viernes, 19 de julio de 2013

Capítulo 28: Nothing's fine, I'm torn

-Vale- dije extrañada.

Fui hacia mi portátil y abrí el vídeo chat. Vi a Harry conectado, y vi una petición de llamada suya. Acepté, y en la pantalla vi la radiante sonrisa de Harry.

-Me alegra verte- dijo. Sonreí mirando hacia abajo, y Harry añadió:-. Extrañaba esa sonrisa.

-Calla, que me sonrojo- le dije-. A ver, ¿qué decías que teníamos que arreglar?

-Pues, he estado pensando, y los chicos también lo creen, y bueno...- dijo.

Yo arqueé una ceja, y Harry carraspeó.

-Marta Iglesias- dijo lo más serio que pudo-, ¿quieres salir conmigo?

Sonreí de nuevo, y contesté:

-Me encantaría salir contigo, Harry.

-Ahora sería cuando nos besamos, pero un poco difícil- dijo Harry, algo más aliviado.

-Sí, Harry, tú tan romántico como siempre- reí.

-Ya, ya lo sabía- respondió-. Estoy deseando que vengas a Londres.

-¡¡Hazza!!- gritó Louis por detrás.

Louis apareció por detrás de Harry, y miró la cámara del ordenador.

-Hombre, hola Marta- saludó-. O debería decir Señorita Styles.

-Louis, cállate- le dije, roja como un tomate.

-No me apetece- dijo Louis con una sonrisa pícara.

-¡Louis, fuera!- exclamó Harry, propinándole un empujón.

-¡Au!- exclamó éste-. Marta, lo siento, pero me lo llevo un rato. ¿Llamo a alguien para que te haga compañía?

-No estaría mal- dije.

-Vale- dijo Louis, tirando de Harry. En la pantalla solo se veía la pared de la habitación de Harry, y luego se escuchó gritar a Louis:-. ¡¡Zayn, Niall o Liam, venid a hablar con Marta mientras mato a su churri!!

-¡¡Ya vamos!!- respondió Niall.

Al momento aparecieron mis otros tres amigos en la pantalla. Estaban los tres sonrientes.

-¡¡Holaaa!!- saludaron.

-Holaa- saludé.

-¿Qué tal, Mrs. Styles?- preguntó Liam divertido.

-Otrooo- dije-. Pues muy bien, ¿ y tú?

-Bien, bien- respondió Liam.

-No sabía yo eso de ti, Marta- dijo Niall negando con la cabeza, poniendo voz de adulto protector.

-Callad ya con eso- pedí.

-Bueeeno chicos, seamos amables- dijo Zayn-. Metámonos más con la futura señora de Styles.

Bufé.

-Sois insufribles, pero insufribles con "i" mayúscula- dije.

-¿Llamamos a Harry para que te consuele?- se burló Niall sonriente.

-Os voy a colgar- amenacé.

-No te vayas, Harry querrá darte las buenas noches- sonrió Zayn.

-Adiós, chicos- zanjé.

-¡Espera!- exclamó Liam-. ¡Harry!

-¡¿Qué?!- respondió Harry.

-¡Ven aquí!- exclamó Liam.

-Vooy- respondió Harry.

Harry y Louis aparecieron en la pantalla.

-Tu novia se va- anunció Niall.

-Buenas noches- dijo Harry sonriente.

-Buenas noches- respondí.

-Ale, adiós Marta- se despidió Zayn.

Luego, le dio a un botón y la ventana de la conversación con los chicos se cerró. Apagué el ordenador y volví escaleras abajo.


Pasó un mes. Un mes en el que no pisé Londres. La gran final de The X Factor estaba a la vuelta de la esquina, y los chicos se preparaban a fondo. Yo había convencido a mi madre para poder ir a verlos en directo.

Yo estaba en el aeropuerto de Bradford, con mis maletas hasta arriba, preparada para volar rumbo a Londres. Los chicos habían acordado pasar a recogerme al aeropuerto. Por la megafonía anunciaron que los pasajeros con rumbo a Londres debían subir al avión. Subí tras una familia que seguramente se iba de vacaciones, ya que la Navidad estaba por llegar pronto. Dejé mi maleta y me senté al lado de la ventanilla, junto a un señor que roncaba ruidosamente y su esposa.

