.

-Eso mismo- apoyó Liam.

-Bueno, venga, llamemos a la limusina- dijo Zayn, ya relajado.

-¿Tenéis limusina?- pregunté sorprendida-. ¡No me contáis nada!

-Pues sí, la tenemos, y creo que ya conoces al conductor- respondió Louis sacándose el teléfono del bolsillo y marcando un número, para acto seguido llevarse el móvil a la oreja.

-¿Que lo conozco? No sé si lo sabéis, pero yo no suelo ir en limusina por ahí- dije.

-Fuiste una vez, ¿no?- dijo Harry.

-Sí, bueno, pero fui con vosotros a la casa de los jueces y...

-Pues eso- me interrumpió Harry.

-¿Stan? ¿Ahora es vuestro conductor personal?- pregunté.

-Se podría decir que sí- respondió Harry.

En ese momento una limusina negra (otra distinta a la de la primera vez) se paró justo delante de nosotros. La ventanilla del copiloto se bajó, y los seis vimos la cara sonriente de Stan.

-¡Todos a bordo!- exclamó.

Los seis subimos a la limusina tras guardar mis maletas en el maletero y nos dirigimos a casa de Louis y Harry. La que iba a ser mi casa durante los próximos tres meses.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Capítulo 33: Tortilla con sabor a éxito

Harry y yo fuimos a la cocina. Allí me dirigí a la despensa y saqué todos los ingredientes que necesitaba. Harry, por su parte, cogió asiento en la mesa y miró como yo dejaba difícilmente las patatas en el fregadero.

-Gracias por ayudarme- dije sarcásticamente cuando dejé la bolsa en el fregadero.

-De nada, mujer- dijo riendo.

-Venga, ayúdame- dije divertida.

Harry se levantó y vino junto a mí.

-A ver, ¿qué quieres que haga?- preguntó.

-Necesito que peles las patatas- dije tendiéndole un cuchillo.

-¿Yo? ¿Pelando patatas?- preguntó-. Ja, no.

-Pues entonces bate los huevos, sin mal pensar, por favor- dije riendo.

Harry ya tenía una sonrisa pícara en la cara, sabe Dios lo que se le pasó por la cabeza.

-Vale- dijo yendo hacia la nevera y sacando dos cartones de huevos.

Fue hacia el fregadero y empezó a romper los huevos en un bol, mientras yo pelaba patatas a su lado. Terminó de romper los huevos y comenzó a batirlos con un tenedor. Era bastante torpe, mientras yo pelaba las patatas tranquilamente.

-Marta, esto es imposible- dijo cuando ya llevaba un par de minutos.

-No será para tanto- dije-. A ver, que te ayudo.

Fui a lavarme las manos y luego fui junto a Harry.

-Mira, tienes que sujetar así el tenedor- dije. Puse mis manos sobre las suyas, enseñándole cómo coger el tenedor y a su vez, el bol. Cuando me di cuenta de la situación, ya era demasiado tarde, él también se había dado cuenta. Lo vi sonriendo, mirando nuestras manos. Cuando se dio cuenta de que yo le miraba, él hizo lo mismo y esta vez sonrió enseñando los dientes.

-Al final cocinar sí es divertido- dijo.

Aquello me dejó sin palabras, respiración o cualquier signo de vida.

-Nunca dije que no lo fuera- sonreí.

Harry se estaba acercando, pero yo me separé y volví a pelar patatas, dejándole a él con cara de memo. No pude evitar reír un poco al ver como me miraba.

-Que tonto eres- dije riendo.

Harry se limitó a mirarme de lado.

-Y tú mala- añadió.

-Ya lo sé- dije riendo.

Seguí pelando las patatas, mientras Harry batía el huevo y me miraba de reojo.

-Como no atiendas te vas a manchar- dije riendo, sin quitar las vistas de la patata que pelaba.

-Que va, no me voy a... Uy.- Se acababa de manchar con el huevo en su camiseta blanca-. Mierda, mi camiseta.

Solté una carcajada, mientras Harry se quitaba su chaqueta y la dejaba en la silla.

-Joder, que mala suerte- se quejó, y acto seguido se quitó la camiseta, dejando desnudo su blanco torso. Debí quedarme embobada mirándole, porque luego Harry añadió con una sonrisa pícara:-. Estoy bueno, ¿a que sí?

Salí de mi "embobación" y respondí, en tono irónico:

-Síi, una cosa loca.

Aunque en mi cabeza sabía que lo que dije no tenía nada de ironía.

-Ya sé que te encanta, pero me vas a comer con la mirada- bromeó.

-¡Eso es mentira!- repliqué.

-Sabes de sobra que no- dijo con una sonrisa.

-Vete a por una camiseta, anda, que me dañas la vista- dije sonriendo y volviendo a las patatas.

-Ya voy- dijo, y cuando estaba en la puerta, añadió:-, ¿me acompañas?

-¿Necesitas que te acompañe para ir a coger una camiseta?- pregunté.

-Así es. Acompáñame- respondió.

-No, gracias- reí.

-¿No?

-No.

-Porfa- insistió.

-No.

-Porfa.

-No.

-Porfaaaaaaaaaaaaaaaaaa- pidió Harry como un niño pequeño desesperado.

-Vaaaaaale- accedí al final sonriente-. Vamos.

Harry puso una sonrisa triunfadora y se dirigió hacia las escaleras conmigo detrás.

-Vale, ahora busco una camiseta, ¿cuál me va con esta ropa?- preguntó Harry poniendo voz de niña pija.

Reí, y contesté:

-Y yo que sé.

-Ay, tía, no tienes sentido del gusto- se quejó Harry.

Volví a reír. Está loco. Sacó una camiseta del cajón. Una blanca con una foto de Mick Jagger y su apellido. La que llevó en el vídeo que grabaron hace un mes con su vocalista, Vas Happenin Boys?

-Esta, ¿te parece?- preguntó, enseñándola.

-Me parece- respondí.

Harry sonrió y se puso la camiseta.

-¿Bajamos? La tortilla no se hace sola- dije sonriendo.

-Vale- dijo Harry, con su permanente sonrisa.

-Ah, por cierto, ¿por qué tuve que subir?- pregunté sonriendo, mientras íbamos a la puerta.

-Porque quiero estar el máximo tiempo contigo.

Sonreí, y, por primera vez, fui yo la que besó al otro.


Quince minutos después, Harry colocaba la tortilla cuidadosamente en un plato grande.

-Muy bien- lo felicité sonriendo-. Ya sabes hacer una tortilla.

-Si es que soy un chef de primera- respondió él-. Ahora lo comprobarás cuando vayamos a comer.

-Tonto- dije sonriendo-. Coge bebidas, anda, que yo llevaré un mantel y la tortilla al jardín.

-Sí, señora- dijo tendiéndome la tortilla y abriendo el cajón donde estaba el mantel.

Cogí ambas cosas y salí de la casa camino al jardín.

-¡Hola chicooos!- saludé.

-¡¡Aleluya!!- gritó Niall-. Me estaba planteando comerme a Liam del hambre que tenía.

-¿Y por qué yo?- se quejó Liam.

-Porque eres el que más carne tiene- respondió Niall como si fuera evidente-. Eres más alto y estás más desarrollado, ¡sentido común!

-Callad y ayudadme a poner el mantel- les corté.

Louis se levantó y me cogió el mantel.

-Anda, Niall, ayúdame- dijo mientras desdoblaba el mantel.

-¿Y por qu...?- empezó a quejarse.

-Porque como no me ayudes no comes- sentenció Louis.

Niall resopló, se levantó, y ayudó a Louis a colocar el mantel sobre el césped. Luego, se dejó caer, como si estuviera agotado.

-No me explico, por más que le de vueltas, como Niall puede estar delgado- comentó Zayn sentándose junto al mantel.

-Totalmente de acuerdo- dijo Liam sentándose al lado de Zayn.

-Niall, quita- dije dándole un suave toque con el pie-. Voy a colocar la tortilla.

-Solo si el primer trozo es para mí- respondió.

-¡Que te quites, caray!- exclamó Louis.

-Valeee, valeee- dijo Niall sentándose bien.

Dejé la tortilla en el centro del mantel, y en ese momento, apareció Harry, llevando a duras penas seis botellas de Coca-Cola con una pajita dentro cada una. Dejó las seis botellas sobre el mantel y se dejó caer sobre la hierba.

-Ey, faltan platos- observó Liam.

-Joder, ahora que me acabo de sentar- se quejó Harry-. Uno que me ayude a traer los cubiertos.

-Ya voy yo- se ofreció Zayn.

Los dos se fueron a por los cubiertos y platos, y en cinco minutos ya estábamos comiendo los seis.


Aparté mi plato hacia delante, completamente llena.

-Estaba rica, ¿eh?- dijo Harry sonriendo.

-Claro, pero porque la hice yo- contesté.

-Yo le di la vuelta, y para eso hace falta mucho arte- se quejó Harry.

-Le diste la vuelta, y yo te ayudé- corregí sonriendo-. Vamos, que lo hice todo yo.

Harry puso cara de niño pequeño enfadado. Yo, por mi parte, me tumbé boca abajo junto a Niall, que también estaba en esa postura bebiendo su Coca-Cola.

-¿Brindamos?- propuso Louis.

-Vale, ¿por qué?- preguntó Harry.

-Pues por esto, por nosotros- respondió Louis.

-¡Sí!- exclamó Niall-. Venga, un brindis, por nosotros.

-¡Por nosotros!- exclamamos los demás a la vez riendo.

Cada uno se llevó su respectiva pajita a la boca y bebió.

-No quiero que esto se acabe nunca- dijo Zayn después de separar su boca de la pajita.

-Ni tú ni nadie- añadió Liam.

-Sí, bueno, eso- se auto corrigió Zayn con una sonrisa.

Los seis nos quedamos en silencio. Pegué un trago a mi Coca-Cola mientras pensaba en lo que dijo Zayn. No, eso no podía acabar. Pasaron un par de minutos, hasta que un teléfono móvil interrumpió aquel silencio. Era el de Louis. Éste se sacó el teléfono del bolsillo y miró en la pantalla el número. Levantó la mirada y nos miró uno por uno a todos con cara de sorprendido.

-¡Cógelo!- exclamó Harry al ver su expresión.

Louis asintió y descolgó.

-Hola, sí, estamos todos. ¿El altavoz, dices? Sí, enseguida.

Se apartó el teléfono de la oreja y pulsó el botón del altavoz.

-Ya está- dijo Louis.

Y entonces, la voz más inesperada que podía haber nos saludó feliz al otro lado de la línea.

-¡Simon!- exclamaron los cuatro restantes.

-¿Qué tal chicos?- preguntó-. Os llamo porque tengo buenas noticias. Consideradlas mi regalo de Navidad.

-Dinos, dinos- insistió Niall.

-Vale, ahí van, pero aviso, pueden provocar reacciones inesperadas...

