-Buenos días- le saludé-. ¿Que tal tu madre?
-Muy bien- respondió-. A estas horas debe estar descansando. ¿Y tú con Harry?
Me atraganté con los cereales.
-¿Yo con qué?
-Con Harry- dijo Zayn como si fuera tonta-. ¿Volvisteis bien ayer?
-Sí, sí- respondí, y volví a mi taza de cereales.
-Mañana actuamos para los jueces- me comentó Zayn.
-Ya lo sé. Ya me contó Harry.
-Oooh, Harry- me hizo burla Zayn.
-Cállate- dije lanzándole un cojín-. A mí no me gusta Harry.
-Me lo creeré- dijo Zayn caminando hacia la cocina.
Escuché la máquina de café funcionar, y luego Zayn vino a la sala y se dejó caer a mi lado en el sofá.
-¡Tío! ¡No te tires así en el sofá, que me tiras la comida!- exclamé.
Zayn se llevó la taza a la boca mientras me miraba de reojo, sonriendo.
-¡No me mires así!- dije golpeándole suavemente el brazo.
-Pero si te encanta- dijo Zayn moviendo sus cejas de arriba a abajo.
-¡Que va!- repliqué-. ¡Y para de hacer eso!
-No quiero.
-Pues vas a parar.
-¿O si no qué?
-Te comes el cojín.
-No te atreves- me retó.
-¿Ah, no?- cogí el cojín y me abalancé sobre él. Le cogí la taza y la dejé sobre la mesa, al igual que la mía. Zayn empezó a gritar, y se tumbó en el sofá, protegiéndose con sus brazos, mientras yo le aporreaba con el cojín mientras ambos reíamos.
-¡No me mates! ¡No me mates!- gritaba Zayn.
-¡Te mataré! ¡Te mataré!- respondía yo.
Estuvimos así durante unos diez minutos, hasta que llamaron a nuestra puerta.
-Vete a abrir- me ordenó Zayn-. Tregua.
-Tregua- contesté yo mientras caminaba hacia la puerta.
Abrí y me encontré a Harry, delante de mí con las manos en los bolsillos.
-Hola- me saludó-. ¿Os falta mucho?
-Hola. Si te soy sincera, sí- respondí.
-Vaya, ¿entonces puedo pasar?- preguntó.
-Claro- dije, e hice un gesto para indicarle que podía entrar. Harry entró y lo primero que vio fue a Zayn en bata y zapatillas, tumbado en el sofá, con dos cojines encima de él.
-No pregunto- dijo Harry levantando las manos, y se sentó en un sillón.
-Mejor- dijo Zayn-. Ya me vengaré- dijo esta vez dirigiéndose a mí.
-Sh- le mandé callar mientras le tiraba un cojín a la cara.
-Veo que te has puesto la ropa que compraste ayer- comentó Harry.
-Sí, bueno, es que me gusta mucho.
Zayn tosió, y mientras lo hacía se le escuchó decir: "No es lo único". Si las miradas matasen, Zayn ya estaría muerto.
-Bueno- dijo Zayn-. Me acabo el café- pegó un sorbo a su taza, terminándose así todo el líquido que había en su interior- y me visto- se levantó y se dirigió a su habitación.
-Tienes un minuto- le informé.
-¿Uno? ¿No pueden ser dos?- pidió Zayn.
-UNO, DOS, TRES- comencé a contar gritando.
-Vale, vale- Zayn corrió a su habitación.
-Como lo controlas- comentó Harry.
-Ya ves- respondí mientras cogía mi taza de cereales y me metía una cucharada en la boca.
-Está rico, ¿eh?- se burló Harry al ver mi forma de comer.
-Sí, mucho- contesté riendo-. No te burles.
-No me burlo- replicó Harry.
-Sí lo haces.
-No lo hago.
-Sí.
-Noo.
-Que síiii.
-Que noooo.
-¡¡Ya estoy!!- gritó Zayn dando un brinco.
-Felicidades.
-Guau, tío, te mereces un premio.
-JA, JA, muy graciosos vosotros.
-Gracias- dije sonriendo.
-Venga, nos vamos- dijo Harry.
-Esperad a que coja mi portátil- pedí-. Tengo que hacer una cosa.
Fui a por mi portátil y lo guardé en mi bolso. Nos marchamos puntuales y cogimos un autobús para ir al estudio. Me encantan esos autobuses, no me canso de decirlo. Durante el camino, Zayn fue contándole a Harry cómo habíamos celebrado mi cumpleaños el año pasado.
