viernes, 28 de junio de 2013

Capítulo 11: Cantando en casa de los jueces

Al día siguiente me levanté cansada. El día anterior había sido el mejor cumpleaños de mi vida. Decidí ponerme ropa que me había comprado ayer. Escogí lo que más me gustaba y fui a quitarle la etiqueta. Me lo puse y fui a la cocina. Me preparé una taza de cereales y me fui a la sala a comérmela. A los dos minutos se levantó Zayn. Se le veía más cansado que a mí.

-Buenos días- le saludé-. ¿Que tal tu madre?

-Muy bien- respondió-. A estas horas debe estar descansando. ¿Y tú con Harry?

Me atraganté con los cereales.

-¿Yo con qué?

-Con Harry- dijo Zayn como si fuera tonta-. ¿Volvisteis bien ayer?

-Sí, sí- respondí, y volví a mi taza de cereales.

-Mañana actuamos para los jueces- me comentó Zayn.

-Ya lo sé. Ya me contó Harry.

-Oooh, Harry- me hizo burla Zayn.

-Cállate- dije lanzándole un cojín-. A mí no me gusta Harry.

-Me lo creeré- dijo Zayn caminando hacia la cocina.

Escuché la máquina de café funcionar, y luego Zayn vino a la sala y se dejó caer a mi lado en el sofá.

-¡Tío! ¡No te tires así en el sofá, que me tiras la comida!- exclamé.

Zayn se llevó la taza a la boca mientras me miraba de reojo, sonriendo.

-¡No me mires así!- dije golpeándole suavemente el brazo.

-Pero si te encanta- dijo Zayn moviendo sus cejas de arriba a abajo.

-¡Que va!- repliqué-. ¡Y para de hacer eso!

-No quiero.

-Pues vas a parar.

-¿O si no qué?

-Te comes el cojín.

-No te atreves- me retó.

-¿Ah, no?- cogí el cojín y me abalancé sobre él. Le cogí la taza y la dejé sobre la mesa, al igual que la mía. Zayn empezó a gritar, y se tumbó en el sofá, protegiéndose con sus brazos, mientras yo le aporreaba con el cojín mientras ambos reíamos.

-¡No me mates! ¡No me mates!- gritaba Zayn.

-¡Te mataré! ¡Te mataré!- respondía yo.

Estuvimos así durante unos diez minutos, hasta que llamaron a nuestra puerta.

-Vete a abrir- me ordenó Zayn-. Tregua.

-Tregua- contesté yo mientras caminaba hacia la puerta.

Abrí y me encontré a Harry, delante de mí con las manos en los bolsillos.

-Hola- me saludó-. ¿Os falta mucho?

-Hola. Si te soy sincera, sí- respondí.

-Vaya, ¿entonces puedo pasar?- preguntó.

-Claro- dije, e hice un gesto para indicarle que podía entrar. Harry entró y lo primero que vio fue a Zayn en bata y zapatillas, tumbado en el sofá, con dos cojines encima de él.

-No pregunto- dijo Harry levantando las manos, y se sentó en un sillón.

-Mejor- dijo Zayn-. Ya me vengaré- dijo esta vez dirigiéndose a mí.

-Sh- le mandé callar mientras le tiraba un cojín a la cara.

-Veo que te has puesto la ropa que compraste ayer- comentó Harry.

-Sí, bueno, es que me gusta mucho.

Zayn tosió, y mientras lo hacía se le escuchó decir: "No es lo único". Si las miradas matasen, Zayn ya estaría muerto.

-Bueno- dijo Zayn-. Me acabo el café- pegó un sorbo a su taza, terminándose así todo el líquido que había en su interior- y me visto- se levantó y se dirigió a su habitación.

-Tienes un minuto- le informé.

-¿Uno? ¿No pueden ser dos?- pidió Zayn.

-UNO, DOS, TRES- comencé a contar gritando.

-Vale, vale- Zayn corrió a su habitación.

-Como lo controlas- comentó Harry.

-Ya ves- respondí mientras cogía mi taza de cereales y  me metía una cucharada en la boca.

-Está rico, ¿eh?- se burló Harry al ver mi forma de comer.

-Sí, mucho- contesté riendo-. No te burles.

-No me burlo- replicó Harry.

-Sí lo haces.

-No lo hago.

-Sí.

-Noo.

-Que síiii.

-Que noooo.

-¡¡Ya estoy!!- gritó Zayn dando un brinco.

-Felicidades.

-Guau, tío, te mereces un premio.

-JA, JA, muy graciosos vosotros.

-Gracias- dije sonriendo.

-Venga, nos vamos- dijo Harry.

-Esperad a que coja mi portátil- pedí-. Tengo que hacer una cosa.