-¡Dilas ya!- interrumpió Zayn-. Nos tienes en ascuas.

-Valeeee.- Simon hizo una pausa dramática, y luego exclamó:-. ¡Os he conseguido un contrato discográfico!

Todos nos pusimos a saltar de alegría y nos abrazamos entre nosotros. Simon reía al otro lado de la línea, se esperaba esa reacción. Nos abrazábamos uno por uno. Primero abracé a Niall, luego a Louis, luego a Liam, luego a Zayn y por último a Harry.

-Felicidades- le susurré al oído cuando le abracé.

-Gracias- respondió-. ¿Sabes cuánto van a cambiar nuestras vidas a partir de ahora?

-Muchísimo.

Y vaya sí cambió.



El timbre que indicaba el final de las clases sonó con todas sus fuerzas. Todos los alumnos se levantaron de sus asientos eufóricos. El verano acababa de llegar. Cogí mi mochila y corrí hacia la puerta tras despedirme de algunos compañeros. Fuera hacía sol, y todos los alumnos salían sonrientes, planeando sus vacaciones junto a sus amigos. Yo ya las tenía preparadas desde hacía semanas. Al día siguiente me iría a Londres, donde me encontraría con los chicos de One Direction.

Fui corriendo a casa, donde ya estaba toda mi familia preparada para comer.

-¡Hola mami, hola papi, hola Jorge, hola Pablo!- saludé nada más entrar.

-¡Hola, Marta!- saludaron todos.

-Acaban de llegar tus notas por correo- anunció mi madre-. Estoy muy orgullosa de ti, hija.

-Gracias, mamá- respondí sonriendo-. ¿Qué saqué, qué saqué?

-Míralo tú- respondió mi padre tendiéndome un papel.

Lo cogí y lo miré. Asignatura por asignatura. Calificación por calificación. Una sonrisa se dibujó en mi cara al terminar de leerlas todas.

-Felicidades, hermanita- se adelantó Pablo, dándome un abrazo.

-Gracias- respondí-. ¿Y tú? ¿Qué tal?

-Genial- respondió separándose.

-Las mejores notas de la clase- interrumpió mi padre orgulloso.

-¡Felicidades!- exclamé sonriendo.

-Gracias, enana- respondió Pablo sonriente, yendo hacia la mesa.

-¿Y Jorge? ¿Tú qué tal?- pregunté.

-¡Genial! ¡Tooooooodo sobresaliente!- exclamó saltando.

-¡Muy bien!- exclamé cogiéndolo en brazos.

-¡Ya lo sé! ¡Soy el más listo de la clase!

-No lo dudo, no lo dudo- reí.

Nos sentamos a comer. Yo entre mi madre y Pablo. Mi madre comenzó a cortar la carne asada que acababa de preparar y nos sirvió un trozo a cada uno. Luego, cada uno se sirvió sus patatas y comenzamos a comer. Jorge nos contó como fue su día.

-¡Y la profe nos dijo que no teníamos que hacer nada en verano!

-Mejor para ti, ¿no?- dijo Pablo.

-¡Sí! Aunque el año que viene sí que voy a tener que hacer deberes- respondió Jorge poniendo pucheros.

Seguimos todos comiendo, comentando cada uno su día, cuando en medio de la comida, mi padre dijo:

-Hemos pensado en lo que nos has dicho hace unos meses. Y tu madre y yo hablamos del tema, y aunque al principio nos parecía una mala idea, pensamos que puede ser lo mejor para ti. Decidimos permitirte eso si sacabas buenas notas, y mejores no han podido ser, así que nada más llegar tus notas hemos hecho lo que teníamos que hacer y... Bueno... Vas a ir a la universidad a Londres.

miércoles, 31 de julio de 2013

Capítulo 32: Holmes Chapel Tour

Llegamos a la casa de Harry. Harry sacó las maletas de Niall y Liam del maletero, y los seis entramos a la casa. Allí estaba Anne, que saludó a los dos nuevos que acababan de llegar. Subimos a la habitación de Harry, y éste colocó las sábanas de ambas camas.

-¿Queréis ver Holmes Chapel?- preguntó.

-¡¡Sí!!- gritó Niall.

-Pues venga, coged lo que necesitéis y nos vamos- dijo Harry sonriendo.

Cada uno cogió su chaqueta, y yo además cogí mi bolso, y los seis salimos a las calles de Holmes Chapel. Hacía bastante frío, y todas las casas estaban decoradas con luces de Navidad y muñecos de Papá Noel colgando de las ventanas. Fuimos por una callejuela, y llegamos a lo que parecía ser el centro del pueblo. Había algunos bares y dos o tres tiendas de alimentos.

-No hay mucho que ver, pero os digo que es un gran sitio- dijo Harry sonriendo.

-Ya veo, me gusta- comentó Louis-. Parece muy acogedor.

-Lo es- corrigió Harry-. Damos una vuelta y luego vamos a comer, ¿vale?

-¿Podemos comer primero y luego dar una vuelta?- preguntó Niall.

-No, no podemos- rió Harry.

Los demás también reímos, y Niall puso una mueca de desagrado. Echamos a andar por aquellas frías calles. Los habitantes de Holmes Chapel estaban paseando, tomando algo o haciendo la compra. Pasamos por tres calles, la principal tenía bares y tiendas en los bajos y en la primera y segunda planta había casas. Las otras dos calles estaban dedicadas a viviendas (muy bonitas, por cierto).

-Me encanta Holmes Chapel- comenté-. Es muy bonito.

Harry sonrió y seguimos caminando. Llegamos de nuevo a la calle principal.

-Escoged un sitio para comer- dijo Harry-. El que mejor pinta os tenga.

-Eso es trabajo de Niall- rió Liam.

-Sí, eso, dejádmelo a mí- dijo Niall dando un paso al frente y examinando con la mirada los distintos locales-. Ese- dijo señalando a uno del que venía un olor que me encantó.

Los seis fuimos al interior y nos sentamos en una mesa en una esquina. Cada uno cogió la carta y pedimos lo que nos apeteció. Empezamos a charlar.

-Me encanta este sitio- comentó Louis-. Es muy tranquilo y bonito.

-Eres un copión- le dije riendo.

-¡Es la verdad!- exclamó-. Harold tiene una casa bonita.

-Ya lo sé- rió Harry-. Y como me vuelvas a llamar Harold te doy.

-No, por favor- pidió riendo Louis.

-¿Cuándo llega la comida?- preguntó Niall pegando pequeños botes en su silla.

-Niall, la pedimos hace dos minutos- respondió Liam como si estuviera diciendo que el tronco de un árbol es de madera.

-¿Y qué? Hay un restaurante en Bradford en el que pides y te traen la comida al momento- dijo Zayn-. ¿A que sí, Marta?

-Sí, pero eso es porque allí solo sirven una cosa- respondí.

-¿Y qué?- replicó.

-Que solo sirven una cosa- dije en el mismo tono que Liam antes.

Los demás rieron, y el camarero apareció con la comida. Todos empezamos a comer.

-Solía venir todos los domingos a comer aquí con mis padres y mi hermana- comentó Harry triste.

-¿Y ahora?- preguntó Niall.

-Mis padres se separaron, y los domingos comemos en casa- respondió Harry con la mirada perdida.

-Ah- dijo Niall apagado.

-Pero bueno, eso no importa, lo que importa es que estamos aquí, todos- dijo Harry sonriendo.

Los demás sonreímos, y seguimos comiendo mientras hablábamos de como había sido todo desde que abandonamos Londres. Al terminar, fuimos a una frutería y nos compramos una mandarina cada uno. Niall devoró la suya en un abrir y cerrar de ojos, e insistió en que yo le diera la mía.

-¡Porfaaaaaaaa!- exclamó.

-¡No! Es mía- me regodeé, mientras sujetaba la mandarina con un dedo.

-Jo, porfi- se quejó.

-Nooo- canturreé mientras cogía un gajo y me lo comía.

-Dame un gajo, por lo menos- suplicó como un niño pequeño.

Reí, saqué el gajo más pequeño de la mandarina y se lo di. Niall lo cogió y luego me miró con cara de odio.

-Prefiero uno más grande- dijo.

-No, tú querías un gajo, y yo te di lo que me pediste- respondí riendo.

-Niallín, es lo que hay- rió Harry dándole una palmada en la espalda.

-¡Que no me llames Niallín!- exclamó Niall tirándole el mini gajo en la cara a Harry.

-Pero te pega- comentó Louis-. Eres rubio y pequeñito.

-No soy pequeñito, soy grandito- se quejó el rubio cruzándose de brazos.

-Sí, puf, eres enorme- rió Zayn rodeando a Niall con el brazo.

-Oh, no, Zayn, como eres capaz de rodearlo con el brazo, yo ni llego- bromeó Harry, y acto seguido se colocó los rizos.

-Vete a la mierda, Harold- rió Niall.

-¡Eh! ¡Solo yo le llamo Harold!- exclamó Louis-. Harold es mío.

-Lo siento, Lou, tu Harold te está poniendo los cuernos- rió Liam.

Louis puso una cara comiquísima de estar ofendido, y Zayn, Liam y Niall empezaron a reír. Harry y yo nos sonrojamos (en mí normal, pero, ¿en Harry? Nah).

-Nunca vi a Hazza rojo- rió Liam.

-Yo tampoco- añadió Niall.

-Pues Marta se pone roja todos los días- dijo Zayn.

-Cállate- le mandé medio riendo.

-No me apetece- rió, dando un toque con su dedo índice en mi nariz.

Los demás rieron, y llegamos a un parque lleno de árboles, con un parque infantil en el medio. Nos sentamos en un banco, un poco alejado del parque infantil. Empezamos a hablar, y a Niall le entró hambre.

-¡Si acabamos de comer!- exclamó Liam.

-¿Y?- replicó Niall-. Mi hambre nunca cesa.

-Venga, te acompaño a comprar algo- dijo Liam.

Los dos se levantaron y se marcharon, camino de los restaurantes.

-¡Si os perdéis me llamáis!- gritó Harry.

-¡Vale!- respondió Liam, también gritando.

Los dos desaparecieron por el parque, quedándonos Zayn, Louis, Harry y yo.

-¿Vamos al parque infantil?- preguntó Louis, como un niño pequeño.

-¡Síii!- respondió Zayn feliz.

-¡Vamos!- gritó Louis levantándose y echando a correr.

-Si nos necesitáis, ya sabéis- dijo Zayn, guiñándome un ojo.

Zayn se fue corriendo detrás de Louis, y Harry y yo nos quedamos, de nuevo, solos. "Me odian, lo sé", me dije a mí misma. Miré a Harry, que a su vez me miraba a mí sonriente.

-¿Sabes? No sé como lo hacen- rió.

-Yo tampoco- dije negando con la cabeza lentamente.