-... Ella quería que el chico que estaba en la butaca de delante se fijara en ella- contaba, y yo le mandaba callar constantemente-, así que al salir hizo que se caía tirando todas sus cosas. Y vaya si el chico se fijó en ella, se empezó a partir de risa, aunque la ayudó a levantarse y se conocieron, fue lo único bueno para Marta.
-A ver: UNO: No me gustaba ese chico, te lo acabas de inventar- replicaba yo- y DOS: esa caída fue un accidente, me tropecé con las escaleras del cine.
Todo el viaje en autobús fue más o menos así, y al fin llegamos al estudio. Entramos y resultó que éramos los primeros. Por primera vez en la vida. Tomamos asiento y seguimos hablando, esta vez del cumpleaños de Zayn de ese año.
-... Y entonces Zayn se enamoró de la camarera y no paraba de pedir cosas- contaba yo-, y a la sexta o así le pidió su número, a ver si colaba. Ella lo que hizo fue darle una torta, y al final, como invitaba yo, yo pagué lo que debía pagar, y le hice pagar a Zayn todas las tonterías que había pedido.
Harry rió, y Zayn se puso rojo como un tomate. En ese momento llegó Niall mientras se comía un trozo de lo que parecía ser una pizza rara.
-Que hay- saludó-. No me miréis, no me gusta que me miren mientras como.
-Vale- dijimos nosotros, y evitamos mirar a Niall, aunque era difícil, porque resultaba cómico comiendo.
-Una cosa, ¿vosotros sabéis donde está la casa de Simon?- preguntó Niall con la boca llena.
-No- respondió Zayn-, pero supongo que nos dará la dirección.
-Vale- dijo Niall mientras pegaba otro mordisco a su comida.
-Buenos días chicos- saludó Liam que en ese momento acababa de llegar.
-Buenos días- saludamos nosotros.
-¿De qué hablabais?- preguntó Liam.
-De nada- contestó Niall con la boca llena-. De de donde vive Simon, ¿tú lo sabes?
-No.
-Ah.
Se escuchó un portazo y todos nos giramos de repente. Vimos a Louis junto a la puerta.
-¡Me cago en todo! ¡¿No te podías cerrar normal, maldita puerta?!- gritaba.
Se giró y nos vio a todos mirándole perplejos.
-Ah, hola chicos- saludó, y vino corriendo hacia donde estábamos nosotros.
-Hola Louis- saludamos.
-¿Que hiciste?- pregunté yo riéndome y señalando la puerta.
-¿Yo? Nada- contestó-. La puerta se cerró sola de un portazo. No sería exagerar decir que se escuchó en todo Londres.
-Tampoco será para tanto- opinó Niall con la boca llena, mirando al vacío y manteniendo su gesto serio.
-Sí es- le dijo a Niall, y luego, dirigiéndose a nosotros:- ¿Y a este que le pasa?
-Déjalo, está comiendo- respondió Harry riendo.
-Pues vaya forma más rara de comer- comentó Louis.
-Ya- le dio la razón Zayn.
Seguimos charlando alegremente, y los cinco minutos llegó Simon.
-¡Muy buenos días chicos! ¡Mañana es el gran día!
Nosotros lo saludamos, y los chicos empezaron a ensayar. Cada vez lo hacían mejor, y yo, en vez de estar a lo mío, los miraba todo el rato con la boca abierta. ¡Eran increíbles! Me encantaban. Ya me declaraba oficialmente fan de One Direction. Pasaron toda la mañana ensayando, y luego por la tarde, vuelta a ensayar. Ya lo tenían perfecto para el día siguiente. Abandonamos el estudio y cada uno se fue directamente a su hotel, ya que al día siguiente habría que estar descansados.
Llegó el 27 de julio, y todos nos levantamos a la hora de siempre, pero esta vez más emocionados. Yo me volví a poner algo que los chicos me habían comprado el día de mi cumpleaños. Me lo puse y corrí a la cocina a prepararme el desayuno y luego tomármelo en la sala. Para mi sorpresa, Zayn ya estaba vestido tomando tranquilamente su desayuno.
-Hombre, mira quien ha madrugado hoy- bromeé.
-Ya ves, así puedo desayunar más tranquilo. Estoy nervioso.
-No me extraña, pero yo estaré con vosotros- le animé-. Bueno, fuera de la casa, pero con vosotros en el alma.
Los dos reímos y nos terminamos el desayuno.
-¿Ayer os dijo Simon que tenéis que hacer hoy?- pregunté.
-Sí- respondió Zayn-. Tenemos que ir al estudio, y él nos mandará un coche al mediodía que nos lleve a su casa.