Pasada media hora, el avión aterrizó suavemente. La azafata anunció que ya podíamos quitarnos los cinturones y bajar del avión. La gente se levantó rápidamente y salieron todos a la vez, empujándose y gritando. Yo esperé a que toda esa gente pasara, y luego bajé yo. Recogí mi maleta y me dirigí a la entrada del aeropuerto. Esa parte del aeropuerto estaba de gente hasta arriba.

"¿Y ahora yo cómo encuentro a éstos?", pensé.

-Bienvenida a Londres.- Niall apareció por detrás de mí y me puso el  brazo derecho por encima del hombro.

-Tío, que susto- dije suspirando-. Hola.

Niall rió.

-Deberías haber visto como te sobresaltaste- dijo-. Venga, vamos a buscar a los chicos.

-¿Dónde están?- pregunté.

-En la entrada- respondió-. Yo es que fui a buscar comida.

-Qué raro...- ironicé.

-Ya, ahora que lo dices, estos días estoy comiendo mucho- dijo Niall pensativo.

-¿Estos días? Tú comes mucho desde que te conocí- contesté riendo.

-No seas exagerada, mujer- dijo-. Será que tú comes poco.

Los dos echamos a andar por el aeropuerto, camino de la salida. Niall y yo buscamos algún hueco por el que pasar, pero recibimos bastantes empujones por parte de algunos.

-¡Joder! ¡¿Es que aquí nadie va con normalidad?!- exclamó Niall cuando un hombre corpulento de dio un codazo en el pecho.

Conseguimos salir de aquella muchedumbre, y vimos a los chicos apoyados en una pared a un lado. Estaban charlando alegremente.

-¡Ey, chicos!- saludó Niall-. ¡Mirad a quién traigo!

Los chicos se giraron y vinieron hacia nosotros.

-¡Hola, Marta!- saludaron Liam y Zayn.

-¡Hola, chicos!- saludé, mientras los dos me abrazaban y yo les devolvía el abrazo.

-¿Qué tal, Marta?- preguntó Louis.

-Muy bien- respondí sonriente-, ¿y tú?

-Bien, bien- respondió Louis pícaro.

-Hola- me saludó Harry con una sonrisa.

-Hola- saludé con una sonrisa tímida.

-Bueno, chicos, vamos a por comida- dijo Louis, rodeando a Zayn y Liam con los brazos y dándole con el pie a Niall, indicando que caminara y se marchara.

"Joder, Louis, te odio", pensé, lanzándole una mirada asesina, a la que el respondió con una mirada divertida. Los cuatro entraron de nuevo en el aeropuerto, supongo que camino de la cafetería. Harry rió, y se giró de nuevo.

-¿Sabes quién te odia?- preguntó divertido.

-No, ¿quién?- pregunté.

-Jennifer, la majísima- contestó Harry riendo.

-Ya me odiaba antes, así que me da igual- respondí.

Harry sonrió, y luego suspiró.

-No sé que pasará cuando todo esto acabe- dijo-. Por una parte, me da miedo que The X Factor acabe.

-No te preocupes- le tranquilicé-. Seguiremos en contacto, y lo mismo os proponen seguir con vuestra carrera musical.

-Puede, pero igualmente no soportaría la idea de despedirme de todo esto- respondió Harry.

-Si piensas así, no saldrá bien- le dije-. Ahora vamos a buscar a los chicos.

-Eh, espera- dijo sonriente-. Me debes un beso.

-¿Desde cuándo?- pregunté.

-Desde aquel 20 de noviembre del 2010- respondió.

-¿Ah, sí?- Me hice la tonta.

-Ajá- asintió Harry.

-Pues no te lo doy- dije, cogiéndole de la muñeca y tirando de él al interior del aeropuerto.

-Pues yo no me voy sin mi beso- dijo Harry poniendo morritos.

-Adiós- dije sonriente y dándome media vuelta.

-¡Espérame!- exclamó Harry cogiéndome de la muñeca y tirando de mí hacia él, quedando nuestras caras a un par de centímetros. Me miró a los ojos, y sin pensarlo dos veces me besó.