-Y, bueno, ¿te gusta mi pueblo?- preguntó, algo ¿nervioso?

-Me encanta- respondí sonriendo.

-Me alegra mucho, espero que estéis cómodos este tiempo- dijo. Era adorable.

-Gracias, yo espero no ser una molestia- dije con una sonrisa tímida.

Harry sonrió y ambos nos miramos directamente a los ojos. Me perdí en aquellos ojos verdes que tanto me
gustaban.

-Cuando te pasa eso eres adorable- dijo sonriendo y mirando un momento hacia otro lado.

Me sonrojé (¿cuántas van?) y miré hacia el suelo. En ese momento empezó a nevar. Harry y yo miramos hacia arriba sonriendo.

-Hacía años que no veía nevar- dije.

-Es lo bueno de Holmes Chapel, en Navidad suele nevar mucho- sonrió Harry.

-Me encanta- añadí, mientras varios copos de nieve caían sobre mi pelo.

Harry solamente sonrió, y volvió a mirarme directamente a los ojos. Cuando dejé de contemplar la nieve caer, lo miré, y volví a perderme en aquellos ojos verde esmeralda.

-¿Recuerdas que me debes un beso de bienvenida a Holmes Chapel?- preguntó Harry casi susurrando.

-No, no lo recuerdo- respondí, en su mismo tono, sonriendo.

-Pues te lo recuerdo yo- respondió.

Harry se acercó poco a poco y redujo la distancia a cero. Nuestros labios volvieron a juntarse, como no lo hacían desde que nos despedimos en el aeropuerto. Harry puso su mano en mi mejilla, y yo no pude evitar sonreír. Harry hizo lo mismo, y ambos nos separamos un poco, quedando nuestras narices rozándose.

-¿Ya te acuerdas?- preguntó.

-Puede que ahora sí- dije riendo.

Harry sonrió y nos separamos. Se levantó y me tendió la mano.

-¿Vamos a buscar a los infantiles estos?- preguntó.

-Claro- dije cogiéndole de la mano y yendo con él en la misma dirección en la que se habían ido Zayn y Louis antes.


El reloj marcaba las diez de la noche. Los seis estábamos en pijama sentados en el sofá de la casa de Harry mientras nos comíamos dos pizzas que habíamos pedido. Estábamos viendo una película de un delfín. Era una elección de Liam, que ese día estaba sentimental, y por su culpa, Niall, Zayn y yo llorábamos junto a él. Harry me estaba rodeando con el brazo, mientras me calmaba y se reía por lo bajo.

-No hace gracia- le susurré en un momento dado.

-Sí la hace- replicó susurrando en mi oído, dejándome la carne de gallina.

-No- respondí-. Es muy triste.

-La película no, tú- corrigió-. Estás muy mona cuando lloras.

Me sonrojé, y menos mal que estábamos a oscuras y no lo pudo notar.

-Mentira, déjame ver la peli- dije tocándole un rizo.

-Vale, pero que conste que nunca miento- dijo apretándome contra él más fuerte.

Seguimos viendo la película, y al terminar eran las doce y cuarto.

-Es temprano- dijo Louis-. Yo todavía no quiero dormir.

-Ni tú ni nadie- dijo Zayn-. ¿Qué hacemos?

-Subimos y decidimos en la habitación lo que hacemos- sugirió Harry.

-Me parece bien- dijo Niall, secándose las lágrimas que la película le había provocado.

Los seis nos levantamos y subimos las escaleras camino de la habitación. Al llegar, cada uno se dejó caer en su cama.

-Hey- me susurró Harry al oído-. Me pido el lado derecho.

-¿Cuál es la derecha?- pregunté. Se podía interpretar de dos maneras.

-El lado en el que estás tú- respondió sonriendo.

-Puff...- sonreí, me levanté y dejé que Harry se cambiara de lado. Me dejé caer donde antes estaba él.

-¿Y qué hacemos?- preguntó Louis.

-Podemos comer- sugirió Niall. Recibió un cojín en la cara por parte de Harry.

-¡Calla ya con comer!- exclamó el rizos.

-¡No quiero!- exclamó el rubio devolviéndole el cojín a Harry.

-¡Pelea de almohadas!- gritó Louis agarrando otro cojín y tirándomelo a mí.

-¡Ay!- exclamé, cogiendo el cojín y tirándoselo a Louis, pero fallé y sin querer le di a Liam, que estaba a su lado.

-¡Eh!- exclamó, tirándome de nuevo el cojín.

Por el otro lado, Harry tiraba cojines a Niall y Zayn.

-Esperad- corté, y todos pararon de lanzar cojines-, ¿por qué sois todos contra nosotros?

Los demás se miraron y comenzamos una nueva guerra, esta vez todos contra todos. Salí perdiendo. Esos chicos me ganan en fuerza, y en tamaño, y en todo.

Terminamos sobre la una menos veinte (sí, lo sé, una pelea duradera). Acabamos agotados, y decidimos ir a dormir ya. Cada uno preparó su cama y nos metimos en ella.

-Zayn- dijo Harry de repente.

-Dime- respondió el moreno.

-Te aviso, hiciste mal en escoger dormir con Niall- rió Harry.

-¿Por...?- preguntó preocupado.

-Niall se mueve mucho, si no que te lo diga Marta, que en su casa tuve que acabar durmiendo en el suelo- respondió Harry tumbándose de lado.

-Ay Dios, Harry, cámbiame el sitio- pidió Zayn con voz desesperada.

-No, gracias- respondió Harry con voz cantarina.

-Marta, porfi- me pidió.

-No- respondí tapándome mejor.

Zayn hizo lo mismo con Liam y Louis, y la respuesta fue la misma, mientras Niall se reía a carcajadas. Al final los dos se durmieron enseguida, al igual que Liam y Louis. Yo no conseguía dormirme. Por más vueltas que daba en la cama, no lo conseguía.

-Harry- susurré al fin.

-Dime- respondió él con voz adormilada.

-No consigo dormir- dije mirando hacia él.

Harry cambió de postura. Se puso de lado mirando hacia mí y se acercó. Me rodeó con sus brazos y me apretó contra él.

-Recuerda que yo estoy aquí- dijo.

Me quedé dormida al instante sobre su pecho, y toda la noche estuve soñando con él, con Harry.


A la mañana siguiente me desperté con los primeros rayos de sol que entraban por la ventana. Noté que alguien acariciaba mi pelo despacio, dulcemente. Abrí los ojos y me encontré sobre el pecho de Harry, el cual estaba despierto, mirándome. Cuando vio que me desperté, empezó a jugar con un mechón de mi pelo.

-Buenos días, dormilona- me susurró.

Le miré y sonreí, y puse mi cabeza en la almohada a su altura.

-Buenos días- sonreí.
-Eres adorable al dormir- dijo.

-Y tú al despertarte- respondí sonriendo.

Harry sonrió y se acercó a mí, hasta darme un beso de buenos días.

-¿Despertamos a los demás?- preguntó.

-Vale- dije, sentándome en la cama.

-Pero al estilo Harry- dijo imitando mi acción y guiñándome un ojo.

-¿Y cuál es el estilo Harry?- pregunté.

-Ya verás- dijo levantándose y yendo hacia la cama de Niall y Zayn-. Mira y aprende.

Se subió a la cama y empezó a saltar mientras gritaba:

-¡Buenos díaaaaaaas! ¡A levantaaaaarseeee!

Zayn y Niall empezaron a revolverse en la cama y a gruñir.

-¡Veeeeeengaaaaa!- gritaba Harry-. ¡Arriiiiiibaaaaa!

En la otra cama, Liam y Louis estaban tapándose la cabeza con la almohada, esperando a que Harry se callase. Como sus dos camas estaban cerca, Harry empezó a saltar de una cama a otra, mientras no paraba de gritar que se levantaran.

-¡Vaaaaaamoooos! ¡Tooodooo el mundo arriba!

-Noo- gruñó Niall.

-¡Síi!- vociferó Harry.

Yo mientras tanto me partía sentada en nuestra cama, mientras Harry parecía un conejo saltando y los otros rezaban para que callara.

-Vale, vale, ya vamos, para ya- dijo Liam ya harto.

-¡No pararé hasta que todos os levantéis!- dijo Harry saltando en una cama.

-Ya vamos, ya vamos- dijo Zayn sentándose en la cama y colocándose el pelo.

Los cuatro se levantaron a regañadientes, mientras yo me levantaba riéndome de la escena que acababa de presenciar.

-La próxima vez me ayudas- me susurró Harry al oído al pasar a su lado.

-Claro- respondí sonriendo y saliendo por la puerta.

Bajamos a la cocina, donde Anne leía el periódico mientras tomaba un café.

-Buenos días, Anne- saludé al entrar.

-Hola, mami- saludó Harry.

-Buenos días, Anne- saludaron los demás.

-Buenos días, chicos- saludó.

Se levantó y dejó su taza en el fregadero, dejando la mesa libre para que nosotros pudiéramos sentarnos todos a la vez para desayunar.

-Hoy hace buen día, dijeron en la televisión que va a haber 20º- dijo Anne-. Podéis salir al jardín, ¿qué os parece?

-Vale- respondimos.

Di un trago a mi zumo de naranja y miré a mis amigos. Harry comía animadamente, Liam, tranquilamente, y los demás con una cara de sueño que no podían con ella. No pude evitar reírme ante la escena.

Terminamos de desayunar y fuimos a ducharnos por turnos. Me dejaron la primera los muy majos. Me puse un jersey de lana azul y unos pantalones negros. Me hice una coleta para estar más cómoda. Bajé al salón, donde estaban los chicos viendo la tele esperando por sus turnos. Fueron uno por uno, mientras los demás veíamos Bob Esponja. Al terminar, salimos al jardín. La gran piscina estaba tranquila en el centro del jardín. Curiosamente, no estaba sucia.

-Si queréis por la tarde nos bañamos- sugirió Harry.

-Vale- accedió Louis riendo.

Solo de pensar en bañarme en diciembre un escalofrío me recorrió el cuerpo.

-¿Cómo sois capaces de bañaros en diciembre?- pregunté.

-Los chicos somos más fuertes, qué quieres que te diga- dijo Louis con aires de superioridad.

-La verdad, por favor- dije riendo.

Louis me hizo burla y nos fuimos a sentar al césped. Nos pasamos la mañana hablando, no sé cómo, siempre que estoy con estos chicos el tiempo se me pasa volando. Niall estuvo hablándonos de Violet, su compañera de avión, a la cual no volvió a ver desde entonces. A las dos, decidimos comer.

-¿Cocinamos algo?- pregunté.

-¿Alguno sabe cocinar?- preguntó Liam riendo.

-Yo- respondí. Los demás se encogieron de hombros, en señal de que ellos no sabían cocinar. Reí, y añadí:-. Harry, dime qué tenéis en la despensa y hago algo.

-Pues hay huevos, patatas y sal, y poco más- respondió.

