-Bien chicos y Marta- dijo Louis-. Tendremos que cantar el 27 en casa de Simon.
-Lo haréis bien- les animé-. Hoy os escuché y me dieron ganas de llorar.
-No nos hagas la pelota, que nos ponemos colorados- bromeó Harry.
-Bueno, bueno- dije yo-. No será para tanto.
-Sí lo es- dijo Niall pasando su brazo por mi hombro-. Eres nuestra animadora, nuestra fan número uno, nuestra orientadora, nuestra...
-¿Orientadora?- pregunté extrañada.
-Estoy falto de vocabulario- dijo Niall riendo.
Todos reímos y subimos al escenario. Allí no había nadie. Liam fue a coger los micrófonos, y en lugar de eso, se encontró una nota.
-Chicos, acabo de encontrar una nota de Simon- nos informó-. Dice: "Queridos chicos: Espero que ya hayáis encontrado un nombre bonito y original. Como lo hacéis tan bien, os dejaré la tarde libre. Pasadlo bien, un saludo. PD: Feliz cumpleaños Marta (¿ves como me acuerdo?)".
Liam levantó la cabeza y nos miró.
-Gracias- dije yo.
Niall rió. Se acercó a Liam y miró él mismo la nota.
-¿Sabéis lo que esto significa?- nos miró a los ojos uno por uno-. ¡Que tenemos la tarde libre!
Todos nos pusimos muy contentos.
-Y para celebrar que estás de cumple...- me dijo Niall-. ¡Vamos a comer!
-¡NO!- grité-. ¡Acabamos de comer!
-Ya lo séee- dijo Niall-. Era una broma.
-Menos mal- dije.
-Bueno, como estás de cumple- dijo Harry-, te llevaremos de compras.
-¡¿En serio?!- exclamé emocionada.
-Sí, ya lo habíamos hablado antes- me dijo Liam-. Feliz cumpleaños- dijo abriendo sus brazos y mostrándome una sonrisa.
-Gracias Liam- agradecí con una sonrisa sincera.
Salimos del estudio y fuimos a dar una vuelta. Pasamos por muchísimas tiendas, y nos compramos un café en Starbucks. Fuimos tomándolo por la calle mientras los chicos me llevaban a diferentes tiendas y esperaban pacientemente a que yo mirara tranquilamente. Intenté buscar ropa barata para no arruinar a mis amigos, aunque ellos insistían en que buscara lo que me gustara, no lo que costara poco.
Vi muchas cosas bonitas, y escogí unas pocas. Al final de la tarde dimos por finalizada la sesión de compras. Le di las gracias a cada uno con un beso en la mejilla. Pasamos al lado de nuestro hotel, y subí a dejar lo que habíamos comprado. Bajé y me encontré a mis cinco amigos charlando tranquilamente. Cuando me vieron fuimos a un parque muy bonito, lleno de árboles y plantas. Había también un estanque de ocas y curiosamente, también gallinas. Nos sentamos en un banco enfrente de ese estanque y empezamos a hablar mientras mirábamos aquel curioso estanque. Tras una hora hablando, Louis, Liam y Niall tuvieron que marcharse. Nos quedamos Zayn, Harry y yo. Decidimos levantarnos, y dar una vuelta. Fuimos a un mirador con unas vistas espectaculares. A Zayn le sonó el teléfono.
-Es mi madre- informó-. Vuelvo en unos veinte minutos.
-¿Veinte?- preguntó Harry.
-Su madre es así- le aclaré yo.
Zayn se marchó y nos quedamos Harry y yo.
-¿Sabes? Este ha sido mi mejor cumpleaños con diferencia- le dije a Harry-. Y todo gracias a vosotros.
-Me alegro mucho- me dijo sonriendo.
Le devolví la sonrisa. Ambos miramos hacia delante.
-Nunca pensé que cinco personas se harían tan importantes en mi vida en tan poco tiempo- comentó Harry de repente.
Miré hacia él. Harry estaba apoyado en la barandilla mirando al horizonte. La luz del atardecer iluminaba sus ojos verde esmeralda. Nunca me había fijado en esos ojos, pero eran preciosos.
-Yo tampoco- respondí-. Cuando Zayn concursó por primera vez nunca pensé que acabaría en un grupo y yo me llevara tan bien con sus componentes.
-Espero que este grupo llegue lejos- comentó Harry-. Eso querría decir que seguiré con vosotros.