-Venga, tortolitos, nos vamos.- Louis apareció por detrás con un bote extra grande de palomitas.

Harry y yo nos separamos rápidamente. Louis rió y se llevó un manojo de palomitas a la boca. Niall, Liam y Zayn vinieron por detrás, y cada uno de ellos cogió otro manojo de palomitas. Y Harry, que no iba a ser menos, cogió otro. Louis aferró con más fuerza su bote, para que nadie más cogiera de sus palomitas. Salimos del aeropuerto camino del hotel, y allí dejé mi bolsa con la ropa del fin de semana. Fuimos al salón, y nos sentamos los seis.

-Qué nervios...- comentó Louis-. Dentro de cinco horas es la final.

-Ya, pero para eso hemos estado ensayando toda la semana- dijo Zayn-. No hay de qué preocuparse.

-Cierto, y además Marta nos estará animando- añadió Liam.

-Sí, así es- dije.

-Yo estoy algo nervioso- dijo Harry-. Voy a dar una vuelta para relajarme.

-¿Voy contigo?- preguntó Zayn.

-Si quieres...- respondió Harry-. Así vamos más tranquilos.

Se levantaron y se marcharon.

-Nosotros podemos ir a por algo de comer- sugirió Niall-. A mí me relaja.

-Bueno, vale- accedió Louis-. Vamos todos juntos.

Los cuatro que quedábamos nos levantamos y nos dirigimos a la puerta. Niall cogió un poco de dinero y lo guardó en el bolsillo. Los cuatro entramos en el ascensor y le dimos al 0. El ascensor bajó lentamente, mientras Louis se colocaba la melena, mirándose en el espejo del ascensor.

Cuando salimos a la calle, lloviznaba un poco. La calle estaba llena de gente que estaba haciendo sus compras navideñas. Nos dirigimos a Nando's, y allí Niall pidió su comida favorita mientras los demás cogíamos sitio. Niall volvió al minuto. Dejó la comida sobre la mesa y comenzamos a comer.

-Así sí que se calman los nervios, ¿a que sí?- comentó Niall.

-La verdad es que sí- admitió Liam-. Yo estoy mucho más tranquilo.

-Si es que yo siempre tengo razón- se regodeó Niall.

-Y este restaurante es muy bueno- dijo Louis.

-Estoy de acuerdo- añadí-. Este pollo es genial.

Niall sonrió, y luego dio un nuevo bocado a su pollo. Entonces escuchamos el teléfono de Louis hacer un ruido. Limpió sus manos con una servilleta y sacó el teléfono. Leyó el mensaje que acababa de llegar y puso cara de extrañado, y luego, dijo:

-Chicos.

-¿Qué ocurre?- preguntó Liam.

-Mirad esto- dijo, dándole la vuelta al móvil y enseñando un mensaje que le acababa de llegar.

De: Anónimo Para: Louis Hora: 16:27
Mensaje: ¿Queréis ganar The X Factor? Lo dudo mucho, dos personas en un grupo se echan en falta. Suerte.

-¿Que querrá decir?- preguntó Niall.

-No lo sé...- respondió Liam-. Es muy extraño.

Entonces caí en la cuenta.

-¡Chicos! ¡Harry y Zayn!- exclamé

Louis, Liam y Niall se miraron entre ellos con miradas preocupadas, y luego me miraron a mí.

-¿Estás segura?- preguntó Liam.

-No del todo- respondí-, pero tenemos que asegurarnos.

-¿Cómo?- preguntó Niall.

-Tenemos que llamarlos.

Louis asintió, dándome la razón, y marcó el número de Zayn. Se colocó el teléfono en la oreja y esperó. Nadie cogía. Saltó el contestador al cabo de un minuto y algo.

-Zayn no coge- anunció-. Voy a llamar a Harry.

Marcó el número de Harry, y pasó lo mismo que con Zayn.

-No puede ser- dijo Liam-. ¿Quién sería capaz de hacerle algo a nuestros amigos?

-Alguien malavado- respondió Louis-. Y sobre todo, alguien que nos tiene manía.