-Vale, hago una tortilla española- dije levantándome-. Podemos tomarla aquí, ¿os parece?

-¡¡Síii!! ¡Un picnic!- exclamó Niall-. Me encantan los picnics.

-Voy a necesitar que uno de vosotros me ayude en la cocina- pedí.

-Yo no- dijo Louis.

-No- añadió Niall.

-Ah, ah- dijo Liam en señal de negación.

-Ni yo- finalizó Zayn.

Al ver la situación, Harry exclamó:

-¡Pero yo no sé cocinar!

-No hace falta que cocines- dije-. Solo tienes que ayudarme.

-Vaaale- accedió.

Noté la mirada pícara de Louis sobre nosotros. No sé como lo hacen. Así os lo digo.

viernes, 26 de julio de 2013

Capítulo 31: Welcome to Holmes Chapel

Antes de que terminara el 24 de diciembre, Zayn y yo llamamos a Louis por Skype y le cantamos el cumpleaños feliz a grito pelado, a lo que éste respondió con un gracias mucho más alto que nuestra canción.

-¡¡Gracias chicos!! ¡Os quiero!

-¡Y nosotros a ti!- exclamamos.

-¡Mirad mis regalos!- exclamó. Louis empezó a sacar sus regalos uno por uno y a ponerlos delante de la cámara-. Envidiadlos.

-Los envidiamos- rió Zayn.

-Así me gusta, ahora me voy, comed muchas zanahorias, mis pequeños- se despidió.

-Descuida, lo haremos- reímos Zayn y yo.

Louis colgó, y luego Zayn tuvo que marcharse a su casa, y yo me fui a dormir temprano.


Amaneció el 25 de diciembre. Toda mi familia iría llegando ese día durante la mañana. Yo me levanté tambaleándome del sueño, y al llegar abajo, encontré a mis hermanos sentados en el suelo con mi padre preparando la cámara. Era tradición abrir los regalos a la vez mientras mi padre grababa. Jorge se levantó de un salto, gritando:

-¡Por fin!

-Venga, chicos, ya podéis abrir los regalos- dijo mi padre-. Mirad los nombres, así sabéis de quien es cada regalo.

Jorge corrió hacia los regalos. Primero fue hacia los más grandes, y como vio que llevaban su nombre, empezó a abrirlos a correr. Pablo y yo, en cambio, fuimos hacia los más pequeños, y buscamos los que llevaban nuestro nombre. Encontré uno mío, y empecé a abrirlo cuidadosamente. Mi cara se iluminó al ver lo que había dentro. ¡Era un teléfono nuevo! ¡Y un iPhone! Pegué un gritito y me iba a abalanzar sobre mis padres, pero el hecho de estar Jorge presente me retuvo. Simplemente los miré, les sonreí, y con mis labios pronuncié un "gracias". Mi hermano Pablo encontró otro paquete con su nombre. Era otro iPhone.

-¡Guau! ¡Justo lo que quería!- exclamó.

-Nos alegramos que te guste- habló mi madre en nombre de los dos.

Pablo les sonrió y junto a mí, siguió echando un vistazo a todos los paquetes. Jorge, por su parte, acababa de abrir un Scalextric el cual era casi más grande que él. Luego, encontró un juego para la Wii. Pablo encontró una carcasa para su nuevo iPhone, mientras yo encontré un libro que estaba deseando leer.

Cuando terminamos, fuimos a desayunar todos juntos. Jorge comentaba lo contento que estaba con sus regalos, y Pablo y yo estábamos configurando nuestros nuevos teléfonos, para poder presumir de ellos delante de nuestros primos. Lo conseguimos cuando terminamos de desayunar, y luego corrimos todos a vestirnos. Estuvimos preparados en media hora. Mi madre corrió a preparar la comida, mientras mi padre entretenía a mi hermano y Pablo y yo esperábamos a recibir a los familiares.

A los cinco minutos aparecieron mis abuelos. Mi abuela nos besó en la frente a cada uno y mi abuelo nos abrazó a los dos. Entraron acompañados por nosotros, y mi abuela insistió en ayudar a mi madre, mientras mi abuelo iba a hablar con mi padre y Jorge. Pablo se colocó la camisa y yo volví hacia la puerta, sacando mi iPhone nuevo.

Pasados cinco minutos, el timbre volvió a sonar, y fuimos a abrir. Los que habían llegado eran nuestros tíos y nuestro primito de 7 años, Peter. Dimos dos besos a los adultos y Peter corrió junto a Jorge. Solo faltaban por llegar nuestros otos tíos y primos. Llegaron al cabo de quince minutos. Mis tíos nos saludaron y fueron al interior, y delante estaban nuestro primo Dani de 16 años y nuestra prima Yoli de 18. Les enseñamos nuestros regalos y fuimos al salón.

A las dos comimos todos juntos en el comedor, y la familia se marchó sobre las ocho de la tarde. Yo subí a mi habitación a preparar las maletas. Al día siguiente nos íbamos a Chesire. Volvería a ver a los chicos después de cinco días (cinco días interminables).

Mientras preparaba la maleta llamaron al timbre de mi casa, y al minuto, mi hermano Jorge me dijo que Zayn había venido a visitarme. Detrás de él entró Zayn sonriente.

-Me voy- anunció Jorge.

-Hola- saludó Zayn, cerrando la puerta detrás de él.

-Ayúdame con la maleta- le mandé.

-Yo también me alegro de verte- bromeó.

-Sí, lo siento, es que no sé que llevar- dije revolviendo en mi armario.

-No es para tanto- le quitó importancia.

Bufé. No era capaz de decidirme, así que saqué toda la ropa de invierno de mi armario.

-Lo llevaré todo- dije-. Y cuando sea el momento de ponerme la ropa decidiré lo que me voy a poner.

Zayn rió un poco, y luego me dijo:

-Tú y la ropa, no es normal.

-Ya lo sé- reconocí-. Por cierto, ¡¿sabes que me regalaron por Navidad?!- pregunté saltando.

Zayn hizo un gesto con la cabeza para que se lo dijera.

-¡Un iPhone!- grité sacándomelo del bolsillo.

-¡Guau!- exclamó Zayn levantándose-. ¡Esto es increíble! ¡Esto es... Es...! Yo tengo uno igual- dijo cambiando su expresión y sacando su nuevo iPhone del bolsillo.

-Eres tonto- reí mientras le daba un golpe con un cojín.

-¿Yo? ¿Tonto? Jamás- dijo mientras cogía otro cojín y me daba en la cabeza.

-¡Ay! ¡A mí nadie me da con un cojín!- exclamé.

-Nadie excepto yo- dijo dándome otro golpe.

Seguimos riendo y empezamos una batalla de cojines. Se puede decir que acabamos tirados en el suelo riendo como tontos.

-Vale, ya está- dije cuando terminamos de reír, levantándome.

-Sí, tienes que acabar tu maleta- respondió Zayn-. Teniendo en cuenta que vas a llevar toda tu ropa...

-¿Y tú, cuántos espejos llevas?- pregunté riendo.

-No muchos, solo nueve- respondió.

-Solo, dice...- murmuré riendo.

-Solo, sí, por si se me rompe alguno- respondió-, o también por si a Harry se le da por cogerme alguno.

-Ah, tú siempre tomando precauciones- dije riendo.

-Ya ves- dijo cogiendo un jersey y doblándolo, para luego meterlo en la maleta.

Zayn siguió ayudándome a preparar la maleta hasta que tuvo que irse a casa. Al día siguiente, mi padre había prometido llevarnos al aeropuerto a los dos. Me fui a dormir, pensando en que en aproximadamente 12 horas vería de nuevo a los chicos de One Direction.


A la mañana siguiente, mi padre conducía camino del aeropuerto con Zayn y yo en la parte de atrás hablando sobre lo que haríamos al llegar a Cheshire. Nada más llegar al aeropuerto, mi padre nos ayudó a llevar las maletas al interior del aeropuerto. Allí se despidió de nosotros, y nos dijo que fuéramos yendo ya al avión, que saldría enseguida. Zayn y yo corrimos hacia el avión, dejamos las maletas en el montacargas y fuimos a nuestros asientos.

-¡Estoy deseando llegar a Cheshire!- exclamó Zayn abrochándose el cinturón.

-Y yo, estoy deseando ver a los chicos- respondí colocándome el pelo.

-Querrás decir, primero a Harry, y luego a los demás- corrigió Zayn riendo.

Le di una colleja y reí.

-Eso es mentira, los quiero ver a todos por igual- repliqué.

-Claro que sí- dijo poniendo una sonrisa traviesa y cerrando los ojos, para quedarse dormido al instante.


El avión aterrizó suavemente en Cheshire. Empecé a zarandear a Zayn para que se despertara. Éste abrió los ojos despacio, y se dio cuenta de donde estábamos. Se levantó del sitio, al igual que yo, y fuimos hacia la salida del avión. Estábamos cogiendo las maletas, cuando noté que mis pies se elevaban del suelo y dos brazos fuertes me apretaban contra su cuerpo.

-¡¡Marta!!- exclamó Louis.

-¡¡Louis!!- exclamé yo-. ¿Me bajas, porfi?

-Uy, sí, claro- dijo dejándome en el suelo, luego, me giré y le di un abrazo.

-¿Y yo qué?- preguntó Zayn, fingiendo estar ofendido.

-No me olvido de ti, pequeñajo- dijo Louis yendo hacia Zayn y dándole un fuerte abrazo.

-¿Estás tú solo aquí?- pregunté.

-¿Y qué pinto yo solo en Cheshire?- rió Louis-. Estaba con Harold, pero lo perdí.

-Mucho más normal- rió Zayn-. Venga, vamos a buscar al rizos.

-¿Cuándo llegaste, Lou?- pregunté, cogiendo mi maleta.

-Hace una hora o así- respondió.

-Joder, llevas tiempo aquí- comentó Zayn.

-Ya ves, pero ahora estoy aquí, con vosotros- dijo Louis, rodeándonos a Zayn y a mí con el brazo, ya que iba en el centro.

Fuimos caminando por el aeropuerto, guiándonos de Louis, el cual se orientaba peor que yo en el desierto. En un momento dado, escuchamos una voz detrás de nosotros.

-¡Chicos!

Nos giramos. Harry venía hacia nosotros.

-¿Pero tú a qué te dedicas Louis?- preguntó-. Te pierdes como si nada...

-Perdona, pero es que me distraje- dijo Louis bajando la cabeza y llevándose las manos a la cara.

Harry rió y luego dirigió su mirada a Zayn. Los dos sonrieron un poco y se chocaron las manos.

-¿Qué tal?- preguntó Zayn.

-Genial, ¿y tú?- respondió Harry.

-Perfecto- respondió el moreno.

-Me alegro- dijo separándose y mirándome a mí. Sonrió y me saludó:-. Hola, te eché de menos.

