Llegó el día de la audición. Eran las nueve de la mañana y yo me cepillaba el pelo a correr, ya vestida y con el trabajo de Zayn guardado en la mochila. En cuanto terminé dejé una nota escrita con mala letra avisando a mis padres de que ya me había marchado. Corrí por las calles de Bradford como si se me fuera la vida en ello, y al fin, llegué al instituto. Había una cola de alumnos que esperaban a entregar su trabajo, pero yo no podía esperar. Iba a colarme, pero entonces delante de mí apareció la chica más odiosa que os podáis imaginar, Liz Martin, que me dijo:
-Oye tú, ¿a que viene tanto revuelo? ¿Es que tu mamá te está esperando y no puedes tardar mucho?
Se rió de su propio chiste, y unos chicos, que me caen fatal, se lo rieron, simplemente porque estaban coladitos por ella.
-Mira Liz, no tengo tiempo para aguantar tus estupideces- respondí, y dicho esto seguí caminando y me marché, bajo la atenta mirada odiosa de Liz.
Fui hasta el principio de la cola, donde estaba Mary, una chica de mi curso muy simpática y muy lista.
-Hola- le dije con una sonrisa.
-Hola- me saludó devolviendo la sonrisa-. ¿Y tú por aquí?
-Verás, conoces a Zayn, ¿no?- ella asintió-. Pues hoy mismo va a hacer una audición a un concurso de talentos y yo vengo a entregar este trabajo que hizo él, y como esta cola no apure, llegaré tarde.
-No te preocupes, dame el trabajo y yo lo entregaré por ti, bueno, por Zayn- me propuso.
-¿En serio?- pregunté con una sonrisa-. Muchas gracias.
Le di el trabajo y nuevamente le di las gracias. Acto seguido, eché a correr por las calles de Bradford hacia la estación de autobuses, donde cogí un autobús a la ciudad donde se realizaban las pruebas. En el autobús le mandé un mensaje a Zayn avisando de que ya estaba de camino. Cuando por fin llegó a su destino, bajé del autobús corriendo como una loca. Pero tenía un problema. No sabía donde eran las pruebas. Mierda. Llamé a Zayn, pero no cogía. Mierda de nuevo. Probé a llamar a su madre. Tampoco. Me estaba poniendo nerviosa, hasta que escuché una voz masculina detrás de mí.
-¿Necesitas ayuda?
Me di la vuelta y me encontré con un chico de melena lisa y ojos marrones, que me sonreía tiernamente.
-Pues si te digo la verdad, sí- respondí-. ¿Por casualidad sabes donde son las audiciones para The X Factor?
-¿Tú también participas?- dijo sorprendido-. Ah, perdona, sí que lo sé.
-Ay gracias, ¿donde es?- pregunté.
-Te acompaño, que yo también participo- respondió.
-Vale- dije, y eché a andar-. Espera- dije parándome de repente-, no soy yo la que participa, es mi mejor amigo, y acabo de venir desde Bradford solo para verle. Ya me puede estar agradecido- dije bromeando.
-Ah, vale, es que como pareces tan segura de ti misma... Pensé- comentó.
-Eso me dicen todos, pero bueno, ¿vamos?
-Vamos. Por cierto...
-¿Sí?- dije.
-Soy Liam- dijo tendiéndome la mano.
-Marta- dije dándole la mano.
-Marta... ¿Eres española, o latinoamericana?
-Española- respondí-. Aunque normalmente la gente se da cuenta por el acento no por el nombre.
-Es que soy un caso aparte- respondió Liam riendo.
Yo también reí, y fuimos caminando mientras charlábamos. Yo le contaba como era mi vida, ya que él no paraba de hacer preguntas, pero sin embargo parecía no querer hablar mucho de la suya, así que lo respeté.
Cuando llegamos, él se despidió, ya que iba a ir junto a su familia a descansar, y yo fui deambulando por ahí, a ver si encontraba a Zayn gracias a un golpe de suerte. Estuve alrededor de una hora dando vueltas por ahí, hasta que por fin vi a su madre. Corrí como una loca junto a ella, y la saludé.
-¡Marta! ¡Que tarde vienes! ¿Que tal, cariño?- me saludó. La señora Malik tenía la manía de llamarme cariño, aunque no fuera su hija.
-Pues verá, venía yo tan tranquila caminando hacia aquí, por cierto, supe encontrar el camino perfectamente, cuando vi que no sabía en que parte de este enorme estudio estaban usted y su hijo. Así que la hora que acaba de pasar la gasté buscándoles- relaté a todo correr.
-Pero cariño- dijo-, ¿y no nos llamaste? Y no me trates de usted, te lo tengo dicho muchas veces, que parece que no me conoces.
-Sí que los llamé, pero debían estar preparándose, ya que no cogieron. ¿Llegué a tiempo?- pregunté.
-Señora- dijo un hombre que parecía ser un técnico-, es el turno de su hijo, acompáñenos para verle.
-Justa- me dijo la madre de Zayn, y me cogió de la mano para que yo también fuera a ver a Zayn.
El hombre nos llevó a un lateral del escenario, enorme, por cierto, donde Zayn esperaba con gesto nervioso.
-¡Zayn!- grité nada más verle. Éste se giró, y cuando me vio, su expresión cambió de nerviosismo a alivio.
-Ya pensaba que no venías. Estoy nervioso- dijo mirando al escenario.
-Descuida, lo harás perfecto no, lo siguiente- le dije con una sonrisa.
Ambos miramos al escenario, donde una chica de más o menos nuestra edad cantaba una balada. Cuando terminó, el público aplaudió, y la chica se quedó esperando la opinión de los jueces. Éstos dijeron que pasaría a la siguiente ronda, con dos jueces a favor. La chica abandonó el escenario llorando de emoción, cuando el presentador llegó y le dijo a mi amigo:
-Tu turno, chaval.
-¡Suerte Zayn!- grité cuando ya iba camino del escenario.
Zayn sonrió, y el primer juez le preguntó su nombre.
-Soy Zayn Malik.
ohhhhhhh, ya le toca a mi bradford bad boy genial (estoy tarde con la nove pero me emociona)
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