-¿Quién creéis que puede ser?- preguntó Niall.

-No lo sé- respondí-. Pero tenemos que hacer algo.

Nos levantamos y salimos corriendo de aquel restaurante.

-¿Y ahora por dónde empezamos?- pregunté.

-No tengo ni idea- admitió Louis.

-Deberíamos llamar a la policía- sugirió Liam, pero antes de que pudiéramos responder, el móvil de Louis volvió a sonar.

De: Anónimo Para: Louis Hora: 16:32
Mensaje: No os molestéis en buscar a vuestros amigos. Os será difícil encontrarlos en una ciudad tan grande como Londres, sobre todo en un escondrijo tan bueno con el mío.

Louis lo leyó en alto varias veces. Los cuatro nos quedamos pensando. Liam chasqueó los dedos, señal de que se le había ocurrido algo.

-Dice que tiene un buen escondrijo, ¿no?- Asentimos-. Pues lo más probable es que esté en algún lugar abandonado, donde no haya nadie cerca, porque llevar a dos chicos no es muy normal, que digamos, ¿no creéis?

-¡Sí!- exclamó Niall-. Hay dos almacenes abandonados en la ciudad. El resto los están o bien reformando o bien utilizando.

-Pues en ese caso nos separaremos- dijo Louis-. Dos irán a un almacén y dos irán al otro.

-Vale- aprobó Liam-. ¿Cómo nos separaremos?

-Yo iré con Niall- dijo Liam-. Y Marta con Louis.

-Vale, pero, ¿dónde están los almacenes?- pregunté.

-Louis y yo sabemos- respondió Niall-. Tú sólo sigue a Louis y ya.

-Bueno, vale- dije.

Niall y Liam echaron a correr por una calle y Louis y yo por otro. Yo tuve que hacer un gran esfuerzo, ya que Louis corría mucho. A mitad de camino me paré para respirar un momento.

-Louis, me canso- informé.

-Venga, haz un esfuerzo- dijo parándose.

Cogí aire y eché a correr de nuevo. Louis fue por numerosas calles, hasta llegar a un gran almacén grande. Nos escondimos tras un edificio, y Louis asomó la cabeza.

-Mira esto- dijo.

Asomé la cabeza. Al lado de la que parecía ser la entrada principal había un hombre totalmente vestido de negro, calvo y con unas grandes gafas de sol negras, sentado con las piernas estiradas y la espalda apoyada en la pared. Se estaba fumando un cigarrillo.

-¿Crees que significa algo?- le susurré a Louis.

-Vamos a llamar a Niall y a Liam para ver como les ha ido a ellos- respondió Louis-. Depende de lo que hayan visto.

Saqué mi móvil, ya que Louis ya había llamado antes. Llamé a Niall, que cogió enseguida.

-¿Cómo os va?- preguntó susurrando.

-Hay uno fumando en la puerta, y tiene pinta de matón- respondí-, ¿significa algo?

-Apostaría que sí, ya que en el almacén al que hemos ido Liam y yo no hay ni una mosca- respondió-. Estamos dando una vuelta por él para asegurarnos, pero no hay nada que indique que Harry y Zayn estén aquí.

-Vale, vamos a investigar- dije-. Os llamo luego.

-Vale, adiós- se despidió.

Colgué, miré a Louis, y le dije:

-Tenemos que colarnos.

Louis asintió.

-Yo entretendré a ese hombre- dijo-. Y tú te colarás.

-¿Yo sola?- pregunté, preocupada.

-Vas a poder, lo sé- me animó-. Una vez dentro, busca a Harry y a Zayn e intenta sacarlos de ahí. Evita a los matones, escóndete si ves a alguno. Y ahora deséame suerte, no quiero acabar muerto.

-¿Prefieres que le entretenga yo?- pregunté.

-No, no quiero- respondió.

Suspiró y salió del escondite. Louis se apoyó en la pared del edificio de enfrente y miró fijamente al hombre del cigarrillo. Éste empezó a encontrarse incómodo a los pocos minutos, y gritó:

-¡¿Y tú qué miras?!

-¡¿Yo?! ¡Solo tu cara de mono!- respondió Louis a grito pelado.