-Y yo- respondí sonriendo.

Harry se acercó a mí y con su mano derecha cogió mi izquierda, mientras me daba un beso en la mejilla. Luego, se dirigió a los demás y dijo que tendríamos que ir a su casa a dejar las cosas, ya que a los vuelos de Liam y Niall les quedaban dos y tres horas respectivamente para llegar a Chesire. Cada uno cogió sus maletas, y Harry miró hacia las mías, luego miró hacia mí levantando una ceja y esbozando una sonrisa traviesa.

-¿Acaso te vienes a vivir aquí?- bromeó.

-Es que no me decidía por la ropa que iba a traer, así que traje casi toda- respondí riendo.

Harry asintió y me ayudó a llevar la maleta, sin perder la sonrisa. Los cuatro fuimos hacia la salida del aeropuerto y luego, Harry llamó a su madre para que pasara a recogernos. Ésta pasó a los cinco minutos, se supone que estaba por allí esperando. Harry puso las maletas en el maletero mientras los demás subíamos detrás. Harry se sentó en el asiento del copiloto.

-¡Hola, chicos!- saludó la madre de Harry-. Soy Anne Cox, pero podéis llamarme Anne.

-Encantados- dijimos los demás a la vez.

-Yo soy Zayn, él es Louis y ella es Marta- presentó Zayn.

-Encantada- dijo ella-. Abrochaos los cinturones, que nos vamos a casa.

Anne arrancó el coche y empezó a pilotar por las calles de Cheshire, mientras nos iba haciendo preguntas sobre nosotros. Era una mujer muy agradable. Tenía su melena castaña recogida en un moño no muy currado, sus ojos eran marrones y se le formaban los mismos hoyuelos que a su hijo al sonreír.

Llegamos a una bonita casa. Era muy grande y tenía pinta de ser acogedora. Anne aparcó el coche delante de la casa.

-Ah, por cierto, aunque Harry os haya dicho que esto es Cheshire- dijo Anne-. Es Holmes Chapel. Harry va al revés.

-Es que mamá, si no nadie lo conoce- se quejó Harry.

Anne rió y bajó del coche, al igual que los demás. Harry abrió el maletero y empezó a sacar las maletas, al acabar, cerró el maletero.

-Bueno, chicos, todos dentro- sonrió Anne abriendo la puerta del jardín.

Zayn y Louis cogieron sus maletas y entraron tras Anne. Yo iba a coger mi maleta, pero Harry no me dejó.

-Deja, esto lo llevo yo, que no creo que puedas tú sola- dijo sonriendo.

-Oye, que puedo perfectamente- dije.

-Era verte en el aeropuerto- dijo Harry sonriente, cogiendo la maleta, y haciéndome un gesto para entrar a la casa.

Suspiré, y me dirigí a la entrada, con Harry detrás de mí. El jardín de su casa era precioso. Había flores por todas partes, todas muy cuidadas. Desde la puerta por la que accedimos al jardín hasta la puerta principal había un camino de piedras. Fuimos hasta la puerta, ya abierta, porque Zayn, Louis y Anne ya habían entrado, y entramos. La casa era preciosa. Al entrar se accedía a la entrada, donde había un mueble donde se colocaban las llaves y todo eso, luego, se iba al salón, que tenía dos sofás color crema, una mesa de cristal y una gran televisión colocada en un mueble apoyado en la pared. En el lado contrario por el que entramos, en vez de haber pared, había una gran puerta corredera de cristal, por la que se iba al jardín de atrás, donde había una mesa para comer y la gran piscina de la que había hablado Harry. A la derecha, había un acceso al pasillo, donde se encontraban la cocina y un baño. Ese suelo estaba decorado con una alfombra muy bonita. Al final de ese pasillo, había unas escaleras para acceder al piso de arriba. Anne estaba guiando a Zayn y Louis por la casa, y subieron las escaleras. Harry y yo hicimos lo mismo. Arriba había una mesa pequeña redonda con un jarrón lleno de flores iguales a las del jardín. Delante había una ventana, y a la izquierda, un pasillo con muchas puertas a ambos lados, que debían ser los dormitorios.

-Bueno, chicos, os dejo aquí y ya os organizáis vosotros- dijo Anne-. Yo bajaré y si me necesitáis solo tenéis que avisarme.

Anne se dirigió de nuevo a las escaleras, dejándonos a nosotros solos arriba.

-Y, bueno, ¿cuál va a ser nuestra habitación?- preguntó Zayn.

-Ahora veréis- respondió Harry.

Se dirigió hacia la puerta del final y la abrió. Entró, haciéndonos un gesto a los demás para que entráramos. Así lo hicimos. La habitación era enorme. A la izquierda tenía un ventanal con vistas a la piscina. Enfrente de la puerta había un gran cama, y encima un par de estanterías. A la derecha había una mesa de estudio, con un montón de libros del colegio repartidos por ahí. Harry dejó mi maleta a un lado, y Zayn y Louis hicieron lo mismo con las suyas.

-¿Y dónde vamos a dormir?- preguntó Louis sentándose en un puf que había por ahí.

-Tenemos dos colchones hinchables en el sótano, los dos de matrimonio- respondió Harry sentándose en su cama-. Dos duermen en uno y dos duermen en otro.

-Te falta uno- dijo Zayn.

-Ah, sí, y otro duerme conmigo- añadió Harry.

-Vale, ahora a ver como nos repartimos- dijo Louis. Él y Zayn se intercambiaron una mirada cómplice-. ¡Yo duermo con Liam en una cama!

-¡Y yo con Niall en otra!- exclamó Zayn.

Harry y yo nos miramos. Los dos sabíamos lo que nos tocaba. Dormir juntos.

-Lo hacéis aposta- dije.

-Adivinaste- respondió Louis guiñándome un ojo.

Arqueé una ceja, y me senté junto a Harry en la cama. Zayn, que era el único que estaba de pie, cogió la silla que tenía Harry junto a su mesa y la arrastró a nuestro lado (la silla tenía ruedas).

-¿Cuándo vamos a recoger a los demás?- preguntó Louis.

-Mi madre nos deja el coche, porque si no no cabemos, e iremos en una hora- respondió el de rizos.

-¡Conduzco yo!- exclamó Louis levantando una mano.

-Es que eres el único que puede- rió Zayn-. Yo podré el 12, pero hasta entonces nada.

-Pues yo hasta un año nada- dijo Harry.

-Y a mí me da miedo conducir- añadí.

Louis y Harry me miraron sorprendidos. Zayn seguía indiferente, sabía todo de mí.

-¿En serio que te da miedo conducir?- preguntó Harry sonriendo.

-Sí- respondí-. Me da miedo distraerme y tener un accidente.

-Al principio da miedo, pero luego ya no- me animó Louis.

-Bueno- dije, dejándome caer hacia atrás en la cama, quedando mis piernas colgando y yo tumbada boca arriba en la cama.

-Venga, voy a colocar los colchones- dijo Harry-. Que uno de vosotros me ayude.

-Te ayudo yo- se ofreció Zayn.

-Pues vamos- dijo Harry levantándose y dirigiéndose a la puerta.

Ambos salieron, cerrando la puerta tras ellos.

-Ay, Martita, que malos somos- comentó Louis gracioso, sentándose junto a mí.

-Pues sí, ¿eh?- respondí riendo. Seguía tumbada.

Louis rió, se tumbó al igual que yo.

-Oye, que Harry es buen chico, no será para tanto- dijo Louis-. Él te quiere mucho, y Zayn dice que se nota que tú a él.

-Recuérdame que mate a Zayn- reí-. Pero, sí, le quiero mucho, pero...

-¿Pero qué?- me animó Louis.

-¿Recuerdas a Max?- pregunté.

Louis dudó.

-El hermano de Thalia- recordé, y luego solté una risita.

-Ah sí, ¿qué le pasa?- preguntó.

Le conté la vez que había comido con Max a la fuerza. Louis escuchaba atento, y cuando terminé, me dijo:

-Mira, Harry es uno de mis cuatro mejores amigos- dijo en tono tranquilizador- y sé que él no sería capaz de hacerte eso.

-Tienes razón- dije-. Por eso Max me cae taaaaan mal- dije marcando la "a" del "tan".

-Venga, ahora cuidaos esta noche- dijo Louis en tono pícaro.

-¡Louis!- exclamé dándole una suave colleja.

-¿Qué pasa? Sé como es Harry- dijo riendo.

-Que Harry sea como quiera, yo no soy así- dije riendo.

-¿Hablando de mí?- preguntó Harry divertido. Él y Zayn acababan de entrar con dos bolsas, en las que había un colchón enrollado en cada una.

-Sí, eso parece- respondió Louis en el mismo tono que Harry, y acto seguido se sentó en la cama.

Yo hice lo mismo que Louis, mientras Harry y Zayn abrían sus respectivas bolsas y las dejaban en el suelo, para luego conectarlos a la máquina. Ésta empezó a hacer un ruido muy molesto mientras se inflaba.

-Arj, no soporto este ruido- me quejé.

-Te aguantas- rió Louis, dándome un ligero empujón, haciendo que yo me tambaleara.

-Ay, a mí nadie me empuja- dije riendo y dándole un empujón igual, solo que él no se tambaleó.

-Eres una debilucha- se mofó-. Hay que darle con ganas. Venga, empújame.

Le miré. Lo decía seguro, así que le empujé con ganas. Nada. No se movió ni un milímetro. Los chicos empezaron a reír a carcajadas.

-¡Joder!- exclamé.

Me levanté y empujé a Louis con todo mi cuerpo. Conseguí que se moviera un centímetro. Ole Marta.

-Guau, chica, eres una fortachona- se rió Louis.

-No te rías- dije sentándome de nuevo.

-A ver, tienes que hacer así- me dijo Louis. Alargó una mano y me dio un suave empujón, haciendo que yo casi me caiga de la cama.

Zayn rió, y yo me senté bien, colocándome el pelo.

-Lo dejo- dije-. Me siento bien siendo una debilucha.

Louis rió también y me rodeó con el brazo, mientras con el otro me revolvía el pelo.

-¡No! ¡El pelo no!- exclamé.

-¡Eh, esa es mi frase!- exclamó Zayn.

-Ya, pero el pelo es mío- repliqué, quitándome a Louis de encima.

Me dejé caer de nuevo boca arriba en la cama.

-Tengo hambre- dijo Louis-. Voy a ver si encuentro la cocina.

Se levantó y se dirigió a la puerta. Harry ocupó el lugar donde antes estaba Louis. Zayn y Harry empezaron a hablar de cómo habían sido sus Navidades mientras yo me desenredaba el pelo. Louis volvió a los quince minutos, ya alimentado, por lo que parecía.

-¡Tu madre cocina como los ángeles!- exclamó nada más entrar.

-Lo sé- dijo Harry sonriendo pícaro.

