Los chicos llegaron un día después de nuestra conversación por vídeo chat, el miércoles. Yo ya había informado al director de que los chicos iban a venir, y él había dado el visto bueno. Fui a recibirles al aeropuerto, y en cuanto los vi corrí a abrazarlos.
-Bienvenidos a Bradford.
-Estamos encantados de estar aquí- dijo Louis.
-Muy bonito el sitio- comentó Harry.
-Estoy deseando conocerlo- añadió Liam
-¿Donde hay un buen restaurante?- preguntó Niall.
-Aquí cerca- respondió Zayn-, a la vuelta de la esquina.
-Venga, vámonos- dije.
Nos marchamos y nos dirigimos a un restaurante, donde pedimos algo para picar, excepto Niall, que ya os imagináis qué pidió. Terminamos y acompañamos a los chicos a nuestras casas. Se iban a quedar dos chicos en mi casa y dos en la de Zayn. Decidimos que Niall se quedaría en mi casa, ya que los españoles somos más comilones que los ingleses y así Niall no tendría problema, que Liam se quedara en casa de Zayn, porque a los dos les va el descanso, y en mi casa con mis hermanos es difícil, y luego sorteamos entre Harry y Louis. Cara, Louis iba a mi casa, cruz, iba con Zayn. Salió cruz, así que Louis iría con Zayn, y Harry conmigo.
Fuimos cada uno a nuestras casas. Niall, Harry y yo entramos en mi casa.
-¡¡Mamáaa!!- grité nada más entrar en casa.
-¡¡Quéee!!- respondió ella.
-¡¡Ya estamos aquí!!- grité.
Se escuchó un golpe y a continuación vimos a mi madre bajar corriendo las escaleras.
-Hola- saludó a mis dos amigos, dándole dos besos a cada uno-. Soy Blanca, la madre de Marta.
-Encantados- dijeron mis dos amigos a la vez.
-Yo soy Niall- se presentó el irlandés.
-Yo Harry- dijo el de rizos.
-¿Tenéis hambre?- preguntó mi madre dirigiéndose a la cocina.
-Mamá, acabamos de comer y no...- empecé a explicar yo.
-¡Sí!- me cortó Niall.
-¡Si acabamos de comer!- repliqué.
-Déjalo Marta, si tiene hambre- me dijo mi madre-. Vosotros podéis ir a vuestra habitación, y de paso le subís la maleta a Niall.
-Vale. ¿Vamos?- le pregunté a Harry.
-Vamos.
Cogí la maleta de Niall y comencé a subir las escaleras, seguida de Harry. Cuando llegamos arriba comencé a explicarle a Harry:
-Tenemos cuatro habitaciones: una mía, otra de mis padres, otra para uno de mis hermanos y la otra para el otro. Tenemos un colchón hinchable guardado en el sótano. Podéis dormir ahí y lo ponemos en mi habitación ¿Te parece bien?
-Sí, venga, ahora vamos a llevar las maletas, que me pesan una barbaridad- respondió Harry.
Fuimos a mi habitación. Al entrar dejamos las maletas a un lado y yo me tiré en la cama. Harry, por su parte, empezó a curiosear por toda la habitación.
-¿Que haces?- pregunté.
-¿No es obvio? Cotillear- dijo sonriendo.
-Pues para- contesté.
-No me apetece.
Me levanté de la cama y fui junto a él. Estaba mirando todos los libros que yo tenía en la estantería.
-Te dije que pararas- le dije por detrás.
Harry se sobresaltó un poco y me miró de reojo, sin darse la vuelta.
-Y yo te dije que no me apetecía- respondió él.
-En serio, para- dije-. NO ME GUSTA QUE COTILLEEN EN MI HABITACIÓN.
-Pss, no voy a parar- dijo sacando un cuaderno de mi estantería.
Pude diferenciar el cuaderno. Era mi diario de primero de secundaria.
-Deja eso- le ordené.
-No- dijo abriendo el cuaderno.
-¡Déjalo!- dije agarrando el cuaderno.
-¿Qué hay aquí?- preguntó Harry pasando rápidamente las páginas.
-DEJA ESO- dije quedándome cara a cara con él.
-Si me dejas leer- respondió sonriendo.
-No.
-Pues entonces no te doy esto.
-Harry, en serio- dije haciendo que iba a llorar.
-Sshh, no llores- rió Harry.
-Dámelo- dije volviendo a la normalidad y extendiendo la mano.
Harry me miró y sonrió de lado. Depositó el cuaderno en mi mano.