El hombre gruñó y tiró el cigarrillo a un lado. Se levantó y echó a correr hacia Louis, que a su vez había echado a correr por una calle paralela. Dejó la entrada despejada, y yo me armé de valor y corrí hacia la puerta. Entré y me encontré con unos pasillos oscuros y repletos de telarañas. Una rata pasó corriendo a mi lado, haciendo que yo me sobresaltara. Tengo una fobia terrible a las ratas y a las arañas. Eché a andar por esos pasillos oscuros. Di vueltas y vueltas por aquel horrible lugar, hasta que comencé a escuchar voces.

-Esto va mejorando por momentos- decía una voz femenina-. Faltan cuatro horas para que la final de The X Factor comience, y tengo a esos dos chicos encerrados.

Caminé de puntillas hacia allí, y me asomé a una puerta por la que salía la luz y la voz. Dentro de aquella enorme estancia estaba una chica hablando por teléfono.

-Compensaré lo que te ha pasado, lo prometo, pero que sepas que como nos pillen cargamos las dos- decía.

La chica tenía la cara redonda y el pelo castaño oscuro y ondulado. Era muy guapa. Tenía la nariz pequeña y los labios gruesos, y sus ojos eran marrones. Se despidió de la otra persona y colgó. Se giró y se dirigió hacia la puerta donde estaba yo. Corrí a esconderme tras una vieja estantería, y la chica salió.

Miró a ambos lados y siguió caminando. Decidí seguirla, pero a distancia. Ella caminaba rápido, haciendo un sonoro ruido con sus tacones. Yo iba despacio, como un ninja, de escondite en escondite. Se dirigió a una puerta, cerrada con una llave colgada al lado de la puerta. Cogió la llave y abrió la puerta. Acto seguido, entró.

-Hola, chicos, ¿estáis cómodos?- preguntó en tono malvado.

Los chicos no contestaron, sin embargo, se escuchó un pataleo de dos pies a la vez sobre el suelo de metal.

-Es cierto, me olvidaba, no podéis hablar- se jactó la joven.

Rió, y salió del cuarto, cerrando con llave y dejando ésta en el lugar en el que se encontraba antes. En ese momento, un hombre como el que Louis había entretenido, pero negro (os lo juro, era el mismo pero negrito), fue junto a la chica que tenía a Zayn y a Harry encerrados.

-¡Kelly!- exclamó.

-Te recuerdo que para ti soy Señorita Morgan- recordó la chica, cruzándose de brazos.

-Pues eso- dijo el hombre, quitándole importancia a la cosa-. Uno de los amigos de sus prisioneros anduvo por aquí, y provocó a mi compañero.

-¿Y no se ha encargado de él?- preguntó Kelly seca.

-Le ha perseguido hasta que lo perdió de vista entre una calle llena- contestó-. Luego, volvió.

-Bueno, pues si el chico ha desaparecido, no veo el problema- replicó la chica.

-Bueno, yo...- tartamudeó el hombre.

-¡Fuera!- gritó Kelly-. Tengo que arreglar unos asuntos.

El hombre se fue por un lado, y Kelly por el otro. Cuando escuché los pasos de ambos muy lejanos, salí de mi escondite. Me dirigí a la puerta que antes Kelly había abierto e imité lo que hizo ella. Entré, y allí dentro me encontré a Zayn y a Harry, espalda con espalda y las manos atadas. Sus pies también estaban atados y tenían cinta adhesiva en la boca.

-¡Chicos!- susurré.

Ambos levantaron la mirada y empezaron a hablar. Debido a los esparadrapos que había en sus bocas, no pude entender lo que decían. Fui hacia Harry y le quité rápidamente el esparadrapo de la boca.

-¡Au!- exclamó-. Que suerte que hayas venido.

-Ya, aunque no fue muy difícil encontraros- respondí, quitándole a Zayn su esparadrapo.

-¿Y los demás?- preguntó Zayn.

-Louis entreteniendo a un matón y Niall y Liam de camino- respondí, buscando en la sala algo útil para romper esas cuerdas-. Los llamo en cuanto os desate.