-¿Vamos yendo al aeropuerto? Leeyum llegará en media hora- dijo Harry.

-¿Leeyum?- pregunté.

-Sí, le llamábamos así los últimos días- respondió Zayn-. Aunque él lo odia.

-Ah, bueno- dije sentándome y colocándome el pelo. Mi hombro rozaba el de Harry.

-¿Vamos?- preguntó Louis señalando la puerta.

-Sí- respondió Zayn.

Ellos fueron hacia la puerta, y Harry y yo nos levantamos de la cama. Bajamos las escaleras de la casa, y Harry cogió las llaves del coche de su madre y los cuatro salimos de la casa, no sin antes despedirnos de Anne.

-¿Cómo nos organizamos?- pregunté.

-Louis conduce- respondió Harry-, y tú vas conmigo.

Me sonrojé un poco, cosa que hizo que Harry riera un poco. Nos subimos en el coche, y Louis arrancó camino del aeropuerto, mientras Harry le indicaba el camino. Llegamos al aeropuerto en diez minutos (tuvimos que salir del pueblo para ir al aeropuerto). Nos dirigimos a unos asientos a esperar. Louis no paraba de hacer bromas, con las que los demás reíamos.

-El vuelo proveniente de Wolverhampton está a punto de aterrizar- anunciaron por megafonía.

-¡Leeyum!- exclamó Louis levantándose y yendo hacia la puerta por la que saldrían los pasajeros de aquel avión.

Los demás nos miramos y reímos. Nos levantamos y fuimos detrás de Louis, que esperaba emocionado en la puerta. Cuando los demás llegamos, un avión aterrizó delante de nosotros. De él empezó a bajar gente, y empezamos a buscar con la mirada a Liam. Nuestro amigo bajó en medio de un montón de gente, y cuando llegó junto a nosotros, le saltamos encima a abrazarle.

-¡¡Liam!!- gritamos.

-Hola, chicos- dijo él algo sorprendido, ya que no nos había visto-. Me habéis dado un susto de muerte.

-Lo sabemos- comentó Zayn, mientras los demás nos separábamos.

-¿Qué tal?- preguntó.

-Genial- respondió Louis.

-Y tenemos que esperar media hora por el duende- finalizó Harry.

-Me parece bien- dijo-. Ayudadme a coger mi maleta.

-¿Dónde se cogen las maletas?- pregunté.

-Os digo yo- dijo Harry, poniendo su mano en mi espalda y caminando con nosotros hacia una parte del aeropuerto.

Llegamos a donde se recogían las maletas, y Liam buscó la suya. Luego, regresamos a donde estábamos sentados antes, a esperar el vuelo de Niall.

-¿Qué tal en el insti, Liam?- preguntó Louis, dándole con el codo divertido.

-Prefiero estar aquí- respondió Liam.

-Todos, Leeyum, todos- dijo Harry sonriente.

-¡Que no me llames Leeyum!- exclamó Liam divertido.

-¡Que sí, hombre!- exclamó Zayn.

-Que no, Zayum- dijo Liam, improvisando la última palabra.

-¿Zayum?- preguntó Zayn riendo-. Estás falto de inspiración.

-Pues sí, la verdad- rió Liam.

-Por cierto, Liam, duermes conmigo- intervino Louis.

-¿Qué?- preguntó Liam sorprendido. Apuesto que pensamientos sucios pasaron por su cabeza.

-Hay tres camas- explicó Louis-. Tú duermes conmigo, Zayn con Niall y esos dos juntos.

-Esos dos...- repetí, mirando a Louis.

-Perdón, Harry y Marta- se auto corrigió Louis riendo.

-Ajá- dije riendo.

En ese momento, anunciaron por megafonía que el vuelo procediente de Mullingar estaba a punto de llegar.

-¡Niallín!- exclamó Harry tal y como había exclamado antes Louis.

Corrió hacia la puerta de salida, mientras los demás íbamos detrás.

-Harry se emociona, ¿no?- comentó Liam riendo.

-Louis hizo lo mismo contigo- rió Zayn-. Son iguales.

-Harold y yo somos muy compatibles- se regodeó Louis.

Llegamos junto a Harry, y el avión aterrizó en el aeropuerto de Cheshire. Esta vez, el primero en salir fue Niall, que se abrió paso entre la gente, y vino corriendo hacia nosotros.

-¡¡Niall!!- gritamos.

Niall saltó encima de nosotros y los seis nos abrazamos.

-¡Os eché de menos!- exclamó el rubio.

-Y nosotros a ti- respondí.

-Ay, Niallín, lo que te he echado de menos no se compara- bromeó Harry.

-Te voy a meter el Niallín por donde te quepa- dijo Niall, mientras nos separábamos.

Todos reímos, cogimos las maletas de Niall y nos fuimos al coche. Allí nos apretujamos como pudimos y fuimos a casa de Harry. Iban a ser los mejores cinco días de mi vida.

martes, 23 de julio de 2013

Capítulo 30: 26 de diciembre, llega ya

El avión aterrizó suavemente en Bradford. Zayn y yo nos levantamos y fuimos hacia la salida del avión. Recogimos nuestras maletas y salimos del aeropuerto. Zayn llamó a su madre para que pasara a recogernos. Cuando colgó, fuimos a la salida y nos apoyamos en la pared. Zayn suspiró.

-Mañana instituto- dijo-. No me apetece.

-¿Te crees que yo sí?-pregunté riendo.

-Bueno... No- rió él también-. Solo que yo no estoy acostumbrado, y tú sí.

-Pues estoy deseando desacostumbrarme- reí-. Menos mal que es el último año.

-Ya, yo a lo mejor ni lo termino- dijo Zayn mirando al frente.

-Mejor para vosotros, eso significaría que los chicos y tú tenéis un contrato musical- dije.

-Ya, pero no creas que te vamos a dejar aquí olvidada- me recordó Zayn mirándome de reojo.

-Solo faltaba- reí-. Y aunque no me llevarais, os seguiría, no lo dudes.

Zayn rió, y en ese momento escuchamos la bocina de un coche. Tricia Malik acababa de llegar. Zayn y yo metimos las maletas en el maletero, mientras Tricis salía del coche a abrazar a su hijo.

-¡Mi niño!- exclamó abrazándolo-. ¡No sabes cuánto te he echado de menos!

-Y yo a ti, mami- respondió Zayn abrazando a su madre.

Luego, Tricia se dirigió a mí y me abrazó.

-¿Qué tal en Londres?- preguntó.

-Muy bien- respondimos Zayn y yo a la vez.

Entramos al coche. Zayn y yo íbamos atrás y la madre de Zayn conduciendo.

-Siento mucho que hayáis quedado terceros- dijo Tricia-. Yo sigo pensando que sois los mejores.

-Muchas gracias mamá- agradeció Zayn modestamente-, pero tampoco es para tanto.

-Sí lo es, juntos sois increíbles, todas mis amigas me lo dicen- sonrió Tricia-. ¿Seguiréis con el grupo?

-Simon nos va a conseguir un contrato- respondió Zayn-. Dice que somos buenos.

-Y tiene razón. Por cierto, hijo, mañana vas a ir al instituto- recordó su madre.

-Sí, sí, no me lo recuerdes- contestó Zayn, mientras le cambiaba la expresión.

-Mañana paso a recogerte a las ocho- le recordé-. No tardes.

-Vale, vale.

Tricia aparcó el coche frente a su casa y los tres bajamos. Zayn sacó las maletas del maletero y me dio a mí la mía.

-Bueno, te veo mañana- se despidió-. Buenas noches.

-Buenas noches, Zayn- me despedí, y fui a mi casa.

Llamé al timbre, y me vino a abrir mi madre.

-¡Marta, hija! ¿Qué tal?- me saludó-. ¿Está por aquí Zayn? Que hace mucho tiempo que no lo veo.

-Se ha ido a casa, tiene que descansar- respondí, dándole un beso en la mejilla a mi madre.

-Ah, bueno, ya le veré mañana- respondió mi madre, cogiendo mi maleta y llevándola dentro-. Lleva la maleta a tu habitación y luego baja a cenar, que debes tener hambre.

Así lo hice. Nada más entrar en mi habitación, dejé la maleta al lado de la cama y bajé corriendo a la cocina. Allí estaba mi familia al completo. Los abracé uno por uno y me senté junto a ellos.

-Dile a tus amigos que yo creo que deberían haber ganado- me dijo Pablo.

-Puedes decírselo tú mañana a Zayn- respondí.

-Ah, ¿que Zayn está aquí?- preguntó mi padre.

-¡Claro! El concurso ya ha terminado- contesté.

-¡Yo quiero ver a Zayn!- exclamó mi hermano.

-Le verás mañana, cielo- le dijo mi madre, echándole patatas fritas en el plato.

-¡Hurra!- exclamó-. Quiero preguntarle si me trajo algún regalo de Londres.

-Seguro que sí- dijo mi madre sonriendo.

-Mamá, ¿luego puedo llamar a los chicos? Se lo prometí- dije.

-Claro, en cuanto acabes la cena puedes subir- respondió.

Sentí, y comí la cena a la velocidad de la luz. En cuanto acabé, me levanté y puse mi plato y mis cubiertos en el lavavajillas. Subí corriendo a mi habitación y cogí mi móvil, que estaba guardado en mi bolso. Marqué el número de Harry. Dos pitidos, y escuché su voz ronca al otro lado del teléfono.

-Hola princesa- saludó.

Noté mi cara ponerse roja hasta arriba.

-Hola Harry- saludé sonriente.

-¿Qué tal el viaje?- preguntó.

-Muy bien, ya os echo de menos- dije poniendo pucheros.

-Me alegro, y yo también- respondió, se notaba que estaba sonriendo-. ¿Ya cenaste?

-Sí, a correr para poder llamaros- respondí riendo.

-Estoy deseando verte- dijo-. Mi madre me deja invitaros.

-¿Sí?- exclamé sonriente-. ¡Estoy deseando que llegue el 26!

Harry rió.

-Te gustará Chesire- dijo-. Yo también estoy deseando que vengas. Digo, vengáis, eso, vengáis.

Reí, se notaban los nervios en su voz.

-Bueno, te llamo mañana- me despedí-. Todavía tengo que llamar a los demás.

-Adiós, que duermas bien- se despidió. Colgó.

Me separé el teléfono de la oreja y colgué yo también. Sonreí y suspiré. Marqué el número de Niall y esperé.

-¡Mi pequeña patata!- escuché gritar al rubio al otro lado de la línea.

-¡Potato!- exclamé-. ¿Qué tal el viaje?

-Perfecto, me senté al lado de una chica guapa, guapa- rió.

-¿Ah, sí? Que suerte- reí-. ¿Hablaste con ella?

-Ajá, y me dio su número- respondió triunfante-. Dijo que me llamará esta semana.

-¿Y como se llama?- pregunté, contenta por mi amigo.