-Que conste que te lo doy porque me das pena- justificó.
-Me da igual- respondí-. Primera norma: no se cotillea en mi habitación, si no, vas a dormir debajo del puente que hay a cuatro manzanas de aquí. ¿Está claro?
-Sí, señor- dijo, y puso su mano sobre la frente como un militar.
-Vale, descanse- dije riendo.
Harry se puso normal y sonrió.
-Pues venga, te voy a presentar a mi padre y a mis hermanos- le dije.
-Vaale- contestó Harry, y me siguió fuera de la habitación.
Bajamos al salón y allí estaban mis hermanos jugando a la PlayStation. Jorge y Pablo jugaban al Fifa13, y estaban sentados hacia delante dándole rápidamente a los botones.
-¡No me ganarás!- decía Pablo.
-Pues ya te gano 2 a 1- contestó mi hermano pequeño riendo.
-Em... Chicos...- dije.
No me hicieron caso, y siguieron concentrados en su partido.
-Chicos- repetí.
Nada.
Fui hacia la tele y desconecté la consola de la tele, haciendo que ésta se quedara totalmente negra.
-¡Eh!- gritaron ambos a la vez.
-No me hacíais caso- dije levantando las manos.
-A ver, rapidito- dijo Pablo.
-¿Qué pasa Marta?- preguntó Jorge.
-Pues que ya llegaron mis amigos- les informé.
Ambos clavaron la mirada en Harry, que los miraba sonriente.
-¡Hola! ¡Soy Jorge!- exclamó mi hermano pequeño.
-Hola Jorge, yo Harry- dijo Harry mientras le chocaba los cinco a mi hermanito.
Pablo se levantó del sofá y se dirigió hacia Harry. Lo miró de arriba abajo, y le extendió la mano.
-Hola, soy Pablo- se presentó.
-Hola- saludó Harry dándole la mano.
-¿No eran dos los que venían a nuestra casa?- preguntó Pablo.
-Sí- contesté-, pero el otro está en la cocina, y los otros dos en casa de Zayn.
-Ah- respondió.
Los cuatro fuimos a la cocina, y allí estaba mi madre charlando con Niall, que comía sin parar.
-Niall, no sé cómo eres capaz de comer así- dije.
Niall levantó la mirada de su plato de comida y nos miró a todos.
-Pablo, Jorge, este es Niall- le dije a mis hermanos.
-Hola Niall- saludaron estos.
-Niall, estos son Jorge y Pablo- presenté.
-Hola.
-Bueno, ¿podemos volver ya a jugar a la Play?- preguntó Pablo.
-Id- dije haciendo un gesto con la mano.
-¡Hurra!- gritó Jorge levantando los brazos y abandonando corriendo la cocina.
Harry rió levemente y se sentó junto a mi madre y Niall en la mesa. Yo hice lo mismo.
-Marta, ¿ya le enseñaste a Harry tu habitación?- preguntó-. ¿Y le dijiste como van a dormir?
-Sí mamá- respondí desinteresada.
-Pues ahora enséñasela a Niall, en cuanto se acabe su merienda- dijo mi madre.
-¡Ya estoy!- exclamó Niall.
-Venga, subid- ordenó mi madre.
Mi madre cogió el plato de Niall y lo llevó al fregadero, y nosotros tres subimos las escaleras camino de mi habitación. Entramos y le expliqué a Niall todo lo que le había explicado a Harry. Buscamos un sitio para dejar sus maletas y luego bajamos al sótano a por el colchón hinchable, ya que yo no me atrevía a dejarlos solos en mi habitación. Lo cogimos y volvimos arriba. Inflamos el colchón y le pusimos sábanas.
-Niall, te aviso, por la noche te mueves poco- advirtió Harry.
-Pues la llevas clara- respondió Niall-. Durmiendo soy de lo peor. Mi madre dice que me muevo más de lo que como.
-Martaaa- se quejó Harry-. Yo no quiero dormir con éeel.
-Mala suerte- dije tirándome sobre mi cama.
-Joder, lo voy a pasar mal- dijo Harry.
-Te tocó- dijo Niall riendo y tumbándose sobre su cama.
-Niall, te juro que como me des una sola patada duermes en el patio- dijo Harry.
Niall solamente se apoyó sobre su brazo derecho y sonrió.
-Te tocó- repitió.
Harry miraba a Niall preocupado por su cuerpo, lo que menos quería era recibir una patada en cualquier parte de su cuerpo. Yo simplemente los miraba y reía. Era una escena muy cómica.
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