Di varias vueltas por la sala, hasta que me topé con un cuchillo. Lo cogí y empecé a cortar las cuerdas que ataban a Harry y a Zayn. Cuando los conseguí desatar, ellos se levantaron y se estiraron.

-Por fin libres- dijo Harry.

-Sí, ya se me estaban durmiendo las piernas- añadió Zayn.

Yo, mientras tanto, saqué mi teléfono y llamé a Niall.

-¡Qué!- exclamó Niall al otro lado, parecía exhausto.

-He conseguido liberar a Harry y Zayn- respondí.

-Genial- dijo, se movía mucho-. Necesitamos ayuda por aquí.

-¿Dónde estáis?- pregunté.

-¡Venid al almacén abandonado Hemingway's! ¡Urgente!- gritó, y luego la llamada se cortó.

-A Hemingway's. Ya- ordené.

Harry y Zayn asintieron serios, y salimos de allí. Dejé la puerta tal y como la encontré, pero su interior quedó totalmente distinto, los dos chicos que estaban presos allí ya no estaban.

Corrimos por las calles de Londres. Yo ya me estaba cansando de tanto correr. Faltaban tres horas y media para el inicio de la final. Yo iba corriendo todo lo que podía, y Zayn y Harry iban a mi ritmo. Llegamos a Hemingway's en veinte minutos, y fuera no vimos a nadie.

-Dentro- dijo Harry, y los tres corrimos hacia la entrada.

El sitio era parecido al almacén anterior, pero no nos paramos mucho a mirarlo. Escuchamos gritos lejanos, así que corrimos en su dirección. Se escuchaban voces masculinas, entre ellas las de Niall, Liam y Louis. Llegamos al lugar del que provenían los gritos, y entramos. El hombre del cigarrillo apuntaba a Niall al corazón con una pistola, a Liam lo agarraba por detrás un hombre nuevo y Louis estaba tirado en el suelo.

"Ay Dios", pensé.

Los dos hombres, al escuchar pasos, se giraron hacia nosotros.

-Hombre, los que faltaban- se regodeó el del cigarrillo.

-Sí, yo creo que quieren acabar tan mal como sus amigos, ¿eh, Carridge?- dijo el nuevo hombre.

El calvo abrió los ojos como platos y gritó:

-¡Gilipollas! ¡¿Por qué dices mi nombre?!

-Perdona, me salió- se justificó el otro.

Pegó un gruñido, y Harry, aprovechando la confusión, se puso detrás del tal Carridge y le dio un fuerte puñetazo, haciendo que éste cayera al suelo, inconsciente. El otro, asustado, soltó a Liam, y buscó algún arma en su cinturón. Pero ya era demasiado tarde. Harry tenía la pistola de Carridge en la mano derecha y apuntaba hacia el otro, mientras respiraba agitadamente.

-Tú haz algo y disparo- amenazó.

Sonaba convincente, y, sinceramente, yo si fuera él, estaría cagándome de miedo. Harry se giró a mí, y con más dulzura, dijo:

-Llama a la policía.

Asentí, me fui a un lado y telefoneé a la policía. Les expliqué la situación y el lugar y ellos dijeron que estarían ahí en unos instantes. Colgué y volví junto a mis amigos. Liam había ido junto a Harry, y Niall ayudó a Louis a levantarse. Harry seguía sosteniendo firme la pistola sin apartar la mirada del aliado del inconsciente. La policía llegó en una velocidad admirable. Entraron cinco agentes, que se dirigieron hacia nosotros, y, mientras dos arrestaban a los dos hombres, yo le relataba a los tres restantes la historia, esta vez bien detallada. Cuando terminé, asintieron, y le preguntaron a Zayn cómo habían sido él y Harry secuestrados. Zayn comenzó a explicar:

-Verá, agente, mi amigo y yo íbamos tranquilamente por la calle. Llegamos a un lugar donde no había nadie, y empezamos a caminar por ahí para relajarnos, ya que en dos horas y media debemos participar en un concurso. Entonces, dos hombres vinieron por detrás de nosotros, uno de ellos ese que está tendido en el suelo- señaló al calvo inconsciente-, y nos clavaron unos dardos somníferos en la espalda. Luego, nos despertamos atados y con cinta adhesiva en la boca en el almacén que mi amiga ya ya le ha dicho. Y el restp ya se lo hemos contado.