Fui a por mi portátil y lo guardé en mi bolso. Nos marchamos puntuales y cogimos un autobús para ir al estudio. Me encantan esos autobuses, no me canso de decirlo. Durante el camino, Zayn fue contándole a Harry cómo habíamos celebrado mi cumpleaños el año pasado.

-... Ella quería que el chico que estaba en la butaca de delante se fijara en ella- contaba, y yo le mandaba callar constantemente-, así que al salir hizo que se caía tirando todas sus cosas. Y vaya si el chico se fijó en ella, se empezó a partir de risa, aunque la ayudó a levantarse y se conocieron, fue lo único bueno para Marta.

-A ver: UNO: No me gustaba ese chico, te lo acabas de inventar- replicaba yo- y DOS: esa caída fue un accidente, me tropecé con las escaleras del cine.

Todo el viaje en autobús fue más o menos así, y al fin llegamos al estudio. Entramos y resultó que éramos los primeros. Por primera vez en la vida. Tomamos asiento y seguimos hablando, esta vez del cumpleaños de Zayn de ese año.

-... Y entonces Zayn se enamoró de la camarera y no paraba de pedir cosas- contaba yo-, y a la sexta o así le pidió su número, a ver si colaba. Ella lo que hizo fue darle una torta, y al final, como invitaba yo, yo pagué lo que debía pagar, y le hice pagar a Zayn todas las tonterías que había pedido.

Harry rió, y Zayn se puso rojo como un tomate. En ese momento llegó Niall mientras se comía un trozo de lo que parecía ser una pizza rara.

-Que hay- saludó-. No me miréis, no me gusta que me miren mientras como.

-Vale- dijimos nosotros, y evitamos mirar a Niall, aunque era difícil, porque resultaba cómico comiendo.

-Una cosa, ¿vosotros sabéis donde está la casa de Simon?- preguntó Niall con la boca llena.

-No- respondió Zayn-, pero supongo que nos dará la dirección.

-Vale- dijo Niall mientras pegaba otro mordisco a su comida.

-Buenos días chicos- saludó Liam que en ese momento acababa de llegar.

-Buenos días- saludamos nosotros.

-¿De qué hablabais?- preguntó Liam.

-De nada- contestó Niall con la boca llena-. De de donde vive Simon, ¿tú lo sabes?

-No.

-Ah.

Se escuchó un portazo y todos nos giramos de repente. Vimos a Louis junto a la puerta.

-¡Me cago en todo! ¡¿No te podías cerrar normal, maldita puerta?!- gritaba.

Se giró y nos vio a todos mirándole perplejos.

-Ah, hola chicos- saludó, y vino corriendo hacia donde estábamos nosotros.

-Hola Louis- saludamos.

-¿Que hiciste?- pregunté yo riéndome y señalando la puerta.

-¿Yo? Nada- contestó-. La puerta se cerró sola de un portazo. No sería exagerar decir que se escuchó en todo Londres.

-Tampoco será para tanto- opinó Niall con la boca llena, mirando al vacío y manteniendo su gesto serio.

-Sí es- le dijo a Niall, y luego, dirigiéndose a nosotros:- ¿Y a este que le pasa?

-Déjalo, está comiendo- respondió Harry riendo.

-Pues vaya forma más rara de comer- comentó Louis.

-Ya- le dio la razón Zayn.

Seguimos charlando alegremente, y los cinco minutos llegó Simon.

-¡Muy buenos días chicos! ¡Mañana es el gran día!

Nosotros lo saludamos, y los chicos empezaron a ensayar. Cada vez lo hacían mejor, y yo, en vez de estar a lo mío, los miraba todo el rato con la boca abierta. ¡Eran increíbles! Me encantaban. Ya me declaraba oficialmente fan de One Direction. Pasaron toda la mañana ensayando, y luego por la tarde, vuelta a ensayar. Ya lo tenían perfecto para el día siguiente. Abandonamos el estudio y cada uno se fue directamente a su hotel, ya que al día siguiente habría que estar descansados.


Llegó el 27 de julio, y todos nos levantamos a la hora de siempre, pero esta vez más emocionados. Yo me volví a poner algo que los chicos me habían comprado el día de mi cumpleaños. Me lo puse y corrí a la cocina a prepararme el desayuno y luego tomármelo en la sala. Para mi sorpresa, Zayn ya estaba vestido tomando tranquilamente su desayuno.

-Hombre, mira quien ha madrugado hoy- bromeé.

-Ya ves, así puedo desayunar más tranquilo. Estoy nervioso.

-No me extraña, pero yo estaré con vosotros- le animé-. Bueno, fuera de la casa, pero con vosotros en el alma.

Los dos reímos y nos terminamos el desayuno.

-¿Ayer os dijo Simon que tenéis que hacer hoy?- pregunté.

