Fuimos a comer a un restaurante de pasta que había en la planta alta. Cogimos un sitio al lado de la ventana y un camarero nos tomó nota. El camarero fue a la barra, y un hombre que a Louis le resultó familiar le dijo algo.
-Ese tipo me suena- me susurró.
Lo miré disimuladamente. A mí no me sonaba de nada.
-¿Seguro que no son imaginaciones tuyas?- pregunté.
-Segurísimo- respondió-. Tengo la sensación de que ya lo he visto antes.
-No te preocupes- le dije-. No creo que importe mucho conocerlo o no.
-Quizá tengas razón- admitió Louis.
Seguimos conversando con los demás, hasta que el chico que había hablado con el camarero, que no era el camarero, nos trajo la comida. Nos dio lo que habíamos pedido a cada uno. Louis intercambió una mirada nerviosa conmigo. Yo hice lo mismo. Eso de que uno que no era nuestro camarero nos sirviera no era normal. Se marchó, entonces Louis no fue capaz de aguantarse, y cuando el hombre hubo desaparecido dijo:
-Ese tío me resultaba familia, ¿a vosotros no?
-La verdad es que a mí sí- admitió Liam.
-Oye, os preocupáis demasiado- dijo Harry-, en el mundo hay mucha gente igual.
-Cierto- le dio la razón Niall.
-Venga, vamos a comer- dijo Zayn.
Yo coloqué mi plato delante de mí y cogí los cubiertos, mientras vi a aquel misterioso hombre salir corriendo entre la gente del centro comercial. "Qué raro", pensé, "pero no diré nada, no vaya a ser que los chicos se preocupen". Di el primer bocado a mis espaguetis. Estaban muy buenos, pero tenían un sabor un tanto raro. Miré a mis amigos. Tenían la misma cara que yo. A Louis se le notaba un poco preocupado. Decidí no darle importancia y seguimos comiendo.
Sobre la mitad de la comida, a Niall le empezó a doler la barriga.
-Chicos, me duele la barriga- informó, con las manos en la barriga y encogiéndose un poco.
-No me extraña, con lo que comes- bromeó Harry.
-No, esta vez es diferente, siento retortijones- dijo-. Tengo que ir ya al hospital.
Niall empezaba a ponerse pálido y todos nos miramos. Fui a pagar la comida mientras los chicos se llevaban a Niall dirección a la salida. Los alcancé en seguida. Llamé un taxi, que nos llevó directos al hospital. Entramos por urgencias. Yo fui corriendo a avisar a una enfermera que estaba por allí, y ésta se acercó a Niall, que estaba en una silla retorciéndose de dolor.
-A ver, chico, mírame- le mandó.
Niall estaba horrible. Estaba más pálido de lo normal, tenía los labios rojos y le lloraban los ojos.
-Esto es grave- dijo la enfermera-. Voy a llamar a un médico. Venid todos, vamos a necesitar que nos expliquéis como se ha puesto así.
Harry y Louis ayudaron a Niall a ir detrás de la enfermera con Liam, Zayn y yo. La enfermera se asomó a una sala y de ella salió un médico a todo correr, que llevó a Niall a una habitación libre. Lo tumbó sobre la cama y conectó a él un aparato que le empezó a tomar el pulso. Sacó una libreta y tomó apuntes. Nos mandó salir fuera un momento mientras él miraba a Niall.
En la sala de espera, estábamos todos agobiadísimos.
-¿Qué habrá pasado?- preguntaba Liam.
-No tengo ni idea- respondí-.
-No creo que la comida le haya sentado mal- opinó Louis-. Si fuera así, no se habría puesto así.
-Tienes razón, pero... Seguimos sin dar con lo que ha podido pasar- dijo Harry.
Zayn, que había estado reflexionado hasta entonces, habló:
-Oye Louis, ¿y el tipo ese que tanto te sonaba?
Louis lo miró y se quedó pensando.
-Tienes razón- admitió-, tengo una horrible sensación de que eso tiene que ver con él, pero no entiendo como pudo hacer esto.
En ese momento salió el médico de la sala y nos reunió a los cinco.
-Chicos, tengo malas noticias- informó-. Vuestro amigo tiene una infección grave que le ha provocado una comida ilegal. No entendemos como ha podido acabar comiendo eso, así que necesitamos explicaciones.
Habló Liam, que es el más razonable, y era el que mejor podía explicar aquella situación:
-Verá, nosotros fuimos a comer a un restaurante de pasta en el centro comercial que hay a diez minutos de aquí, y pedimos nuestra comida a un camarero empleado de allí, pero luego, la comida nos la trajo un hombre distinto, que a uno de nosotros le resultaba familiar. Nos sirvió la comida y luego se marchó. Y cuando ya llevábamos unos cuantos bocados, nuestro amigo empezó a ponerse así.
El médico escuchaba atento.
-Necesito que venga algún familiar suyo- dijo el médico-. Tendrá que quedarse un tiempo aquí.
-No tiene familia aquí, él es irlandés- contesté.
-¿Está a cargo de algún mayor de edad?- preguntó.
-Sí- contesté.
-Llámale- me mandó.