Los policías asintieron y nos dijeron que investigarían, pero mientras tanto, que nos relajásemos. Se llevaron a los dos hombres en su coche y los seis nos quedamos solos en Hemingway's.

-Vaya día, ¿eh?- comentó Louis.

-Ya te digo- dijo Harry-. Esas cuerdas me han dejado marca.

-A mí el celo- respondió Zayn-. Mira, ya no tengo bigote.

-Sí, como antes tenías tanto...- bromeó Niall.

-Oye, pues sí- dijo Zayn.

-Bueno, lo importante es que estamos bien- dijo Liam.

-Y que en dos horas y cuarto tenéis que cantar- dije-. ¡Vamos!

-¡Es cierto!- exclamó Louis, dándose una palmada en la frente.

Los seis salimos de aquel almacén, camino del estudio de The X Factor.

Llegamos en veinte minutos. Quedaba una hora y cincuenta y cinco minutos para el inicio de la final. Los chicos corrieron a los camerinos y yo fui a por unos pases de backstage. Cuando los conseguí al cabo de veinte minutos (me costó una barbaridad encontrar a alguien que me los diera), fui hacia el camerino de los chicos. Allí estaban los cinco colocándose las chaquetas que se iban a poner para la actuación.

-Hola, chicos- saludé-. ¿Nerviosos?

-Un poco- respondió Niall, poniéndose las zapatillas.

-Os va a salir muy bien- les animé-. De verdad.

Los chicos terminaron de prepararse, mientras charlábamos, y yo les tranquilizaba. Todo el rato fueron risas, y las casi dos horas pasaron volando. Yo me quedé con los chicos en el backstage hasta que llegó el momento de su actuación. Los chicos salieron a escena, y yo corrí a mi sitio. La música de Torn empezó a sonar.


-I thought I saw a girl brought to life- comenzó Liam-, she was warm, she came around, like she was dignified, showed me  what it was to cry... You could't be that girl I adored, you don't seem to know or seem to care what your heart is for... But I don't know her anymore.

-There's nothing left, I used to cry- continuó Harry-, my conversation has run dry, that's what's going on, nothing's fine, I'm torn, I'm all out of faith, this is how I feel, I'm cold and I'm shamed lying naked on the floor, ilusion never changed, into something real, I'm wide awake and I can see the perfect sky is torn, you're a little late, and I'm already torn...

La gente empezó a dar palmas, y Harry continuó cantando:

-There's nothing left, I used to cry, my conversation has run dry, that's what's going on, nothing's fine I'm toooorn... I am torn...

-Nothing's fine, I'm torn- cantaron los cinco-, I'm all out of faith, this is how I feel, I'm cold and I'm shamed lying naked on the floor, ilusion never changed, into something real, I'm wide awake and I can see the perfect sky is torn, you're a little late, and I'm already torn...

-I'm already, I'm already torn...- cantó Zayn.

-Tooorn...- cantaron al unísono.

-Oh, toorn...- finalizó Harry.

La sala rompió en aplausos. Los aplausos duraron dos minutos, y la gente finalizó. Los chicos daban las gracias sin parar. Los jueces dijeron:

-Nos ha encantado, tenéis muchas posibilidades de ganar, ahora solo queda esperar a que el público decida. Gracias chicos, ha sido sensacional trabajar con vosotros.

Los chicos dieron las gracias y salieron del escenario. Yo me levanté y fui corriendo al backstage. En cuanto los tuve delante fui sobre ellos y les abracé.

-¡Chicos, sois geniales!- exclamé-. ¡Los mejores!

Los seis nos fundimos en un abrazo de grupo.

-Lo habéis hecho genial- les dije-. Podéis ganar perfectamente.

-Gracias, pero es difícil- respondió Louis.

-Pero no hay que perder la esperanza- añadió Niall.

-Ahora lo único que podemos hacer es esperar- dijo Zayn, y fuimos a un lateral del escenario a ver la última actuación del día.