-Sí- respondió Zayn-. Tenemos que ir al estudio, y él nos mandará un coche al mediodía que nos lleve a su casa.

-Vale, os acompaño al estudio y luego a ver como hago.

Salimos de la habitación y nos encontramos a Harry saliendo de su habitación.

-¡Hola!- nos saludó.

-Holaaa- saludó Zayn.

-Hola- saludé yo con una sonrisa.

Los tres bajamos al vestíbulo y abandonamos el edificio. Allí cogimos un taxi que nos llevara al estudio, porque Zayn se quejaba de que siempre íbamos como yo quería. Llegamos al estudio en quince minutos, y allí ya estaban todos nuestros amigos.

-¡Hola!- saludamos.

 -¡Hola!- nos devolvieron el saludo.

-Puf, que nervios- comentó Louis.

-Ya, pero lo hemos preparado bien- opinó Liam-. Lo haremos bien.

-¡Lo haréis genial!- exclamé yo-. ¡Sois geniales!

-Tampoco exageres- dijo Harry modestamente.

-¡No exagero! ¡Y lo sabéis!- seguía yo defendiendo mi opinión.

-Bueno, estoy de acuerdo con Harry. No será para tanto- opinó Niall.

-¿Me vacilas?- le contesté.

-No- respondió Niall tranquilamente.

Seguimos con aquella mini-discusión entre los chicos y yo durante media hora. Perdí. Eran mayoría, ¿que podía hacer yo?

Sobre la una, sonó el teléfono de Louis.

-¿Diga? Sí, ajá, me parece bien, vale, gracias, adiós- colgó-. Era Simon. Nos avisa de pasará la limusina a recogernos y que Marta también puede venir.

-¿Limusina?- pregunté sorprendida-. Tío, venir aquí ha sido lo mejor que me ha pasado. Primero voy en helicóptero y luego voy en limusina.

Salí del estudio dando brincos, mientras los chicos me seguían tranquilamente. Salimos fuera, donde paraban los coches que recogían a la gente. En unos minutos, pasó una gran limusina blanca y se paró delante de nosotros. Se bajó una ventanilla y vimos a un señor que nos saludó.

-¿One Direction y acompañante?- preguntó.

-Sí- respondieron los chicos.

-¿Acompañante?- murmuré yo.

Entramos a trompicones en la limusina, y nos distribuimos por la limusina. "Esto sí es lujo", pensé yo. La limusina se dirigió a una gran casa lujosa. Nos dejó en la puerta, y nos dijo el chófer:

-Chicos, tenéis que timbrar y entrar, y tú- dijo dirigiéndose a mí-, tendrás o que esperar fuera o dentro de la limusina. Te recomiendo esperar en la limusina, hay tele y lo ves en directo.

-Espero en la limusina- dije-. Muchísima suerte chicos. Lo haréis genial.

Los abracé a todos y me metí en la limusina.

-Esto...

-Stan- me ayudó el conductor.

-Stan, ¿que canal es?- pregunté.

-La 13, y deprisa, que empieza.

Encendí la televisión y estaban echando The X Factor, una chica estaba escuchando la opinión de Simon y la otra jueza sobre ella.

-Muchas gracias, Cindy- se despidió Simon.

La chica abandonó el lugar, y llegó el turno de One Direction. Pusieron un reportaje del 23 de julio y algunos ensayos (¡salía yo de fondo en una imagen!) y dio entrada a los chicos. Saludaron a Simon y la música comenzó a sonar, pero no lo voy a contar, prefiero que lo veáis vosotros:


Terminaron de cantar, y yo en la limusina me puse a aplaudir como una loca. Stan me miró raro.

-Gracias chicos- dijo Simon-. Tendréis que esperar un momento.

Los chicos se marcharon y Simon comenzó a comentar la actuación con su compañera.

-¡Parece como si llevasen toda la visa cantando juntos!- exclamó la chica.

-Ya lo sé, creo que tomé una buena decisión al juntarlos- comentó Simon.

-Ya lo creo- le dio la razón la jueza-. Por mí pasan sin problemas.

-Opino lo mismo.

-Pues que les digan que pasen.

Los chicos entraron y se juntaron para escuchar la decisión de los jueces.

-Chicosm lo habéis hecho genial- dijo Simon-. Pasáis a la siguiente ronda si problemas.

Los chicos se abrazaron mientras gritaban de alegría, y Niall corrió a abrazar a Simon, siendo imitado por el resto del grupo. Yo aplaudía y aplaudía.

-Tengo que admitir que esos chicos son buenos- dijo Stan.

-¿Buenos? ¡Buenísimos!- le corregí.

1 comentario:

  1. OH este cap me a hecho llorar recordar ese momento fue tan mágico, ojala estuvieran así en este momento!!!!

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