-Se llama Violet, es muy maja- respondió-. Espero verla.

-Quiero conocerla- dije.

-Ya la conocerás cuando vengas a Irlanda- dijo, y escuché un golpe, como la caída de un objeto. Niall empezó a maldecir a su maleta con palabras que no voy a escribir.

-Em... ¿Niall? ¿Qué pasa?

-¡Se me ha caído la maleta encima del pie! ¡Y lo peor es que estaba llena!- respondió gritando-. Voy a ponerle hielo.

Empecé a reírme.

-¿En serio, Niall, en serio?- reí-. Si es que solo te pasa a ti.

-Lo sé, bueno, te dejo, voy a curar mi pie- se despidió-. Mañana hablamos.

-Adiós, que se te cure- reí, y los dos colgamos.

"Si es que solo a Niall", pensé, y luego reí yo sola. Llamé a Liam, el cual cogió después de tres pitidos.

-¡Hola!- saludó alegre.

-Hola Liam, ¿qué tal el viaje?- pregunté.

-Genial, ¿y vosotros?- preguntó.

-Muy bien, solo que ahora estoy cansada- respondí riendo.

-Es lo que hay, y oye, ¿te dijo Harry que sí le dejan?- preguntó.

-¡Síii!- grité-. ¡Estoy deseando veros! ¡Y os voy a dar un abrazo súper fuerte!

-¡Y yo a vosotros! Ya se os echa de menos- dijo.

-Sí, han pasado horas y es como si no os viera en días- respondí-. Bueno, a Zayn lo veré mañana recién levantado, que tampoco es un lujo.- Reí.

Liam también rió, y se escuchó un grito de una mujer.

-¡Liam, cielo, a cenar!

-Voy a cenar- anunció-. Buenas noches, que duermas bien.

-Y tú, Li, adióos- me despedí.

-Adiós. Espera, ¡que no me llames Li!

Le colgué, no le dio tiempo a terminar la frase. Me dirigí a mi portátil y abrí el Skype. Louis estaba conectado. En cuanto me vio conectada, me mandó una invitación de vídeo llamada. La acepté al instante.

-¡Boo Bear!- exclamé.

-¡Iglesias!- exclamó él sonriente-. Deberías estar estudiando, ¿no te parece?- preguntó poniendo voz de adulto estricto.

-¡No! ¡Ya acabé los exámenes!- respondí sonriente.

-Morruda- rió-. Los demás tienen que hacerlos todavía.

-Yo soy aplicada y voy al instituto todos los días.- Louis arqueó una ceja-. Bueno, casi todos.- Reí.

-Ya decía yo- dijo riendo-. Te viniste tantas veces a Londres que perdí la cuenta.

-Ja, ja, muy gracioso Lou- ironicé-. Voy por asuntos de suma importancia.

-Eso es cierto, sin ti sabe Dios donde estaban ahora Harry y Zayn- respondió Louis-. Aunque tampoco se les echaría mucho en falta, más comida para Niall.

Reí.

-También justo tu mejor amigo de toda la vida y tu novio- pensó Louis-. La que los secuestró te odia.

-Louis, eres parvo- dije-. Fue porque ambos estaban en la calle y coincidió.

-Bueno, te creeré- dijo sonriendo traviesamente-. Ahora ve a dormir, enana, que mañana tienes instituto.

-Adiós Louis, mañana hablamos- me despedí.

-Adiós, feea- se despidió, y los dos colgamos.

Cerré sesión y dejé el portátil en el escritorio. Me puse el pijama y luego decidí deshacer la maleta. Mientras tanto, puse música. Busqué una canción en mi iPod. Al final me decidí por Just The Way You Are. Esa canción me traía buenos recuerdos. Las primeras notas empezaron a sonar y yo fui hacia la maleta.

Oh, her eyes, her eyes make the stars look like they're not shining... 

Comencé a sacar los zapatos. Los guardé en mi armario de los zapatos uno por uno.

Her hair, her hair falls perfectly without her trying, she's so beautiful, and I tell her every day...

Los siguientes fueron los pantalones. Los guardé en su lugar bien doblados, excepto los sucios, que los eché a un lado.

Yeah, I know, I know when I compliment her she wont believe me...

Continué con los abrigos, los colgué cuidadosamente en sus correspondientes perchas, alisándolos.

And it's so, it's so sad to think she don't see what I see, but everytime she ask me "do I look OK?", I say...

Lo siguiente fueron los jerseys y las chaquetas, los doblé y los guardé en el armario, en su lugar.

When I see you face, there's not a thing that I would change, cause you're amazing, just the way you are...

Lo siguiente fueron las camisetas, saqué las mías y las guardé en su cajón, y vi que solo quedaba una camiseta, la amarilla de Harry.

And when you smile the whole world stops and stares for a while, cause girl you're amazing, just the way you are...

Cogí la camiseta y la sujeté delante de mí. Estaba un poco arrugada, pero se podía utilizar. Miré sus dibujos, y me imaginé a Harry con esa camiseta puesta.

Her lips, her lips could kiss them all day if she'd let me...

Me acerqué la camiseta a la cara. Olía a Harry, a su colonia, a esa que tanto me gustaba. Cerré los ojos y sonreí.

Her laugh, her laugh she hates but I think it's so sexy, she's so beautiful, and I tell her everyday...

Por mi mente pasaron todos mis recuerdos junto a él. La primera vez que le vi y comentó lo raro que era mi nombre (que sepa que en España es muy común), el día de mi cumpleaños en la alameda, ese casi beso, cuando vinieron a mi casa él y Niall, mientras los demás iban con Zayn...

Oh, you know, you know I'd never ask you to change, if perfect is what you're searching  for then just stay the same...

El día que tuve que cantar con ellos por lo de Niall, cuando después de volver nuestro amigo rubio tuvimos sesión de películas, y por culpa de Harry acabé con pesadillas, y cuando descubrí al tal Edward Smith y tuve que viajar a Londres con mi madre.

So don't even bother asking if you look okay, you know I say... When I see your face, there's not a thing that I would change, cause your amazing, just the way you are...

Luego, cuando conocimos a Jennifer, y luego tuve que ir de compras con Harry, y, a lo mejor por haber conocido a esa, Harry me besó en aquel parque.

And when you smile the whole world stops and stares for a while, cause girl you're amazing, just the way you are...

Y cuando al día siguiente me llevó a comer, y durante la comida había sonado esta canción.

The way you are, the way you are, girl you're amazing, just the way you are...

Y cuando Max nos delató a la prensa y tuvimos que contárselo todo a los chicos, los cuales se lo tomaron bien, y por eso Harry me pidió salir por vídeo chat.

When I see your face, there's not a thing that I would change, cause your amazing, just the way you are...

Y cuando volví a Londres, el día de la final, todo lo que pasó fue demasiado, y acontecimientos muy fuertes.

And when you smile the whole world stops and stares for a while, cause girl you're amazing, just the way you are...

De repente mi móvil sonó, me acababa de llegar un mensaje. Dejé la camiseta de Harry a un lado y cogí el teléfono. El mensaje era de Harry.

De: Harry Para: Marta Hora: 23:34
Mensaje: Buenas noches princesa, esta noche soñaré con los angelitos. Mañana te diré como te quedan las alas (;

Yeah...

La canción terminó y la habitación reinaba el silencio. Sonreí al leer aquel mensaje y suspiré. Ese chico era una amor. Le respondí.

De: Marta Para: Harry Hora: 23:36
Mensaje: Buenas noches, eres un amor, ¿lo sabías?

De: Harry Para: Marta Hora: 23:37
Mensaje: Que soy un amor ya lo sé, venga, duerme bien, te quiero (;

Harry había respondido al instante, y esa respuesta me encantó. Sonreí y me metí en cama, con la camiseta de Harry a mi lado. Esa noche soñé con los chicos, pero sobre todo, con Harry.


A la mañana siguiente caminaba con Zayn camino del instituto.

-Estoy nervioso- comentó-. Es mi primer día de clase.

-Pues es mi antepenúltimo este trimestre- respondí riendo.

-Y el mío, no flipes, pero tengo exámenes- se quejó Zayn.

-Yo los acabé la semana pasada- dije sonriente.

-Morruda- bufó Zayn.

-Lo sé, lo sé- me regodeé, haciendo el mismo baile que le había hecho a Louis ayer.

-Así, tú chuléate, no es justo- dijo Zayn poniendo pucheros.

Reí y le di una palmada en la cara.

-Venga, que ya hemos llegado- dije riendo.

Efectivamente, habíamos llegado al instituto. Los alumnos entraban tranquilamente charlando, mientras otros iban medio dormidos. Zayn cogió aire y caminó junto a mí, cuando escuchamos un grito. Samantha Doyle corría hacia nosotros.

-¡Zayn! ¡Tú eres Zayn!- exclamó-. ¡Zayn de One Direction!- Se giró y llamó a su amiga-. ¡Amanda, ven aquí!

Amanda fue corriendo hacia nosotros, y al ver a Zayn, su reacción fue la misma que la de su amiga.

-¡Creemos que deberíais haber ganado, sois los mejores!- exclamó-. ¡Yo os voté! ¡Tres veces! Pero no sirvió...

-Muchas gracias- dijo Zayn después de tanto griterío, un poco extrañado-. Me alegro de que One Direction os guste.

-¡Nos alegramos nosotras por tenerte delante!- gritó Samantha.

-¿Vais a seguir con la banda?- preguntó Amanda.

-Eso esperamos, pero tenemos que conseguir un contrato- respondió Zayn.

-Oh, ya veréis como lo conseguís- dijeron-. Bueno, adiós, nos vamos.

Ambas se giraron y se dirigieron al interior del instituto.

-¿Qué ha sido eso?- preguntó extrañado.

-Son grandes fans, acostúmbrate- dije tirando de él al interior del instituto.

Por allí, algunas chicas paraban a Zayn y le pedían alguna foto o autógrafo. Zayn estaba flipando, y yo simplemente lo miraba y sonreía. Tocó el timbre, y Zayn dijo que tenía que ir a una sala aparte a hacer sus exámenes. Nos despedimos y yo me dirigí a mi clase de Música.

Entré, y allí ya estaba la profesora organizando sus papeles. Me senté en una silla libre y atendí. Ese día debíamos cantar delante de toda la clase para poder aprobar la evaluación. Cantar significaba un 5 como mínimo, y aspirar a notas más altas dependía de como lo hicieras. Cantaron varios alumnos (sin comentarios), luego, fueron un par de chicas que cantaron muy bien, y luego fui yo.

-A ver Marta- dijo la maestra-. ¿Puedes cantarme el estribillo de You Belong With Me de Taylor Swift?

-Claro- dije sin mucho entusiasmo.

-Empieza cuando quieras- dijo colocándose las gafas y sacando su libreta.

Carraspeé y miré al suelo. Tomé aire y empecé.