-Vale, os acompaño al estudio y luego a ver como hago.
Salimos de la habitación y nos encontramos a Harry saliendo de su habitación.
-¡Hola!- nos saludó.
-Holaaa- saludó Zayn.
-Hola- saludé yo con una sonrisa.
Los tres bajamos al vestíbulo y abandonamos el edificio. Allí cogimos un taxi que nos llevara al estudio, porque Zayn se quejaba de que siempre íbamos como yo quería. Llegamos al estudio en quince minutos, y allí ya estaban todos nuestros amigos.
-¡Hola!- saludamos.
-¡Hola!- nos devolvieron el saludo.
-Puf, que nervios- comentó Louis.
-Ya, pero lo hemos preparado bien- opinó Liam-. Lo haremos bien.
-¡Lo haréis genial!- exclamé yo-. ¡Sois geniales!
-Tampoco exageres- dijo Harry modestamente.
-¡No exagero! ¡Y lo sabéis!- seguía yo defendiendo mi opinión.
-Bueno, estoy de acuerdo con Harry. No será para tanto- opinó Niall.
-¿Me vacilas?- le contesté.
-No- respondió Niall tranquilamente.
Seguimos con aquella mini-discusión entre los chicos y yo durante media hora. Perdí. Eran mayoría, ¿que podía hacer yo?
Sobre la una, sonó el teléfono de Louis.
-¿Diga? Sí, ajá, me parece bien, vale, gracias, adiós- colgó-. Era Simon. Nos avisa de pasará la limusina a recogernos y que Marta también puede venir.
-¿Limusina?- pregunté sorprendida-. Tío, venir aquí ha sido lo mejor que me ha pasado. Primero voy en helicóptero y luego voy en limusina.
Salí del estudio dando brincos, mientras los chicos me seguían tranquilamente. Salimos fuera, donde paraban los coches que recogían a la gente. En unos minutos, pasó una gran limusina blanca y se paró delante de nosotros. Se bajó una ventanilla y vimos a un señor que nos saludó.
-¿One Direction y acompañante?- preguntó.
-Sí- respondieron los chicos.
-¿Acompañante?- murmuré yo.
Entramos a trompicones en la limusina, y nos distribuimos por la limusina. "Esto sí es lujo", pensé yo. La limusina se dirigió a una gran casa lujosa. Nos dejó en la puerta, y nos dijo el chófer:
-Chicos, tenéis que timbrar y entrar, y tú- dijo dirigiéndose a mí-, tendrás o que esperar fuera o dentro de la limusina. Te recomiendo esperar en la limusina, hay tele y lo ves en directo.
-Espero en la limusina- dije-. Muchísima suerte chicos. Lo haréis genial.
Los abracé a todos y me metí en la limusina.
-Esto...
-Stan- me ayudó el conductor.
-Stan, ¿que canal es?- pregunté.
-La 13, y deprisa, que empieza.
Encendí la televisión y estaban echando The X Factor, una chica estaba escuchando la opinión de Simon y la otra jueza sobre ella.
-Muchas gracias, Cindy- se despidió Simon.
La chica abandonó el lugar, y llegó el turno de One Direction. Pusieron un reportaje del 23 de julio y algunos ensayos (¡salía yo de fondo en una imagen!) y dio entrada a los chicos. Saludaron a Simon y la música comenzó a sonar, pero no lo voy a contar, prefiero que lo veáis vosotros:
Terminaron de cantar, y yo en la limusina me puse a aplaudir como una loca. Stan me miró raro.
-Gracias chicos- dijo Simon-. Tendréis que esperar un momento.
Los chicos se marcharon y Simon comenzó a comentar la actuación con su compañera.
-¡Parece como si llevasen toda la visa cantando juntos!- exclamó la chica.
-Ya lo sé, creo que tomé una buena decisión al juntarlos- comentó Simon.
-Ya lo creo- le dio la razón la jueza-. Por mí pasan sin problemas.
-Opino lo mismo.
-Pues que les digan que pasen.
Los chicos entraron y se juntaron para escuchar la decisión de los jueces.
-Chicosm lo habéis hecho genial- dijo Simon-. Pasáis a la siguiente ronda si problemas.
Los chicos se abrazaron mientras gritaban de alegría, y Niall corrió a abrazar a Simon, siendo imitado por el resto del grupo. Yo aplaudía y aplaudía.
-Tengo que admitir que esos chicos son buenos- dijo Stan.
-¿Buenos? ¡Buenísimos!- le corregí.
OH este cap me a hecho llorar recordar ese momento fue tan mágico, ojala estuvieran así en este momento!!!!
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