-Ya verás, llegaréis lejos, y yo estaré con vosotros.
-¿Estarás con nosotros todo el concurso?- me preguntó Harry.
-Estaré todo el verano, y durante el curso, los fines de semana. Llegaréis a la final, que es en diciembre.
-Muchas gracias Marta- me dijo Harry, y me miró fijamente a los ojos.
Así pude ver mejor sus preciosos ojos.
-¿Pasado mañana esperarás fuera?- me preguntó.
-Claro- respondí.
Harry se limitó a sonreír de lado, su sonrisa era perfecta. Paseaba sus ojos por toda mi cara, y yo hacía lo mismo. Harry movió su cara dos centímetros hacia delante. Yo miraba fijamente sus ojos. Se iba acercando poco a poco...
Hasta que escuchamos la voz de Zayn aproximarse. Harry y yo nos separamos de golpe y vimos a Zayn aproximarse con el teléfono pegado a la oreja.
-Bueno mamá, en seguida voy. No te muevas de ahí. Te llamo al llegar.
Colgó y nos miró a los dos. Estábamos en frente, mirando a Zayn con la cabeza girada.
-Mi madre está aquí- nos informó.
-¿Aquí? ¿En Londres?- pregunté.
-Noo, en el mundo. ¡Pues claro que está en Londres!- exclamó Zayn-. Voy a recogerla. Vosotros id al hotel. Ah, y Marta, ¿puedes reservar una habitación para mi madre cerca de la nuestra?
-Claro, no hay problema- respondí.
-Bueno, adiós- se depidió Zayn, desapareciendo entre los árboles.
Harry y yo volvimos a quedarnos solos. Nos miramos.
-Bueno... Em... ¿Nos vamos?- preguntó Harry.
-Claro- respondí yo.
Los dos echamos a andar por aquella preciosa alameda. Caminábamos hablando de todo un poco, desde música hasta fútbol (por cortesía de Harry), que me hablaba de lo guay que es Wayne Rooney, pero que él admira a Messi. Yo ahí iba un poco distraída, pero me enteraba de algo, ya que mi padre y Zayn son fanáticos del fútbol y ya me ha tocado más de una vez ver un partido con alguno de ellos o con los dos.
Llegamos a una calle muy fría de Londres, donde daba mucho el viento y tal y como iban algunos, parecía invierno, y no verano. Harry y yo llegamos al hotel sin problemas, y Harry me acompañó a recepción a reservar una habitación para la madre de Zayn. La registré en la habitación de al lado y Harry y yo subimos a nuestras habitaciones. Estábamos en la misma planta, y a nuestras habitaciones solo las separaban otras dos habitaciones. Fuimos hasta nuestra habitación, ya que era la más cercana a la escalera.
-Buenas noches Harry, y, esto..., gracias- le dije mirándolo a los ojos.
-Buenas noches Marta, que duermas bien- y dicho esto me dio un beso en la mejilla y se fue a su habitación.
-Ya lo séee- dijo Niall-. Era una broma.
-Menos mal- dije.
-Bueno, como estás de cumple- dijo Harry-, te llevaremos de compras.
-¡¿En serio?!- exclamé emocionada.
-Sí, ya lo habíamos hablado antes- me dijo Liam-. Feliz cumpleaños- dijo abriendo sus brazos y mostrándome una sonrisa.
-Gracias Liam- agradecí con una sonrisa sincera.
Salimos del estudio y fuimos a dar una vuelta. Pasamos por muchísimas tiendas, y nos compramos un café en Starbucks. Fuimos tomándolo por la calle mientras los chicos me llevaban a diferentes tiendas y esperaban pacientemente a que yo mirara tranquilamente. Intenté buscar ropa barata para no arruinar a mis amigos, aunque ellos insistían en que buscara lo que me gustara, no lo que costara poco.
Vi muchas cosas bonitas, y escogí unas pocas. Al final de la tarde dimos por finalizada la sesión de compras. Le di las gracias a cada uno con un beso en la mejilla. Pasamos al lado de nuestro hotel, y subí a dejar lo que habíamos comprado. Bajé y me encontré a mis cinco amigos charlando tranquilamente. Cuando me vieron fuimos a un parque muy bonito, lleno de árboles y plantas. Había también un estanque de ocas y curiosamente, también gallinas. Nos sentamos en un banco enfrente de ese estanque y empezamos a hablar mientras mirábamos aquel curioso estanque. Tras una hora hablando, Louis, Liam y Niall tuvieron que marcharse. Nos quedamos Zayn, Harry y yo. Decidimos levantarnos, y dar una vuelta. Fuimos a un mirador con unas vistas espectaculares. A Zayn le sonó el teléfono.