-If you could see that I'm the one who understands you, been here all along so why can't you see, you belong with me, you belong with me...

Abrí los ojos y miré a la profesora. Estaba con los ojos muy abiertos y una pequeña sonrisita.

-Estoy sorprendida con tu voz, Marta- dijo-. Deberías apuntarte al coro.

-No gracias- dije con una falsa sonrisa y regresando a mi sitio.

-Pues estás desperdiciando talento, te lo digo de verdad- dijo-. Siguiente, Robbie Anthony.

Robbie salió a cantar, mientras yo me quedaba en mi sitio, esperando a que la clase acabara. Por fin sonó el timbre y todos nos levantamos. Salí corriendo y me dirigí a la clase de Biología. Al llegar me senté en mi sitio y esperé a que la clase comenzara.


A la hora del recreo salí a correr de clase. Zayn me había mandado un mensaje diciéndome que me esperaba en la puerta de salida al patio. Guardé todas mis cosas y me dirigí al patio. En la puerta estaba Zayn, mirando a todos lados.

Me acerqué por detrás y le tapé los ojos, a la vez que preguntaba:

-¿Quién soy?

-Uy, pero qué difícil- ironizó Zayn-. Sé que Marta no eres, porque ella nunca hace eso.

-Eres malo- dije quitándole las manos de los ojos.

-Lo sé- dijo-. Por algo soy el Bradford Bad Boi!

-Claro que sí, hombre- dije poniéndome delante de él-. Y bueno, ¿qué tal los exámenes?

La expresión de su cara cambió, y se puso algo tristón.

-Mal es quedarse corto- respondió.

-Oh, venga, no será para tanto, dije sonriendo y abriendo mis brazos para que me diera un abrazo-. ¿Abrazo a Marta?

-Abrazo a Marta- rió Zayn, dándome un abrazo.

Cuando nos separamos, decidimos hacer lo que hacíamos siempre, sentarnos en un banco y hablar.

-Ayer hablé con los chicos- dijo Zayn.

-Ya, y yo- respondí.

-Harry dice que podemos ir a su casa del 26 al 30- dijo Zayn.

-Yo tengo que preguntarle a mi madre, pero fijo que me deja- respondí-. ¿A ti?

-Igual- contestó-. Estoy deseando que llegue ya. Odio el instituto.

-Tú y todos- reímos-. Estos tres días se pasan rápido.

-Ojalá, solo he hecho dos exámenes y ya estoy harto- se quejó.

-Bueno, bueno, yo he hecho 20 veces más exámenes que tú- dije-. Que yo también tengo exámenes sorpresa cuando al profesor le da la gana.

Zayn sonrió y miró hacia delante.

-¿Sabes qué?- preguntó-. La profesora que me vigiló dijo que su hija es fan nuestra, que nos votó, y que a ver si algún día podemos visitarla.

-Es que ahora sois muy populares- respondí-. Samantha un día empezó a hablarme de vosotros por el pasillo. Y yo ahí alucinando, ya que ella no me habla nunca.

-Deberías haberle dicho: "Vas Happenin Samantha?'"- sugirió Zayn, abriendo los brazos cuando dijo las tres últimas palabras.

Reí.

-También me comentó eso del Vas Happenin?'- dije riendo, imitando la voz de Zayn al decir "Vas Happenin?'".

-Es que es muy famoso- comentó-. Después de lo de las tonterías de Louis.

-Louis se supera con sus bromas- reí.

El timbre interrumpió nuestra conversación. Zayn y yo nos levantamos y nos dirigimos al interior del instituto.

-Ahora tengo examen- dijo Zayn-. Deséame suerte.

-Suerte- dije sonriendo. Le di un beso en la mejilla y me dirigí a clase.


El timbre que indicaba el final de la jornada sonó. Recogí mis cosas y me dirigí a mi taquilla a dejar los libros y a recoger mis cosas.

-Hoola- me saludó Zayn por detrás.

-Hooola- le devolví el saludo girándome.

-Estos exámenes me han salido genial- dijo Zayn dándose aires.

-Me alegro por ti- respondí cerrando mi taquilla-. ¿De que eran?

-Música y Educación Física- respondió feliz.

-Guau, Zayn, tienes una mente privilegiada, has hecho los más fáciles bien- reí.

-Tú ríete, pero es verdad- sonrió Zayn-. Oye, una cosa, mi madre dijo que hoy puedes venir a comer a mi casa.

-Si mi madre me deja (seguramente), voy encantada- respondí, mientras nos dirigíamos a la salida.

-Pues vale, llámala, y así vamos directamente- me dijo.

-Zayn, por si no te has dado cuenta todavía, tu casa está al lado de la mía- dije riendo.

-Es cierto...- pensó Zayn-. Llámala igual, así mi madre va preparando la comida.

-Vaaale- accedí.

Mientras Zayn yo caminábamos por la calle, yo marqué el número de mi casa. Le pregunté a mi madre si podía ir a comer con Zayn a su casa. Ella dijo que por supuesto, que no tenía ni por qué preguntar.

Llegamos a casa de Zayn en varios minutos. Allí nos esperaban Tricia y Yaser, el padre de Zayn. Sus hermanas, Waliyha y Safaa no estaban, ya que estaban comiendo en la escuela. Nada más entrar, Tricia vino a darnos dos besos a cada uno.

-¡Chicos, comeremos en un rato!- exclamó-. Id preparándoos.

Zayn y yo dejamos las mochilas y subimos al baño a lavarnos las manos. Zayn empezó a echarse el jabón, al igual que yo. Cuando empezamos a quitarnos el jabón, Zayn preguntó.

-¿Por los viejos tiempos?

-Por los viejos tiempos- respondí sonriendo.

Los dos empezamos a salpicarnos con el agua. Empezamos a reír como niños pequeños, hasta que salpiqué a Zayn en el pelo.

-¡No! ¡Mi pelo no!- exclamó fingiendo depresión.

-¡Sí! ¡Tu pelo sí!- respondí riendo.

-Ahora verás- amenazó Zayn. Puso sus manos como si fueran un cazo y recogió todo el agua que pudo. Acto seguido, me la echó por la cara.

-¡Zayn! ¡Yo te mato!- grité.

-Nadie se mete con mi pelo- rió.

Cogí la toalla y me sequé la cara, y luego, se la puse encima del pelo a Zayn y empecé a revolver.

-¡Para! ¡Para! ¡Mi pelo es mi posesión más preciada!- gritó.

-¡Te aguantas!- dije riendo.

-Vale, ya paramos- sentenció Zayn, yendo hacia el espejo y colocándose el pelo.

-Vale, pero que conste que me tienes que comprar una camiseta nueva- dije.

-Está bien- accedió Zayn-. Y tú a mí otro bote de gomina.

-Hecho- dije dándole la mano.

Los dos bajamos a la cocina, y nos sentamos a la mesa. Tricia sirvió la comida, y los cuatro empezamos a comer.

-Así que vais a ir a casa de Harry en vacaciones, ¿no?- comentó Yaser.

-Sí, eso parece- contestó Zayn.

-¿Qué día os vais?- preguntó Tricia.

-El 26- respondí-. Navidad y fin de año lo pasamos con nuestras familias.

-Sí, de hecho tu madre ha dicho que podemos pasar fin de año juntos- comentó la madre de Zayn.

-¿Sí?- preguntó Zayn contento-. Que bien.

-Ya- le di la razón.

Seguimos comiendo, mientras hablábamos de cómo serían las vacaciones de Navidad para nosotros.

Después de comer volví a casa, y me tumbé sobre la cama, ya que Zayn tenía que acabar de deshacer sus maletas. Cogí mi teléfono, ya que ese día no tenía deberes, por el tema de ser el antepenúltimo día.Tenía un mensaje. De Harry.

De: Harry Para: Marta Hora: 15:18
Mensaje: Lo dicho, las alas te quedan genial. Espero que hayas dormido bien.

"Este chico es amor", pensé. Sonreí y respondí al mensaje de Harry.

De: Marta Para: Harry Hora: 15:20
Mensaje: Eres un amor (no me canso de decirlo jajaja). Yo he dormido bien, pero porque dormí con tu camiseta a mi lado (';

Me quedé mirando el móvil. En mi teléfono veía la conversación con Harry, y encima, su foto y su nombre. Debajo de su nombre, estaban las palabras "en línea". Al momento, cambiaron por el "escribiendo...".

De: Harry Para: Marta Hora: 15:21
Mensaje: Que mona ;) Hoy la profesora me echó la bronca por no atender. Estaba pensando en ti.

Me dejé caer hacia atrás en la cama con una amplia sonrisa. Cerré los ojos, pensando en dónde había estado ese chico toda mi vida. Abrí los ojos, con mi sonrisa permanente, y respondí al mensaje de Harry.

De: Marta Para: Harry Hora: 15:22
Mensaje: ¿Cómo puedes ser tan adorable?

De: Harry Para: Marta Hora: 15:22
Mensaje: Es pensar en ti y me sale solo. Te echo de menos. ¿Vendrás en vacaciones?

De: Marta Para: Harry Hora: 15:23
Mensaje: Yo también de echo de menos. Claro que voy, mis padres me dejan.

De: Harry Para: Marta Hora: 15:24
Mensaje: Llámame.

Así lo hice. Llamé a Harry, el cual cogió sin que diera tiempo casi a llamar.

-Ya lo tengo todo listo para que vengáis.

-Estoy deseando que llegue- respondí sonriente-. ¿Ya sabes si van todos?

-Venís todos- respondió-. Tengo que ir haciendo sitio para vosotros.

-Que bien- dije-. Espero que estos cinco días pasen deprisa.

-Yo también- añadió-. El primer día os llevaré a ver Chesire.

-Estoy deseando verte- dije sonriendo.

-Y yo- respondió-. Mientras tanto, promete que hablaremos todos los días.

-No hace falta prometerlo. Lo cumplo- sonreí.


Y así fue, el último día de clase pasó, y era Nochebuena. Mi hermano correteaba de un lado a otro, nervioso ante la llegada de Papá Noel. En cambio, mi hermano y yo veíamos la tele con Zayn y sus hermanas. Los padres hablaban de fútbol y las madres hacían la cena.

Estábamos viendo un programa de entrevistas a famosos. Estaban entrevistando a Justin Bieber. Me imaginé a Niall pegado al televisor viendo esa entrevista.

-Y bien, Justin- dijo la presentadora-, ¿tienes prevista alguna gira para el futuro?

Justin comenzó a responder, mientras yo, que estaba entre Zayn y Pablo, me levanté y fui a la cocina a ver si las madres necesitaban ayuda.

-¡Blanca! ¿Puedes pasarme la sal?- preguntó Tricia.

-Faltaba más, Tricia- respondió mi madre.

-¿Necesitáis ayuda?- pregunté.

-No, gracias- dijeron.

Me encogí de hombros y volví al salón, viendo de nuevo la entrevista de Justin.