La actuación terminó, y los seis, al igual que el resto de la gente, aplaudimos. El presentador salió a escena y dijo que ya podíamos empezar a votar a nuestro favorito. Saqué mi móvil y voté por los chicos, mientras ellos se miraban nerviosos.

-Ya está- dije al terminar-. Ahora será el destino el que decida.

Los chicos sonrieron y suspiraron. Pasados diez minutos, anunciaron que cerraban las líneas, y ya nadie más podía votar. Mandaron subir a todos los finalistas al escenario, y yo me quedé en el mismo sitio. Los chicos estaban con Simon, y miraban al suelo. Ya habían anunciado todos los puestos hasta el tercero, y los chicos seguían ahí. El presentador cogió bien el micrófono, y dijo:

-Y el ganador de The X Factor 2010 es...

Se escuchó un redoble de tambores, y yo rezaba por dentro para que sus dos próximas palabras fueran "One Direction".

-¡Matt Cardle!

La gente empezó a aplaudir. Yo empecé a aplaudir también, aunque algo decepcionada. Todavía podían conseguir el segundo puesto. Hablaron con Matt, que lloraba de emoción, y abandonó el escenario. Quedaron los chicos y una mujer.

-Y ahora, el segundo puesto. El segundo clasificado de The X Factor 2010 es...

Redoble de tambores nuevamente.

-¡Rebecca Ferguson!

"Mierda", pensé. Aplaudí, me encantaba el estilo de esa chica, pero mucho más el de los chicos. Los chicos se quedaron en el escenario, serios. El presentador los felicitó, y ellos bajaron. Yo corrí de nuevo junto a ellos. Los abracé, esta vez sin tanta euforia.

-¿Sabéis? Aunque hayáis quedado terceros, yo creo que es un gran logro, y para mí seguís siendo los mejores- les dije.

Sonrieron con pena en su mirada, y de nuevo nos abrazamos.

-Esto no significa el final- dijo Louis-. One Direction no acabará nunca.

-Tienes razón- añadió Liam-. Aprovecharemos las vacaciones, puentes y festivos para vernos.

-¿Os digo una cosa?- dijo Zayn-. Yo siempre he querido tener un hermano, y ahora tengo cuatro. Y a Marta, aunque no la quiera nada.

-Gracias- dije sarcástica-. Yo también te quiero.

-Pero Zayn tiene razón- dijo Harry-. Ahora somos los seis.

-Sí, aunque en el escenario estemos nosotros cinco- añadió Niall-, tú formas parte de esto.

Sonreí, y los seis volvimos a abrazarnos. Los chicos tenían razón. En cinco meses había hecho los mejores amigos que una puede tener.

4 comentarios:

  1. ¡¡¡DIOS MÍO, ME ENCANTAAAAA!!! ES PERFECTO!! OH, LOS HAN SECUESTRADO! Wuah! Bueno, te espera en mi blog un premio :D :http://onewayoranotheriwillloveyou1d.blogspot.com.es/2013/07/premio-d.html#more

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encanta que te encantee jajaj ;D a mí me encanta el tuyo :3
      Vaya sorpresa, muchas gracias por el premio, me paso ahoraa :D
      Beesos

      Eliminar
  2. Perfecto, simplemente perfecto. ¡ME ENCANTA! ¡OH, HAN SECUESTRADO A ZAYN Y A LIAM! ¡OLE ESA MARTA QUÉ LOS RESCATA! Pero me he asustado :C ¡OH, TERCEROS ALLÍ, PERO ESTÁN LOS PRIMEROS EN MI CORAZÓN, EN SERIO! :D Bueno, qué escribes genial,perfecto. ¡NUNCA DEJES DE ESCRIBIR! besos :*
    LoverOf!D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya hice el capítulo largo a propósito ;D Me alegra que te guste jaja
      Los puse de terceros porque voy como pasaron de verdad las cosas (aunque ojalá yo estuviera allí con ellos jaja).
      Jo, gracias por comentar, eres amor jaja
      Beeesos

      Eliminar

Por favor, deja tu opinión sobre el capítulo, pero nunca sin faltar al respeto a un lector o a la autora. ¡Muchas gracias por leer!