-Es mi madre- informó-. Vuelvo en unos veinte minutos.
-¿Veinte?- preguntó Harry.
-Su madre es así- le aclaré yo.
Zayn se marchó y nos quedamos Harry y yo.
-¿Sabes? Este ha sido mi mejor cumpleaños con diferencia- le dije a Harry-. Y todo gracias a vosotros.
-Me alegro mucho- me dijo sonriendo.
Le devolví la sonrisa. Ambos miramos hacia delante.
-Nunca pensé que cinco personas se harían tan importantes en mi vida en tan poco tiempo- comentó Harry de repente.
Miré hacia él. Harry estaba apoyado en la barandilla mirando al horizonte. La luz del atardecer iluminaba sus ojos verde esmeralda. Nunca me había fijado en esos ojos, pero eran preciosos.
-Yo tampoco- respondí-. Cuando Zayn concursó por primera vez nunca pensé que acabaría en un grupo y yo me llevara tan bien con sus componentes.
-Espero que este grupo llegue lejos- comentó Harry-. Eso querría decir que seguiré con vosotros.
-Ya verás, llegaréis lejos, y yo estaré con vosotros.
-¿Estarás con nosotros todo el concurso?- me preguntó Harry.
-Estaré todo el verano, y durante el curso, los fines de semana. Llegaréis a la final, que es en diciembre.
-Muchas gracias Marta- me dijo Harry, y me miró fijamente a los ojos.
Así pude ver mejor sus preciosos ojos.
-¿Pasado mañana esperarás fuera?- me preguntó.
-Claro- respondí.
Harry se limitó a sonreír de lado, su sonrisa era perfecta. Paseaba sus ojos por toda mi cara, y yo hacía lo mismo. Harry movió su cara dos centímetros hacia delante. Yo miraba fijamente sus ojos. Se iba acercando poco a poco...
Hasta que escuchamos la voz de Zayn aproximarse. Harry y yo nos separamos de golpe y vimos a Zayn aproximarse con el teléfono pegado a la oreja.
-Bueno mamá, en seguida voy. No te muevas de ahí. Te llamo al llegar.
Colgó y nos miró a los dos. Estábamos en frente, mirando a Zayn con la cabeza girada.
-Mi madre está aquí- nos informó.
-¿Aquí? ¿En Londres?- pregunté.
-Noo, en el mundo. ¡Pues claro que está en Londres!- exclamó Zayn-. Voy a recogerla. Vosotros id al hotel. Ah, y Marta, ¿puedes reservar una habitación para mi madre cerca de la nuestra?
-Claro, no hay problema- respondí.
-Bueno, adiós- se depidió Zayn, desapareciendo entre los árboles.
Harry y yo volvimos a quedarnos solos. Nos miramos.
-Bueno... Em... ¿Nos vamos?- preguntó Harry.
-Claro- respondí yo.
Los dos echamos a andar por aquella preciosa alameda. Caminábamos hablando de todo un poco, desde música hasta fútbol (por cortesía de Harry), que me hablaba de lo guay que es Wayne Rooney, pero que él admira a Messi. Yo ahí iba un poco distraída, pero me enteraba de algo, ya que mi padre y Zayn son fanáticos del fútbol y ya me ha tocado más de una vez ver un partido con alguno de ellos o con los dos.
Llegamos a una calle muy fría de Londres, donde daba mucho el viento y tal y como iban algunos, parecía invierno, y no verano. Harry y yo llegamos al hotel sin problemas, y Harry me acompañó a recepción a reservar una habitación para la madre de Zayn. La registré en la habitación de al lado y Harry y yo subimos a nuestras habitaciones. Estábamos en la misma planta, y a nuestras habitaciones solo las separaban otras dos habitaciones. Fuimos hasta nuestra habitación, ya que era la más cercana a la escalera.
-Buenas noches Harry, y, esto..., gracias- le dije mirándolo a los ojos.
-Buenas noches Marta, que duermas bien- y dicho esto me dio un beso en la mejilla y se fue a su habitación.
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