Así lo hice, llamé a mi madre y le expliqué la situación. Ella llegó con mi padre y Jorge en seguida.
-¿Donde está Niall?- preguntó mi madre nada más llegar.
-En esa habitación- dije señalando la puerta de la habitación de Niall-. Y tienes que ir a hablar con el médico.
El médico en seguida, y habló con mi madre. Mi madre se veía muy preocupada. Cuando terminaron de hablar, mi madre asintió y se sentó junto a nosotros.
-Supongo que el médico ya os ha explicado la situación de Niall- explicó-. Tendrá que quedarse un tiempo aquí. Tenéis que llamar a Simon y contarle esto.
-Que mala suerte...- comentó Louis.
-Ya, esa comida que ha tomado no la ha tomado por equivocación- dijo Liam.
-No, alguien se la ha dado- añadió Zayn.
-Bueno, ahora no es el momento de eso- dije-. No podemos descubrir lo que ha pasado ni aunque queramos.
-Marta tiene razón- opinó Harry-. Ahora solo podemos rezar por Niall.
-Es cierto- dijo Louis-. Voy a llamar a Simon y a contarle lo ocurrido.
Louis se levantó y marcó el número de Simon. Se fue a una esquina y comenzó a hablar. Nosotros nos quedamos esperando allí sentados. En unos minutos, salió el médico y nos dijo que podíamos entrar de uno en uno a ver a Niall. El primero en entrar fue Harry. Estuvo unos cinco minutos, y luego fue Liam. Mientras Liam estaba dentro, vino Louis.
-Simon ha dicho que tenemos que buscar un sustituto temporal para Niall si queremos seguir en el programa- informó.
-¡Pero el grupo no será lo mismo sin Niall!- exclamó Zayn.
-Eso le dije, pero dijo que no podemos hacer otra cosa- respondió Louis.
-Tendréis que hablarlo entre los cinco- dije-. No podéis hacer otra cosa.
-Haremos eso- dijo Zayn-. Cuando salga Liam se lo explicamos.
Liam salió en un par de minutos, y entonces me tocó pasar a mí. Antes de pasar, Louis me avisó:
-Si puedes explícale a Niall lo que acabamos de hablar.
Asentí y pasé. Niall estaba tumbado, mirando hacia arriba.
-Hola- saludé.
-Hola- Niall me sonrió.
-Siento mucho lo que te ha pasado- le dije.
-Tranquila, ya estoy mejor, no tienes por qué preocuparte- me tranquilizó-. Ahora nuestra única preocupación es la banda.
-Respecto a eso...- empecé-. Louis acaba de llamar a Simon, y éste dijo que hay que reemplazarte temporalmente. Ninguno quiere hacerlo, todos opinamos que la banda sin ti no sería lo mismo.
Niall se quedó callado un momento. Luego, me miró y dijo:
-Puedes reemplazarme tú.
-¿Yo?- pregunté sorprendida-. Yo no sé cantar.
-Sí sabes- me animó Niall-. Te he escuchado cantar a veces cuando ibas por tu casa, y lo haces muy bien.
-Pero... Yo nunca he cantado en público- dije yo preocupada.
-Siempre hay una primera vez- contestó Niall.
-No sé...- dije insegura.
-Marta, yo os apoyaré desde aquí- me dijo-. Además, tu voz haría un buen contraste con las voces de los chicos.
Yo me estaba poniendo nerviosa. El simple hecho de imaginarme a mí delante de una multitud cantando me horrorizaba. Lo único que me calmaba un poco era que si lo hacía, sería con los chicos.
-Venga, Marta, lo harás muy bien- me animó-. Hazlo por mí- dijo poniendo una sonrisa de estas de cachorrito.
Lo miré. Era imposible resistirse a esa carita.
-Valee, pero que conste que lo hago por ti- dije al fin.
-¡Bieen!- exclamó Niall sonriendo-. Vamos a decírselo a los otros chicos.
-Se los digo yo, tú te quedas aquí- le dije sonriendo.
-Solo hay un problema- dijo Niall.
-¿Cuál?- pregunté.
-Si tú estás en Londres, ¿quien va a venir a visitarme?
-Mi madre- respondí-. Pídele lo que quieras, y ella te lo dará. Es una ventaja.
-Valee, pero ven a verme de vez en cuando- me dijo-. Prométemelo.
-Te lo prometo- le dije, y le di un beso en la mejilla-. Recupérate pronto.
-Gracias, y suerte- me deseó Niall.
-Gracias- dije, y abandoné la habitación.
Fuera estaban los chicos discutiendo sobre que podían hacer con el problema de Niall.
-¿Que te dijo?- preguntó Louis nada más verme cerrar la puerta.
-Pues... Dijo que cantara yo en su lugar- dije rápidamente.
A los chicos se les iluminó la cara.
-¡Sí!- exclamó Zayn-. Tú cantas bien.
-Me parece bien- opinó Harry.
-Y a mí- añadió Liam.
-Entonces estamos todos de acuerdo- finalizó Louis.
-Ay- me lamenté yo. Yo me esperaba que dijeran que no.
-Bienvenida a One Direction- me dijo Harry guiñándome un ojo.
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